Esta semana, Medio Oriente volvió a ser el centro de atención en la agenda internacional. La situación en la región continúa empeorando debido a la creciente belicosidad de Estados Unidos, Reino Unido e Israel, lo cual a su vez representa una amenaza para la ya frágil seguridad mundial.
El domingo pasado, tres soldados estadounidenses murieron en un ataque con dron en una base militar de Estados Unidos en Jordania. Según la Casa Blanca, el acto fue llevado a cabo por milicias respaldadas por Irán que operan en Siria e Irak.
Estados Unidos y una respuesta imprudente
El martes, el presidente Joe Biden confirmó la implicación de Irán en el ataque y declaró que tomarían medidas para responsabilizar a todos los implicados en el momento y de la manera que elijan. “Haremos que todos los responsables rindan cuentas tanto en el momento como de la manera que elijamos”, indicó.
Irán, a través de una declaración del portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, Nasser Kanaani, negó estar involucrado en el ataque. “Esas afirmaciones se hacen con objetivos políticos específicos para invertir las realidades de la región”, afirmó el funcionario.
Además, las autoridades iraníes advirtieron que responderían de manera contundente en caso de que su país fuera atacado por una potencia occidental, a pesar de las importantes repercusiones geopolíticas que esto podría tener debido a la escalada del conflicto.
Por el contrario, de acuerdo con el Washington Post, la Resistencia Islámica de Irak reivindicó la autoría de la operación militar e instó a Estados Unidos a cesar su apoyo a Israel en la Franja de Gaza.
Días más tarde, el viernes, llego la represalia de Estados Unidos cuando el Pentágono lanzó numerosos bombardeos aéreos contra más de 85 objetivos en Siria e Irak, específicamente contra instalaciones de milicias pro-iraníes que operan en la región.
Según las autoridades de Irak, los ataques resultaron en la muerte de 16 personas, incluyendo civiles que se encontraban cerca de los lugares. Según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, en Siria hubo un total de 16 fallecides.
Después de la respuesta de Washington, Biden afirmó en un comunicado que Estados Unidos “no busca el conflicto en Medio Oriente ni en ningún otro lugar del mundo, pero todos los que intenten hacernos daño deben saber que si dañan a un estadounidense, responderemos”.
En tanto, la cancillería de Siria advirtió que los ataques estadounidenses están contribuyendo a “avivar el conflicto en Medio Oriente de forma extremadamente peligrosa”, mientras que Irak denunció una “violación de su soberanía”. Irán, por su parte, calificó la maniobra norteamericana como “un error estratégico” y señaló que “eclipsa los crímenes del régimen sionista en Gaza”.
La crisis en el Mar Rojo
En el Mar Rojo, la crisis sigue profundizándose. Durante esta semana, los ataques del eje anglosajón de Estados Unidos-Reino Unido contra los rebeldes hutíes en Yemen continuaron, mientras que la organización político-militar del país árabe llevó a cabo maniobras contra buques comerciales-militares en la zona.
Además, el alto representante de la Unión Europea (UE) para los asuntos diplomáticos, Josep Borrell, anunció el miércoles que la organización europea iniciará una misión naval el 17 de febrero para contrarrestar las acciones de los hutíes en la costa de Yemen.
El miércoles, después de lanzar varios misiles navales contra un destructor estadounidense, los rebeldes hutíes afirmaron haber atacado un barco comercial estadounidense que se dirigía a puertos palestinos ocupados.
Mediante un comunicado, los hutíes declararon que todos los barcos pertenecientes a Estados Unidos o el Reino Unido son “objetivos legítimos de las fuerzas armadas de Yemen mientras continúe la agresión estadounidense-británica contra nuestro país”. Como respuesta, el bando anglosajón atacó dos ciudades del país árabe ese mismo día.
El viernes, también, las fuerzas militares de las potencias occidentales llevaron a cabo una serie de ataques contra objetivos estratégicos e instalaciones hutíes en la provincia de Hajjah, ubicada en el noroeste del país.
Por otro lado, la organización política y militar afirmó que ese mismo día realizó una operación militar mediante el lanzamiento de misiles balísticos contra objetivos específicos en la zona de Eilat, un territorio situado al sur de la Palestina ocupada. En este sentido, el grupo declaró que los ataques contra “el enemigo sionista” seguirán ocurriendo hasta que cese la agresión israelí en la Franja de Gaza.
Gaza: continúa la agresión israelí a pesar de señales de tregua
Mientras tanto, el conflicto que desató una grave inestabilidad en Medio Oriente sigue desarrollándose. En la noche del jueves, el ministro de Defensa de Israel, Yoav Gallant, anunció que las Fuerzas de Seguridad de Israel (FDI) derrotaron de forma “total” al movimiento palestino Hamas en la ciudad de Jan Yunis.
A pesar de las señales de una posible tregua, las autoridades israelíes indicaron que la ofensiva continúa ahora hacia la zona de Rafah, ubicada en la frontera con Egipto, donde más de un millón de personas desplazadas viven en condiciones extremadamente precarias debido al inicio de la agresión por parte de Israel en la Franja de Gaza.
El martes, Hamas confirmó que recibió una propuesta de tregua en la Franja de Gaza, discutida el fin de semana pasado en París con la participación de jefes de inteligencia de Egipto, Estados Unidos e Israel, con la intermediación de Catar. Ese día, Hamas declaró que estaban dispuestos a discutir cualquier iniciativa o idea seria que conduzca a un cese completo de la agresión y garantice un proceso de refugio para su pueblo.
Sin embargo, el viernes, según informó The Times of Israel, los líderes de Hamas acordaron con la Yihad Islámica Palestina (YIP) que cualquier acuerdo con el estado hebreo debe incluir el cese total de los combates, la retirada de las fuerzas militares israelíes en Gaza, el fin del bloqueo, la liberación de los prisioneros palestinos e incluso la reconstrucción del enclave.
Además, mientras continúan las negociaciones para una tregua en Gaza, otro conflicto con un pasado histórico amenaza con intensificarse en las próximas semanas. El lunes pasado, el ministro de Defensa de Israel declaró que las fuerzas del país “pronto entrarán en acción” en la frontera con Líbano y señaló que Israel está desplegando tanto efectivos como equipo militar hacia el norte “preparándose para lo que viene”.