El tren se sacude por el traqueteo de las ruedas contra los rieles, pero lo ayuda el movimiento de todas las mujeres que viajan, en este caso, desde la zona sur del conurbano hacia la Estación Constitución, desde donde comenzará la procesión hacia la Plaza de los Dos Congresos, donde se concentran miles y miles en una nueva jornada por el Día Internacional de la Mujer Trabajadora.
Desde hace mucho tiempo que cada 8 de marzo se sucede el mismo ritual, y cada año suma a más mujeres que, invitadas por amigas o convocadas por organizaciones sociales, se encuentran con un panorama distinto al que se ve por televisión: las mujeres se abrazan, cantan, caminan las calles repartiendo volantes. Algunas se pintan la cara, otras se sacan la remera, sintiéndose contenidas por sus pares.
Este año las consignas son las de siempre pero agravadas por una situación que excede a todas las participantes: el gobierno de Javier Milei parece haber declarado una guerra contra el feminismo desde el momento mismo de asumir, quizás incluso, desde la campaña electoral.
Milei contra todas
Hace 48 horas el presidente inauguró el ciclo lectivo en un colegio confesional de Villa Devoto, diciendo frente a decenas de adolescentes que para él: “el aborto es un asesinato agravado por el vínculo” y defendió su postura asegurando que puede demostrarlo “desde una perspectiva matemática, filosófica.
Desde el liberalismo y desde lo biológico”. “Algunos intentan matar, -dijo son los asesinos de pañuelos verdes”. El problema de Milei con las mujeres es tal, que ni siquiera puede llamarlas asesinas. Con A. No es el primer derecho de las mujeres al que el primer mandatario ataca. En su campaña, prometió derogar las leyes en materia de género que marcan el ritmo de la región y posicionan al país como un faro.
No se trata solo de economía, aunque las políticas de desfinanciamiento de comedores, por ejemplo, afectan a quienes trabajan en ellos que son, en su mayoría, mujeres. Argentina está envuelta en una discusión de una importante masa de los votantes de Milei con el poderoso movimiento feminista.
Distintos estudios de opinión muestran que los votantes de Milei son, mayoritariamente, hombres. El entonces candidato dijo abiertamente el año pasado, en una entrevista: “No voy a estar pidiendo perdón por tener pene”, convirtiéndose en un abanderado de los disconformes del feminismo.
Lo cierto es que Milei es la representación de una reacción patriarcal a la lucha feminista, el estandarte de aquellos que vieron como las mujeres cuestionaron los privilegios de los que ellos gozaron históricamente.
La batalla que Milei instauró y pretende encabezar busca borrar todo lo impulsado en la última década. Y sus ataques comenzaron al mismo tiempo que su gobierno: negó la existencia de la brecha salarial entre hombres y mujeres: “si fuera así, las empresas contratarían solo mujeres”, ironizó.
Siguió con el cierre del Ministerio de Mujeres, Géneros y Diversidad, siendo esta medida celebrada en redes sociales por sus adeptos. Y hace poco, el vocero presidencial, Manuel Adorni, anunció que el Gobierno prohibirá el lenguaje inclusivo y demás cuestiones relacionadas a la perspectiva de género, en la Administración Pública.
El argumento es que la perspectiva de género es “un kiosco más de la política” y, además, destruye los valores del país. Lo cierto es que todo forma parte de una estrategia que implica destruir todos los derechos, para lo que Milei ha encontrado refugio en las redes sociales: ya son conocidas las usuales prácticas del presidente, quien difunde sus discursos de odio, con polémicos likes en publicaciones machistas.
MuMaLá en las calles y el contexto económico del 8M
«Estamos reclamando por todos los derechos que nos corresponden». Quién le cuenta esto a Nota al Pie es Nancy González de MuMalá de Malvinas Argentinas, de la provincia de Buenos Aires.
«Tenemos un Observatorio de Género y Diversidad, desde el cual sacamos mensualmente estadísticas de femicidios, travesticidios y crímenes de odio», describe Nancy y recuerda que no exista una política que se ocupe de las violencias.
Los recortes que hace el Gobierno, dice, muestran «la cero empatía que tienen. De hecho, su discurso es súper machista y misógino». En ese sentido, ejemplifica con el hecho de haber retirado de las comunicaciones oficiales el lenguaje inclusivo y los recortes de los presupuestos para las mujeres y las diversidades en situación de violencia.
También denuncia la caída del Programa Acompañar y «por lo tanto una mujer que está en una situación de violencia y debe salir del hogar, no tiene como salir de ese círculo».
«Nuestra postura es seguir luchando, resistiendo y demostrarles en la calle que el pueblo pelea».
Nancy González
Nancy relata que también está el tema de la feminización de la pobreza y describe que la mayoría de las mujeres tienen hijos, son jefas de hogar.
Con el congelamiento de sueldos, el aumento de los precios y ahora con el comienzo de las clases, “no tienen para los útiles para mandar a los chicos al colegio. También se redujeron las cantidades de alimentos, porque no se pueden sostener”, explica.
Sobre las perspectivas de lo que se viene, asegura que “vamos a resistir la política de este Gobierno, que sabemos no vino a gobernar en beneficio de los argentinos, sino para apoderarse de los recursos del Estado y los naturales, para generar ganancias para las grandes empresas».
Por qué se conmemora el 8 de marzo
El hito histórico está marcado por el 8 de marzo de 1857, durante la Revolución Industrial, cuando miles de obreras textiles salieron a las calles de Nueva York, a manifestarse en contra de las condiciones laborales, bajo la consigna “Pan y rosas”, demandando, además, una jornada de trabajo reducida y el fin del trabajo infantil.
El hecho más conocido quizás se haya producido varios años después, el 25 de marzo de 1911: la fábrica de camisas Triangle Shirtwaist, de Nueva York, se incendió y en el siniestro murieron 123 mujeres y 23 hombres.
Las puertas de la fábrica estaban cerradas, por lo que fue una masacre en donde perdieron la vida una gran mayoría de mujeres jóvenes inmigrantes, de entre 14 y 23 años. El episodio culminó en cambios en las normas de seguridad y las medidas de salud laboral en Estados Unidos.
Argentina es un país caracterizado por tener un movimiento feminista pionero en Latinoamérica. La primera movilización masiva por los derechos de las mujeres fue el 3 de junio de 2015, bajo la consigna Ni Una Menos, convocando a mujeres de todos los sectores políticos y clases sociales.
En 2016 y 2017 comenzaron los paros de mujeres y en 2018 surgió la ‘Marea Verde’: millones de mujeres tomaron las calles demandando la legalización del aborto y las condiciones seguras garantizadas por el Estado.
Las conquistas de las mujeres se reflejaron en importantes políticas públicas: la Ley Micaela, la Ley de los Mil días, el Programa Acompañar y la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo. Las mujeres y la comunidad LGBTIQ+ no están, ni estarán, dispuestas a entregar estos derechos, y por el contrario, darán respuesta al Gobierno este 8M.