Durante este miércoles, se realizó el primer paro general en contra del gobierno de Javier Milei y el cual se replicó en diversas ciudades del país. El mismo había sido anunciado a finales de diciembre, pocos días después de conocerse el Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) 70/2023.
Dicha norma, cuya legalidad está puesta en duda debido a la poca transparencia en su redacción, afecta de manera directa a décadas de conquistas en derechos sociales, laborales y económicos.
La aprobación o rechazo del DNU en el Congreso está pendiente, ya que no se confirmó la Comisión Bicameral que debe analizarlo. Además, recibió frenos judiciales, debido a las decenas de amparos presentados. En particular, el fuero laboral frenó los artículos referidos a esa materia.
Durante la madrugada del 24 de enero, el megaproyecto conocido como Ley Ómnibus, cuyo nombre completo es “Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los Argentinos”, obtuvo dictamen de mayoría en la Cámara de Diputados, con el apoyo de bloques de la oposición más dialoguistas.
Un paro general masivo
En una contundente demostración de fuerza, no menos de 500 mil personas marcharon en Buenos Aires y otros puntos del país en el marco del paro general convocado por la CGT y las dos CTA, con la suma de los movimientos sociales y diversos sectores políticos, culturales y políticos.
Al finalizar el acto, desde la CGT, estimaron que alrededor de 1 millón y medio de manifestantes participaron del paro nacional. A ella también se sumó el partido Libres del Sur, con una nutrida columna.
Silvia Saravia, dirigente nacional de Libres del Sur, aseguró: “Quieren llevar adelante políticas que perjudican al trabajador, es muy dura una catástrofe social, la inflación es la principal herramienta que golpe a la familia, diciembre marcó un 30% en los alimentos que fue de 48% en los comercios de cercanía”.
Por su parte, Gabriela Sosa, dirigenta feminista de Libres del Sur en Santa Fe, Rosario, explicó que “el DNU y la Ley Ómnibus están hechas a medida de los más ricos y las multinacionales que pretenden saquear el país a costa del pueblo argentino”.
Cabe destacar que Rosario fue una de las tantas de las ciudades argentinas donde las calles fueron ganadas por la resistencia en contra del mega ajuste del gobierno nacional, encabezado por el presidente Javier Milei.
🔴#URGENTE : #ParoGeneral #LaCGT comenzó la lectura del documento que explica la masiva movilización al #Congreso
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En Buenos Aires, se montó un importante operativo de seguridad con fuerzas federales y de la Policía de la Ciudad, las cuales rodearon las columnas de personas que llegaron a la Plaza del Congreso desde las primeras horas del día.
También se produjeron requisas policiales en diferentes puntos del Gran Buenos Aires, micros que se dirigían al Congreso e inclusive escenas de mucha tensión en el Puente Pueyrredón, escenario habitual de la protesta social.
En el caso del Puente Pueyrredón, en ningún momento fue cortado por les manifestantes, sino por el mismo operativo que intentó impedir el paso de las columnas que provenían de Avellaneda y otras localidades de zona sur.
Pasadas las 14, con las calles repletas de manifestantes y la Avenida de Mayo cubierta hasta el cruce con la Avenida 9 de Julio, hablaron Pablo Moyano y Héctor Daer, de la CGT, y Tati Almeyda, de Madres de Plaza de Mayo-Línea Fundadora.
“Le pedimos a los diputados que tengan dignidad y principios (…) y no traicionen a los trabajadores”, comenzó diciendo Pablo Moyano, uno de los referentes principales de la manifestación.
“No se pueden privatizar las empresas del Estado. Las privatizaciones van a dejar a miles de personas en la calle” , afirmó Moyano.
“Felicito la unidad del sindicalismo y el acompañamiento de los movimientos sociales, los científicos, la cultura, el deporte, inquilinos, jubilados y sectores peronistas, socialistas y radicales”, agregó Daer
“La justicia social no se entrega. No vamos a dar un paso atrás”, concluyó el Secretario General de la CGT.
Al mismo tiempo que en Argentina, se dieron manifestaciones de apoyo en Francia, Italia y España, con movilizaciones que tuvieron como epicentro las diferentes embajadas de los respectivos países.
Desde España, Íñigo Errejon, diputado de Sumar, destacó que “una vez que Milei llegó al poder hizo todo lo contrario de lo que prometió. Los argentinos no están solos, Europa los apoya y los mira”.
Esto último es apenas un reflejo de la imagen internacional que adquirió Milei en el último tiempo. Hace pocos días, su discurso ultraderechista en Davos, donde una vez más no dudó en defender los privilegios de los ricos, traspasó las fronteras y volvió a ser parte de duras críticas.
Pese a todo ello, el primer paro general en la era de Javier Milei dejó algunas certezas en el marco de un tiempo de incertidumbres: la movilización popular sigue siendo un eslabón central en la resistencia de los pueblos, sobre todo cuando la oscuridad de las negociaciones, a espaldas de la sociedad, intenta sancionar un paquete de leyes que da vuelta la Argentina de un modo que solo traerá mayores sufrimientos a las mayorías.