Este lunes, el ministro de Asuntos Exteriores del Reino Unido, David Cameron, visitó las Islas Malvinas para rendir homenaje a los soldados británicos caídos durante la Guerra en 1982.
En ese marco, Gustavo Melella, gobernador de la provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur, repudió su presencia en el territorio argentino ocupado y tildó a su actitud como una provocación, expresión que fue respaldada por funcionarios argentinos y dirigentes sudamericanos.
Nota al Pie analiza el acontecimiento de acuerdo al posicionamiento del Gobierno Nacional con respecto a la Causa Malvinas y la correlación de las fuerzas británicas en la región en derredor del conflicto.
Melella rechazó la presencia británica colonial
“Espero que quieran ser británicas por mucho tiempo, posiblemente para siempre”, expresó el funcionario y ex primer ministro, David Cameron, al llegar a las Islas Malvinas en helicóptero el pasado lunes en el marco de una gira en la región sudamericana.
El ministro de Asuntos Exteriores del Reino Unido se hizo presente en la base militar de Mount Pleasant, donde opera el aeropuerto de las Islas. También visitó San Carlos, un territorio malvinense en el que se desarrollaron numerosos ataques de la aviación argentina contra barcos británicos durante la guerra.
Además, en su recorrido rindió homenaje a los soldados caídos y, dirigiéndose a los habitantes del archipiélago, dijo: “Son absolutamente bienvenidos, los apoyaremos y ayudaremos por el tiempo que quieran”.
De inmediato, el gobernador fueguino Melella rechazó su presencia en el territorio argentino usurpado por el Reino Unido de Gran Bretaña, señalando que busca menoscabar los legítimos derechos soberanos de Argentina. “No lo vamos a permitir”, planteó.
El pronunciamiento del funcionario austral cosechó el respaldo de los gobernadores de las provincias de Buenos Aires, Río Negro, La Rioja, Santiago del Estero y La Pampa, además del exmandatario de Bolivia, Evo Morales. También contó con el expreso apoyo de la Cámara de Diputados del Congreso de la Nación y de la Confederación General del Trabajo (CGT), que calificó a Malvinas como “una cuestión de honor y soberanía”.
La reacción del Gobierno Nacional
En tanto, el Gobierno Nacional tuvo intervenciones contradictorias sobre el mismo asunto. Por un lado, el vocero presidencial, Manuel Adorni, se refirió sobre la visita del canciller británico y declaró que “es un tema del gobierno inglés”, aunque reafirmó los derechos argentinos sobre las Islas.
A propósito, la diputada nacional radical, Carla Carrizo, le respondió que atribuir la situación a una cuestión gubernamental ajena configura “un grave desconocimiento” por parte de la Casa Rosada a la Resolución 2065 (XX) de Naciones Unidas. Dicha instancia representó el primer reconocimiento de la existencia de la disputa y se promovió el diálogo para la solución pacífica.
Por otro lado, la canciller argentina, Diana Mondino, le dedicó un llamativo tuit desde su cuenta personal de X a su homólogo británico: “Valoramos el gesto del Canciller de UK Cameron de incluir a la Argentina en su visita a la región. Estaremos felices de recibirlo, en una próxima ocasión, también en Buenos Aires”.
El comentario de Mondino fue advertido como “inapropiado”, pero también “hábil”, por transmitir seguridad sobre su posición sin admitir impotencia y conservando un tono diplomático.
Sin embargo, el gobernador Melella le solicitó que “proceda a formalizar la nota de protesta que amerita su reciente visita a nuestras Malvinas” de cara a la reunión prevista para el día de hoy que mantendrán ambos en Brasil, en ocasión de la Cumbre de Ministros de Relaciones Exteriores del G20 a desarrollarse en Río de Janeiro.
En efecto, se espera que la canciller Mondino reafirme la soberanía argentina sobre las Islas, aunque lo certero es que el Reino Unido no ceda en su postura, tal como lo planteó en el Foro Internacional de Davos en su audiencia privada con el Presidente Javier Milei.
En paralelo, la vicepresidenta de la Nación, Victoria Villarruel, designó como titular de la Dirección Gesta de Malvinas, una oficina del Senado de la Nación, al ex corresponsal de la guerra de Malvinas, Nicolás Kasanzew.
La polémica decisión envolvió al Gobierno Nacional debido al desempeño periodístico de Kasanzew durante la confrontación en 1982 por Argentina Televisora Color (ATC). Ernesto Alonso, miembro del Centro de Ex Combatientes Islas Malvinas (CECIM) de La Plata, repudió su nombramiento planteando que “fue la cara visible del relato de los militares sobre la guerra”. A su vez, el interbloque de senadores de Unión por la Patria (UxP) manifestaron su “preocupación” al respecto.
Gran Bretaña arremete
En marzo de 2013, el Gobierno británico celebró un referéndum en el que los habitantes del archipiélago debían responder si deseaban que las Islas continuarán bajo su gobierno o quedaran manos de Argentina. De forma abrumadora, los isleños votaron a favor de seguir siendo un territorio británico, un acontecimiento que representa el principal argumento diplomático del Reino Unido para no discutir la Cuestión Malvinas. Sin embargo, la propia ONU no lo reconoció, alegando que es la Resolución 2065 (XX) la que circunscribe la disputa.
Las Islas Malvinas representan uno de los tantos enclaves coloniales británicos de interés para la Corona debido a su ubicación estratégica en el Atlántico Sur, su proyección a la Antártida y al paso bioceánico entre el Atlántico y el Pacífico, así como también los cuantiosos recursos hidrocarburíferos, ictícolas y minerales que posee. La base militar RAF, ubicada en Mount Pleasant, representa la más grande de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) en el Hemisferio Sur.
A propósito de su sistemática resistencia a avanzar en la negociación diplomática, Gran Bretaña se apoya en algunos Estados sudamericanos para realizar demostraciones de fuerza. Este martes, una lancha del Instituto Antártico uruguayo navegó por la bahía Maxwell y el glaciar Collins en la isla 25 de Mayo, en las Shetland del Sur, junto a la embajadora británica en Uruguay, Faye O’Connor.
La estrategia nacional para superar la diplomacia
Desde analistas en geopolítica, funcionarios de carrera y Veteranos de Guerra de Malvinas (V.G.M) coinciden en que la mejor estrategia para presionar al Reino Unido de Gran Bretaña es encarecer los costos de ocupación de los malvinenses a tal punto que a la potencia ocupante le resulte más beneficios sentarse a negociar que mantener el status quo colonial.
Si bien Argentina cosechó avances en el plano diplomático, como la propia resolución de la ONU en 1965, la realidad política también indica que los Tratados de Madrid I y II, y el Acuerdo Foradori-Duncan (2016), entre otros tantos, representaron pérdida de soberanía sobre la Causa Malvinas.
A su vez, insisten en profundizar el desarrollo económico de la provincia fueguina en términos de infraestructura, militar, de telecomunicaciones y demográfico. En ese sentido, el avance para la puesta en producción del Proyecto Fénix, la plataforma offshore gasífera frente a Tierra del Fuego, representa ese sendero. Con 700 millones de dólares de inversión; sustitución de importaciones de entre 10 y 15 barcos de GNL durante los meses de invierno, se estima que inicie su producción en noviembre del corriente año. El gas natural extraído será acondicionado con mano de obra local e inyectado a través del gasoducto General San Martín, abasteciendo la cadena de valor nacional.