Continúan las hostilidades del ejército de Israel sobre la Franja de Gaza, y el objetivo es la ciudad de Rafah, donde se encuentran más de un millón de refugiados.
Un nuevo bombardeo incrementó las víctimas palestinas y ahora, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ordenó al ejército a realizar una invasión terrestre en Rafah, al sur de Gaza.
La decisión de realizar este golpe fue rechazada tanto por su aliado, Estados Unidos, quien anteriormente se había negado a poner un freno, como por la Unión Europea y la Organización de Naciones Unidas (ONU), al considerar que agravaría la crisis humanitaria.
En este sentido, recientemente se reunieron, para negociar una tregua, el director de la CIA, William Burns; el jefe del servicio de inteligencia israelí Mosad, David Barnea, y el premier qatarí, Mohammed bin Abdulrahman Al-Thani, en la ciudad El Cairo, Egipto.
El objetivo es conseguir un alto al fuego con la liberación de rehenes, tal como se consiguió durante una semana hacia fines de noviembre tras la negociación que mantuvieron las partes.
La urgencia es tal, debido a que en Rafah se encuentran 1,4 millones de palestinos, lo que representa a más de la mitad de la población del territorio, con muchos desplazados incluidos. Además, esta ciudad al sur de Gaza es el punto principal de entrada de la ayuda humanitaria.
El conflicto escaló en violencia tras el ataque de Hamas en el sur de Israel, el cual dejó 1200 muertes y se llevó 240 rehenes. El justificativo del ataque fue en venganza por décadas de ocupación ilegal en Palestina, según la organización.
Como represalia, los ataques de Israel se replican sin cesar desde entonces, con una cifra actual de 28.473 palestinos muertos y más de 67 mil heridos, según información del Ministerio de Salud de la Franja de Gaza.
En tanto, el ejército israelí anunció hoy la muerte de tres de sus soldados en combate, con un total de 232 caídos desde el primer ataque terrestre que tuvo lugar en los últimos días de octubre.
Israel ignora las advertencias internacionales y se dirige hacia Rafah
El objetivo de destrucción de Israel contra Palestina es incesante, y ahora se propone atacar la ciudad de Rafah, al sur de Gaza, pese a las advertencias internacionales.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, desoyó a la Unión Europea y a la ONU y se propone realizar el ataque terrestre: “La victoria está al alcance. Vamos a hacerlo. Vamos a acabar con los batallones terroristas de Hamas que quedan y con Rafah, que es el último bastión”.
Las declaraciones fueron ante el canal estadounidense ABC News, y agregó: “Vamos a hacerlo mientras damos paso seguro a la población civil, así pueden irse”, según detalló Télam.
En tanto, Josep Borell, responsable de la política exterior de la UE, adelantó que dicho ataque significaría una “catástrofe humanitaria indescriptible”.
El Secretario General de la Liga Árabe, Ahmed Aboul Gheit, también condenó el accionar israelí: “Obligar a cientos de miles de personas a evacuar la Franja es una violación del derecho internacional y del derecho humanitario”, planteó.
Y agregó que el ataque supone “una grave escalada de la situación en la región al cruzar las líneas rojas”, según consignó Telesur.
Por su parte, China no se apartó del conflicto y pidió la detención del ataque en Rafah “lo antes posible”.
Así lo comunicó la Cancillería china, donde el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores expresó que su país “se opone y condena las acciones que dañan a civiles y vulneran el derecho internacional”.
En consecuencia, instan a Israel a “detener su operación militar” y a realizar los esfuerzos por “evitar víctimas inocentes”, según información de la agencia AFP.
En tanto, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, detalló en una conferencia en la Casa Blanca que están “trabajando un acuerdo de rehenes entre Israel y Hamas”, con una tregua sostenida “durante al menos seis semanas”.
Mientras tanto, el ejército israelí, en dirección de Netanyahu, se prepara para el ataque terrestre en Rafah, al sur de Gaza.