En el marco de la situación compleja que vive la Argentina a raíz de la escalada inflacionaria y la agudización de la crisis económica, quedó en la mira del gobierno libertario la asistencia a los comedores.
En las últimas horas se conoció la noticia de que se encuentra “congelado” el envío de fondos y recursos para los comedores que acompañan a las familias, lo que genera mayor desprotección para aquellas personas que requieren del apoyo de estos organismos civiles.
Al respecto, Nota al Pie dialogó con el dirigente de Libres del Sur de la Ciudad de Buenos Aires, Adolfo Buzzo, para conocer detalles acerca de la situación actual de los comedores. A su vez, el militante explicó cuál es el plan de acción que se implementará en caso de que el Gobierno no entregue los recursos necesarios.
“Los comedores comunitarios se encuentran en una situación crítica. Desde el Ministerio de Capital Humano han cortado la provisión de alimentos y, durante el mes de enero, no han ejecutado ni un solo peso del presupuesto asignado para contención social” denunció Buzzo.
Asimismo, el dirigente analizó la situación actual de la economía nacional y el impacto de esto en el acompañamiento que brindan los comedores. Así, advirtió que “partiendo de esa base, el panorama a futuro es muy preocupante”.
En sintonía, cabe señalar que el nuevo plan que se propuso desde el Gobierno, particularmente desde el Ministerio a cargo de Sandra Pettovello, propone cambios en la forma de adquisición de los recursos para los comedores.
Realidad de los comedores y detalles del nuevo plan del gobierno
Según la versión oficial, se dio de baja al sistema de entrega de alimentos secos a los comedores con el plan de “reemplazarlo” por un esquema diferente. La nueva medida implicaría una modalidad de transferencia monetaria hacia los comedores.
En resumen, el nuevo plan permitiría que las organizaciones puedan comprar los insumos a través de una tarjeta en lugar de recibir los alimentos a través de los depósitos del propio Mnisterio de Capital Humano.
No obstante, Buzzo analizó el impacto del proyecto económico actual en la situación de los comedores. En ese sentido, el entrevistado argumentó: “Las medidas de recorte y ajuste que promueven con la Ley Ómnibus y el DNU, prometen hacer mucho más complejo el abordaje de esta situacion”.
“Hasta el momento, venimos sosteniendo las ollas populares con donaciones de vecinos y colectas en el barrio para que nadie se quede sin un plato de comida”, cuestionó el referente de Libres del Sur CABA.
Ante el anuncio de este cambio de esquema, diversas organizaciones territoriales criticaron que hasta el momento no recibieron insumos y no está confirmado cuándo empezaría a regir la nueva medida.
Según un informe publicado por el sitio El Cronista, el nuevo esquema estará financiado por el Banco Nación y el Banco Mundial. Sin embargo, el problema central es que hasta que no esté establecido este sistema, los comedores no cuentan con los recursos necesarios.
El plan de lucha
De acuerdo al comunicado difundido por el Ministerio de Capital Humano, el nuevo esquema permitirá entre otras medidas saber qué compran y dónde los comedores, “nominalizar a todos los niños y familias que concurran a los comedores y cortar con la intermediación de los movimientos sociales dándoles directamente las tarjetas”.
Sin embargo, las organizaciones sociales, ONGs y demás grupos civiles a cargo de comedores, denunciaron la falta de respuestas y cómo la economía actual agudiza la situación que atraviesan estos espacios que acompañan a las familias.
A propósito de ello, Buzzo planteó: “El achicamiento de los ingresos, sumado a la inflación y el aumento del desempleo que trae el ajuste, empobrecerá aún más a los sectores populares, dificultando enormemente sostener la dinámica habitual de ayuda al vecino carenciado”.
En ese aspecto, el dirigente de Libres del Sur dio cuenta y puntualizó en las medidas que se planean tomar si no obtienen una rápida respuesta por parte del poder Ejecutivo Nacional:
“Estamos fortaleciendo todo lo que podemos la red de contención comunitaria que se organiza alrededor de los comedores comunitarios; involucrando a más vecinos en la tarea y tejiendo vínculos con organizaciones de la sociedad civil (iglesias, clubes de barrio, etc), para tratar de sostener mínimamente una comida diaria para los vecinos”, afirmó.
En ese sentido, concluyó en que: “en paralelo a esto, y atentos a que la ministra Pettovello no atiende reclamos y está casi pintada, venimos evaluando la posibilidad de acercarnos a supermercados y tiendas de alimentos para solicitar una mano solidaria que nos acompañe en la tarea de alimentar a miles de familias, que no pueden garantizar un plato de comida para sus hijos y abuelos”.