A Javier Milei hay que reconocerle algo: en lo va de su gestión, todo lo que se dijo que iba a hacer si asumía la presidencia, está sucediendo. Si en algún momento hubo un aviso acerca del peligro que correría la universidad pública con el libertario al poder, esa advertencia hoy es un hecho. Con un presupuesto desactualizado y el fuerte incremento de los precios, el ajuste ya llegó a las aulas y desde el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) alertan sobre el riesgo en el funcionamiento de las universidades si no se toman medidas presupuestarias urgentes.
A través de un comunicado, rectores y rectoras de unidades académicas nacionales manifestaron su preocupación por el presupuesto que rige actualmente, el cual fue prorrogado para este año por decisión del ministro de Economía, Luis “Toto” Caputo. De esta manera, las universidades deberán financiarse con el mismo dinero que el año pasado, aunque con una inflación que alcanzó el 20%.
Además, la advertencia de las universidades se suma al reclamo salarial de les docentes que días atrás rechazaron el 6 % de aumento ofrecido en el marco de las paritarias con el Gobierno.
“La situación de nuestros salarios tiene que ver con una actitud general sobre la universidad pública. Por eso recortan los presupuestos universitarios, congelan las becas y los comedores. Están dejando a montones de jóvenes sin la posibilidad de estudiar”, declaró el secretario general de la Federación Nacional de Docentes Universitarixs (CONADU), Carlos De Feo.
El comunicado del CIN
“Producto del esfuerzo colectivo de nuestras comunidades, hemos garantizado, en condiciones muy difíciles, la continuidad de las actividades en cumplimiento de nuestra misión, pero es tiempo de advertir, con la gravedad que la situación impone, que, de no mediar acciones que rectifiquen el rumbo, se verá seriamente afectado el pleno funcionamiento de las instituciones universitarias públicas”, señala el comunicado que el CIN difundió esta semana.
Ante ese panorama desolador, les rectores pusieron en común los puntos a considerar para poder hacerle frente a esta situación y garantizar la puesta en marcha de cada una de sus actividades. En ese sentido, propusieron el incremento en los gastos de funcionamiento mensuales y con actualizaciones conformes al proceso inflacionario que atraviesa el país.
Además, solicitaron la actualización de los salarios docentes y nodocentes, como también la continuidad a los programas universitarios vigentes destinados a inversión en obras de infraestructura, equipamiento y sostenimiento de los programas de becas. Por último, hicieron hincapié en la necesidad de garantizar el presupuesto destinado a actividades de ciencia, tecnología y extensión.
“Sostener el valor estratégico que la educación universitaria pública tiene, sobre todo para un país que atraviesa tantos problemas estructurales, es responsabilidad de todas y de todos. Todo lo que nos pasa se soluciona con más y mejor educación y universidad pública, con más y mejor inversión en formación universitaria y ciencia nacional”, concluye el escrito elevado por las autoridades universitarias.
La situación de las universidades
En el marco de la lucha por sobrevivir al ajuste del Gobierno que encabeza Milei y las medidas económicas impulsadas por el ministro Caputo, algunas universidades nacionales, como la de Quilmes (UNQ) ya hablan de una emergencia presupuestaria. Incluso, la Universidad Nacional de General Sarmiento (UNGS) aseguró que se encuentra en una situación “inédita” en su historia, debido al desfinanciamiento.
En tanto, las autoridades de la Universidad Nacional de Rosario (UNR), quienes estiman que con el presupuesto que cuentan “será muy difícil llegar más allá del primer semestre”.
Siguiendo esa línea, desde la Universidad Nacional de Río Cuarto (UNRC) también advirtieron que el presupuesto 2024 “resulta claramente insuficiente para afrontar los gastos necesarios que garanticen la continuidad y el normal desarrollo de las actividades universitarias”. Asimismo, remarcaron que de no haber una recomposición habrá inconvenientes en el pago de servicios generales y de becas.
Por su parte, la Universidad de Buenos Aires (UBA) -que no integra el CIN- también expresó su preocupación ante la desactualización del presupuesto. De esta manera, tras sesionar el Consejo Superior, se dispuso al rector a gestionar ante el Ministerio de Capital Humano una partida presupuestaria que garantice la continuidad de sus funciones.