Guillermo Ferraro, ex Ministro de Infraestructura, fue desplazado de su cargo entrada la noche del miércoles al ser acusado de “filtrar” supuestos dichos del presidente de la Nación Javier Milei.
Durante la tarde del jueves se difundió en distintos medios y redes sociales una versión que sostenía que en la reunión de Gabinete que se llevó a cabo por la mañana, luego del paro y las multitudinarias movilizaciones en repudio al Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU), Milei se habría manifestado con enojo por el estancamiento de la ley, de la cuales varios artículos no son aún aceptados por distintos sectores.
El primer mandatario se habría expresado contra los gobernadores con polémicos enunciados como: “los voy a dejar sin un peso” y “los voy a fundir a todos”.
Llegando el anochecer se conoció que el Presidente habría pedido la cabeza del responsable de filtrar lo que se dijo en la reunión. Dos horas después se supo que el dedo presidencial apuntaba directamente a Guillermo Ferraro, el entonces Ministro de Infraestructura. Entrada la noche, el titular fue desplazado de su cargo confirmando, a priori, que las frases efectivamente fueron dichas y por eso decidieron castigar la filtración. Hasta el momento, Milei no desmintió la versión de Ferraro ni se retractó de sus dichos.
En la tarde del jueves, se dio a conocer que no habrá un reemplazo para el titular del Ministerio que ahora queda descabezado, sino que este se disolverá en seis secretarías de vital importancia: Transporte, Energía, Minería, Telecomunicaciones, Obras Públicas y Vivienda. Todas pasarán a depender de Luis Caputo, ministro de Economía, el superministro que acumula más poder.
Las internas en el oficialismo parecer agudizarse día a día: desde lo poco que se sabe de la actividad de la vicepresidenta Victoria Villarruel, pasando por las tensiones que resultan de los problemas que el Gobierno está teniendo para imponer la Ley Ómnibus, y hasta el fracaso del protocolo de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, ante la demostración de fuerza de la CGT en el paro general y la movilización donde el número de manifestantes desbordaba las calles que fueron cortadas pese a los ‘aprietes’ del Gobierno.
De armador a ministro. ¿Quién es Guillermo Ferraro?
Guillermo Ferraro fue uno de los primeros en abrir grietas en el conglomerado de nombres que era La Libertad Avanza (LLA) luego de las elecciones generales. El partido había salido segundo, seis puntos por debajo de Unión por la Patria y era necesario analizar todo el panorama.
Karina Milei, la hermana del presidente, decidió poner al frente del armado de la fiscalización para la segunda vuelta electoral a Ferraro, quien ya tenía prometido el futuro Ministerio de Infraestructura. Esto despertó rencores entre el Jefe, como Milei nombra a Karina, y Carlos Kikuchi, una de las patas fundamentales y armador a nivel nacional de LLA, porque este último estaba siendo desplazado por un nombre al que, según el afectado, le faltaba “barro” y había pasado sus últimos años trabajando en una consultora.
Menos de dos semanas después, LLA obtendría la victoria con el 55,66% de los votos y Milei se convertiría en Presidente. Gracias, en parte, al trabajo de Ferraro y la organización proveída por Juntos por el Cambio.
Ferraro es Contador Público y Licenciado en Administración de Empresas, recibido en la Universidad de Buenos Aires (UBA), donde también fue docente y tiene un postgrado en Ingeniería en Sistemas. Especialista en asesoramiento financiero, estuvo vinculado a grandes proyectos de infraestructura en el sector público. Fue Subsecretario de Industria de la Nación entre el 2002 y el 2003, cuando Eduardo Duhalde presidía el país. Luego puso en marcha el Banco Bisel, vendido en el 2006 y fue, además, jefe de asesores de Antonio Cafiero en el Senado.
El perfil mixto de Ferraro, entre lo público y lo privado, lo dejaron listo para ser señalado como uno de los primeros nombres firmes para lo que iba a ser el Gobierno de LLA.
Su primera tarea como ministro fue reunirse con las autoridades de los gremios de industriales, los bancos, la Sociedad Rural Argentina, la construcción, la Bolsa de Comercio y la Cámara de Comercio y Servicios. El objetivo era articular el sector público con los privados para “impulsar un nuevo esquema de inversión privada en grandes obras”.
Sin embargo, el día de ayer le dieron salida. Según fuentes oficiales, su vocera lo habría llamado para preguntarle si era cierto lo que decían en los medios. Él estaba en el Ministerio, pero no sabía nada. Una vez más, quedó expuesta la improvisación del Gobierno y la poca resolución con respecto a las internas.
El DNU trabado
El Gobierno utilizó el multitudinario paro de la CGT como excusa para moverse del Congreso y continuar las negociaciones por fuera de la Cámara de Diputados, reuniéndose en Recoleta, a puertas cerradas, buscando acercar la posición política de la oposición aliada.
Mientras tanto, Bullrich respaldaba la decisión porque “no quería sufrir, como en 2017, las 14 toneladas de piedras”. Lo cierto es que no voló ni una.
A la 1:30 de la mañana del miércoles, LLA había logrado el dictamen de mayoría de la ley de Bases, pero 34 de las 55 firmas necesarias fueron en disidencia parcial. La Unión Cívica Radical (UCR), el PRO, el bloque de Miguel Pichetto y otros gobernadores firmaron el dictamen. Tres legisladores tucumanos rompieron con UxP para crear un bloque independiente, llamado, precisamente, Independencia, y también votaron a favor.
El mismo miércoles, después del mediodía, Toto Caputo optó por una amenaza pública hacia los gobernadores, en X: “”Hoy mantuve una reunión con el secretario de Hacienda y la subsecretaría de Provincias para delinear todas las partidas provinciales que se recortarán inmediatamente si alguno de los artículos económicos es rechazado. No es una amenaza, es la confirmación de que vamos a cumplir con el mandato que nos han dado la mayoría de los argentinos de equilibrar las cuentas fiscales para terminar con décadas de inflación y flagelo económico”, reza el posteo.
La inseguridad de la amenaza, sumada a las declaraciones del presidente, que le habrían costado el cargo a Ferraro, solo sirven para mostrar el complicado pronóstico que pende sobre la ley. ¿Por qué tanto nerviosismo si lograron el dictamen de mayoría? Lo cierto es que para el mediodía del jueves, tal dictamen aún no se había publicado.
Actualmente hay cien artículos en discusión. LLA tiene menos de 40 bancas de un total de 257 y necesita llegar a 129, como mínimo, por lo que se entiende, están obligados a ceder. La sesión será el próximo martes a las 9 de la mañana y los principales reclamos son: que no bajen las jubilaciones al mismo tiempo que no suban las retenciones. Por otro lado, exigen “que el proceso de privatizaciones contemple al Congreso, que sea coparticipable el blanqueo y que la liquidación del Fondo de Garantía de Sustentabilidad sirva para saldar la deuda de las cajas provisionales de 13 provincias”.
Repercusiones
La salida de Ferraro junto a las trabas en la media sanción de la ley dan lugar a insólitas explicaciones por parte del Gobierno.
El vocero presidencial, Manuel Adorni, suspendió la conferencia diaria a las que no tiene acostumbrados. Todos los días a las 11 de la mañana se presenta para actualizar las novedades, sin embargo este jueves, que tenía más de una explicación para dar, no apareció.
La canciller Diana Mondino habló dando argumentos que parecen sacados de un sketch: “no hay crisis, es parte de la reducción de costos”, dijo. “Nosotros queremos que quede claro que ‘no hay plata’ y eso es para todos los casos”, agregó. Sin embargo, cuando fue consultada por los motivos que señalaron directamente a Ferraro, se limitó a responder “honestamente, no sé la razón”.
Es un todos contra todos. El presidente, lejos de frenar los ásperos roces entre los funcionarios, se pone a la cabeza de los ataques. Aparecen las primeras manifestaciones de rechazo a los paquetes de medidas en la calle y mientras tanto, el gobierno se achica.
El poder pasa a concentrarse en pocas personas que giran alrededor de Milei, rompiendo intencionalmente el pacto democrático. La imagen positiva del presidente descendió 9 puntos en 46 días desde su asunción, y el desequilibrio se da de manera acelerada. ¿Qué nos espera para los próximos meses con los niveles de inflación que se esperan, el boleto de los transportes a 270 pesos y la vuelta a clases?