Este jueves 8 de febrero llegó a las salas nacionales, Los que se quedan (The Holdovers), la última creación del renombrado director Alexander Payne. Un film que transporta al espectador a la década de 1970, donde un instructor gruñón se encuentra atrapado en su prestigiosa escuela durante las vacaciones navideñas a cargo de los estudiantes cuyos padres no pueden retirarlos o simplemente no quieren. Es una comedia dramática con personajes increíbles, protagonizada por los ganadores de los recientes Golden Globes, Paul Giamatti y Da’Vine Joy Randolph, más el joven actor Dominic Sessa.
La película permite al espectador ser testigo del universo escolar de Barton Academy, un internado ficticio de Nueva Inglaterra, al nordeste de los Estados Unidos, durante la era de Nixon. Acá, los maestros trabajan con esfuerzo, comprometidos en guiar a la futura élite del país, mientras que los alumnos deambulan como privilegiados jóvenes rebeldes. Este film es un verdadero retrato conmovedor sobre la conexión humana, y destaca el improbable lazo que se forma entre este profesor de poco humor, un joven tan inteligente como provocador y la cocinera del colegio, quien enfrentó la tragedia de perder a un hijo en Vietnam.
Los tres personajes tan bien delineados, y de rápida empatía, lidian con pérdidas profundas, ya sea un ser querido o una vida no realizada. La ausencia de la tecnología moderna resalta la conexión humana genuina en la película. Y el resultado final es de aquellas buenas películas de décadas pasadas que buscaban provocar verdaderas emociones. Aunque no representa el futuro del cine, durante dos horas, el pasado se siente intensamente presente.
Las buenas actuaciones, un punto clave
Los que se quedan fue una de las grandes triunfadoras en la reciente gala de los Golden Globes. Donde Paul Giamatti, fue premiado como mejor actor de comedia, y Da’Vine Joy Randolph, como mejor actriz de reparto. Pero este camino de éxito encuentra una nueva posta ya que el film cuenta con cinco nominaciones en los próximos premios Oscars, mejor película, mejor actor, mejor actriz de reparto; mejor guión original y mejor montaje.
Con su narrativa perspicaz y sus premiados actores, esta película invita al espectador a reflexionar sobre la importancia del apoyo mutuo entre las personas en tiempos difíciles. Y un punto clave en esta producción son justamente las actuaciones, que capturan la esencia de la complejidad de la experiencia humana. Paul Hunham, interpretado por Paul Giamatti, personifica al profesor más temido del instituto, de esos clavos profesores que disfruta del poder de castigar a los hijos de familias acomodadas.
Pero el destino lo sorprende cuando uno de sus alumnos, Angus Tully personificado por Dominic Sessa, se abre con su melancolía ocultando un dolor profundo, después de darse cuenta que no es invitado a pasar las navidades con su familiar. Así poco a poco la trama va mostrando giros en las emociones de estos personajes, al revelar distintos dolores ocultos y la fragilidad de cada personalidad.
En resumenLos que se quedan no es netamente un drama, ya que por suerte la película cuenta con mucho humor, y este buen equilibrio entre el drama y la comedia le ha permitido cosechar elogios tanto del público como de la crítica en general. Aunque algunos críticos han notado una cierta complacencia en su narrativa, donde todas las piezas encajan de manera demasiado ordenada y fácil. Desde la primera escena, la película si es cierto que tiene como cierto camino marcado, donde por momentos se puede llegar a pensar que la película es de esas típicas americanas que quiere darnos una lección de vida o ejemplo de la buena vida y el típico sueño americano. Pero gracias a los giros en la trama y lo bien representados sus personajes, sale totalmente airosa.