El emblemático Teatro Maipo, ubicado en Esmeralda 443, Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA), será el escenario de la adaptación argentina de la comedia musical estadounidense “Avenida Q”. La primera función tendrá lugar este martes a las 20:30 y, luego, sólo habrá otras ocho funciones en dicho día y horario. Las entradas pueden adquirirse en la boletería del teatro o a través de www.plateanet.com.
La puesta en escena musical, no apta para público infantil, muestra un gran trabajo en el que títeres y actores se sincronizan en escena mediante movimientos idénticos. A través de canciones y mucho baile, se desarrolla la representación de personajes muy desestructurados.
El cuerpo actoral y musical está conformado por Ignacio Pérez Cortes, Lali Vidal, Manu Victoria, Manu Ntaka, Julián Rubino, Stefi Ribisich, Juan Martín Giménez, y Andy Cho. El ensamble está a cargo de Carolina Liask, James Cowan y Joaquín Catarineu.
Tras su debut el 20 de marzo del 2003 en el Vineyard Theatre de Nueva York, la comedia obtuvo tres Premios Tony por Mejor musical, Mejor libreto y Mejor música original. En Argentina tuvo su estreno el 11 de septiembre de 2010 en Paseo La Plaza, CABA. Debido al éxito, el espectáculo se reestrenó el 25 de noviembre de 2011 en el Teatro Maipo.
Sobre “Avenida Q”
El famoso musical de Broadway recorrió el mundo entero gracias a exitosas adaptaciones en México, Suecia, Filipinas, Brasil, España, entre otros países.
La comedia expone la historia de Princeton, un joven de 20 años recién graduado y con muy poco dinero. Se instala en la ciudad de Nueva York, donde vive con vecines y juntos buscarán un propósito de vida. En esta búsqueda abordan temas como la pornografía en internet, el racismo, la drogadicción, y la homosexualidad. Las temáticas son tratadas de forma irreverente con humor, música y baile, mientras ayudan a derribar diferentes prejuicios.
En “Avenida Q” reside gente muy singular como Kate Monster, maestra de jardín de infantes que busca el amor; Rod, un inversor que todavía no revela su homosexualidad; y Nicky, un tipo vago de buen corazón que comparte departamento con Rod. También está Brian, humorista a quien acaban de echar de su trabajo; Kimchi, terapeuta coreana sin clientes y pareja del comediante; y Trekkie Monster, adicto a la pornografía en internet. Completan los personajes Lucy, una cantante sensual de cabaret que hace vibrar a los hombres, y Manu, un prodigio de la música que es encargado de un edificio.
Con estos nuevos vecines, Princeton experimentará los sinsabores de la adultez, mientras intenta descubrir cuál es el sentido de su existencia.
Melania Lenoir, de actriz a directora del musical
Tras dirigir “Consentimiento” en 2023 con mucho éxito, la conocida cantante y bailarina argentina ahora lleva la batuta actoral de “Avenida Q”. Cabe destacar que en 2010, Lenoir actuó en la comedia dándole vida a la heroína Kate y a la sensual Lucy.
En la previa al estreno, Nota al Pie dialogó con la ahora directora. La misma expresó que regresar a esta comedia musical es vivir una gran sorpresa. “No estaba en mis planes, pero siento que es perfecta para el momento y las decisiones que estoy tomando en mi carrera”, confesó.
En esa línea, explicó que la propuesta llegó por parte del productor ejecutivo y no lo dudó. “Es un material que amo, al cual conozco muy bien porque trabajo hace muchos años en musicales”, señaló la artista reconocida por interpretar a Beverly Bass en el musical “Come From Away”.
A su vez, mencionó que “Avenida Q” es una de sus obras favoritas y cuenta con gente talentosa. “El equipo que tenemos en todas las áreas es extremadamente virtuoso y profesional”, sostuvo. “Estoy feliz de que haya actores que hace años vienen trabajando en la escena nacional, y que tal vez no tuvieron la posibilidad de protagonizar, hoy están haciéndolo de lo mejor”, agregó. En ese sentido dijo: “Me siento como una madre orgullosa, queriendo que el público, vea el laburo de los chicos”.
Por otra parte, la ganadora del Premio Konex 2021 -como artiste destacada del teatro argentino- aseveró que es un gran para les actores manejar títeres, cantar y actuar a la vez. “Una obra tan compleja como esta, implicó hacer 500 audiciones abiertas. Pensando si podíamos incorporar titiriteros profesionales al equipo, pero nos dimos cuenta que por su dificultad en la parte musical, era mejor que los elegidos fuesen actores y entrenarlos para que manejen títeres”, explicó.
La experiencia en la excelencia
La labor de Lenoir como directora tiene un gran plus, sobre todo porque al haber actuado en la temporada anterior sabe cómo es el mecanismo. “Entiendo muy bien el lenguaje, las complejidades que conlleva manejar los títeres y lograr que el actor se sienta comprendido por el director, y que le pueda decir: ‘Yo pasé por esto’”, señaló al respecto.
Puedo comunicar mucho mejor lo que necesito. Ayudarlos con consejos de acuerdo a mi experiencia, y también conozco bien el código del humor y del humor físico que tiene la obra, los cuales en todos estos años siguieron creciendo en mi corazón”, expresó.
Por otro lado, la directora se refirió al público destinatario. “El desafío más grande a nivel de comunicación, lo intentamos poner en todos los afiches. La confusión obviamente está porque los títeres, casi siempre se piensa que son para chicos”, indicó. “A esto se suma que el diseño de los de los personajes es adorable, hacen una referencia clara a Plaza Sésamo; no solo en la estética, también la forma en lo dramatúrgico”, esbozó.
Al hablar sobre la complejidad de la comedia musical, destacó la importancia de coordinar a muchos actores. “En el escenario y detrás, hay muchas personas y escenas con música”, comentó. “Coordinar con la cantidad de cambios de luz y de videos, hace que los actores tengan que estar atentos a todos estos lenguajes que conviven al mismo tiempo, además de lograr que un pedazo de goma espuma tenga vida, comunique emociones”, señaló.
Por último, resaltó que la primera vez que se estrenó la obra sus temáticas eran cosas tabú. “En estos años hemos evolucionado y no es una obra tan rupturista como lo fue hace tiempo”, afirmó. En esa línea, dijo que en ese entonces hablar de pornografía o de homosexualidad era bastante atrevido.
Respecto a los tiempos, comentó que debieron “ajustar” cosas que tal vez en antes eran graciosas y hoy no. “Traer los temas desde un lugar nuevo y adaptado a los tiempos que corren, es algo que me encanta”, expresó Lenoir. “El público se encontrará con títeres que cantan, bailan, actúan. Así que cuando vengan a verla, se van a dar cuenta de que no están tirando la plata a la basura”, concluyó.