Con el correr de las generaciones, el deporte se ha convertido en una base fundamental de la Argentina para la vinculación, socialización y desarrollo de los atletas desde temprana edad. Asimismo, cada disciplina requiere de un significativo apoyo económico del Gobierno para mantener estable el alto rendimiento de los deportistas. No obstante, la actual crisis monetaria del país pone en jaque el financiamiento para el deporte nacional en el cercano plazo.
Bajo ese contexto, se especula que una vez concluidos los Juegos Olímpicos (JJOO) de París 2024, el Estado podría cesar con su respaldo presupuestario. De hecho, los mismos deportistas ya iniciaron sus respectivos reclamos, aunque hasta la fecha no hubo respuesta alguna para esta situación. Incluso, existe un evidente malestar desde la Comisión de Atletas del Comité Olímpicos Argentino ante la falta de una solución que traiga tranquilidad.
Por otro lado, el pasado jueves hubo una reunión de trabajo entre diversos representantes del deporte argentino y las autoridades del Ente Nacional de Alto Rendimiento Deportivo (ENARD). En la misma, el organismo confirmó que a partir de abril del corriente año habrá un aumento del 20% en las becas, que seguirán hasta la cita olímpica. El problema es que tendrán prioridad aquellos atletas clasificados al certamen de la capital francesa.
Un encuentro poco feliz
Con la presencia de Paula Pareto, Facundo Conte y Cecilia Carranza, entre otros apellidos significativos para el deporte autóctono, la congregación estuvo encabezada por Diógenes de Urquiza, Director General del ENARD.
Tras conocerse el futuro incremento y límite de las becas, el inconveniente surge cuando se sabe que como mucho serán 130 los deportistas clasificados a los JJOO.
Esa preocupante variable implica que más de 1000 atletas nacionales, entre el nivel panamericano y el sudamericano, recibirán un salario semejante al de 2023 hasta que inicie la competencia. Según el sistema de becas del ENARD, un “clasificado nominal” a los Juegos Olímpicos/Juegos Paralímpicos obtendrá un subsidio mensual de $204.000. Ese monto podría percibir una extensión hasta los JJOO de Milán-Cortina 2026.
En tanto, el número podría incrementarse a $355.680 para los deportistas que obtengan “resultados que pronostiquen condiciones objetivas de podio olímpico”. Mientras que, la beca de “excelencia” es de $468.000 y la consigue el “medallista olímpico o paralímpico de Tokio 2020, revalidado en el último Campeonato Mundial”.
Por su parte, los Juegos Paralímpicos perciben una reducción significativa y desde hace varios meses no visualizaron ningún aumento para sus más de 1000 atletas. En el nivel “Sudamericano” reciben $187.2000, en el de “Proyección” llegan a $224.640 y los de “Excelencia” alcanzan los $262.080. Con la cita olímpica a la vuelta de la esquina, se informó a los deportistas que este plan de becas podría perder validez.
De cara al futuro
Frente a este panorama alarmante, se sabe que el presupuesto para la cartera deportiva no está considerado en el último Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) de Javier Milei. Incluso, tampoco fue contemplado en la Ley Ómnibus que tanto revuelo trajo en el Congreso. Como consecuencia de ello, de Urquiza realizó tres reuniones con los representantes del deporte nacional, a quienes les informó lo mismo sobre el límite hasta los JJOO y el aumento del 20%.
Con un futuro repleto de incertidumbre, la mayor preocupación corre por saber cómo seguirá el deporte de alto rendimiento en Argentina. Las dudas pasan por si existirá apoyo económico para los viajes, competencias, realización de torneos locales e insumos para los mismos. A su vez, uno de los atletas que está a la espera de cómo continuará todo, explicó que el “no hay plata” de Milei también aplicará para el deporte.
“Va a haber un ajuste muy importante. El tema es si ajustarnos nos permite mantenernos en el nivel”, agregó. Asimismo, manifestó que una posibilidad es que el nivel del deporte argentino baje en sintonía con la falta de inversión. Cabe remarcar que hace poco tiempo, Daniel Scioli asumió el área de Deportes, lo que implicó la renuncia de Ricardo Schielper como subsecretario de Deportes. El político garantizó la participación argentina en las competiciones de este año.
Por su parte, el remero Ariel Suárez y el atleta chubutense Joaquín Arbe alzaron la voz para mostrar su postura con fuertes críticas contra el Gobierno. Ambos deportistas señalaron la inacción en el área de deportes, la falta de alternativas para financiamiento y el poco tiempo que queda para los JJOO. A la espera del nuevo subsecretario de Deportes, se especula que podría ser Julio Garro, ex intendente de La Plata y persona cercana a Mauricio Macri.