La presentación de Javier Milei en el Foro Económico Mundial de Davos, en Suiza, duró poco más de 20 minutos. Pero la comprobación del asombro, del estupor y de lo bizarro de la situación quedará grabada en la memoria durante mucho tiempo.
Sea como consumo irónico de las redes o como material de estudio más serio de los especialistas, se verá cómo un presidente de un país de desarrollo medio fue a tratar de socialistas, de colectivistas y hasta de comunistas a los dueños del mundo y sus representantes, entre los cuales hay, por cierto, muchos que lo hacen desde la gestión de los Estados.
El recorrido tuitero de Milei en X, su tiempo invertido en dar me gusta a repostear las publicaciones favorables a su presentación en Davos, puede ser leído inclusive desde alguna clave psicológica, sin que sea el intento de estas líneas, por carencia del expertise necesario y por ausencia de título habilitante. Además, los diagnósticos a distancia no son el mejor método.
El humor, en cambio, suele ser un antídoto que aplicado en dosis justas (tampoco que el meme nos tape la realidad), puede ser una cierta vía de escape. De los muchos que en la semana abordaron ciertas conductas de Javier Milei, se puede elegir uno que dice eso de “trata a tus hijos amorosamente, no sea cosa que lleguen a convertirse en Presidente”.
El helicóptero de Javier Milei
A la vuelta de Suiza, vía Alemania y en un vuelo de línea que fue promocionado como una señal de austeridad, el Presidente dedicó sus primeros posteos en X, que parece ser el verdadero despacho presidencial, a pelearse con una periodista que en el apuro del vivo radial dio una información incorrecta.
Aún antes de la reprimenda descalificatoria y agresiva de Milei, María O’Donnell recalibró el dato y aclaró que Milei no se trasladaba de Ezeiza a la Quinta de Olivos en un vuelo, sino en camioneta.
En clave de ironía, que no podría de ningún modo ofender a un hombre que dice tener contacto con su perro muerto, se podría afirmar que la sola mención de un aparato volador característico por su hélices pone muy nervioso a Milei.
De todos modos, de los múltiples mecanismos extorsivos y amenazantes que desplegó Milei, hacia el Congreso y la sociedad en general, todavía no apareció en público referencia alguna a su permanencia en el Gobierno.
Los rumores son por ahora solo eso y en todo caso, insumos para el análisis de la realidad. Las 3 jornadas completas que Victoria Villarruel quedó a cargo del Poder Ejecutivo no arrojaron novedades. Ni siquiera se le conoce agenda a la vicepresidenta.
El Parlamento, legalidades y legitimidades
Desde el día mismo de su asunción, con el discurso de espaldas al Congreso de la Nación, la relación entre los dos poderes del Estado que son elegidos por la voluntad popular fue enfocada en términos de gestión, de gobernabilidad y hasta de supervivencia de una fórmula que surgió de un ballotage, con votos prestados y sin una base territorial en términos de ejercicio del poder ni legislativa en el sentido de capacidad de sostener con leyes las políticas propuestas.
Tan evidente es este punto que con el correr de las horas, tras la cadena nacional del 20 de diciembre donde se dio a conocer el Decreto de Necesidad y Urgencia 70/2023, se desató una triple resistencia. La judicial, con amparos que frenaron aspectos como los laborales; la parlamentaria, que tiene pendiente la aprobación o el rechazo de la norma y la calle.
Organizadas y con previsión como las marchas de diversos sectores en los últimos días del año, con ciertos rasgos de espontaneidad y con memoria, como la misma noche del 20 de diciembre (las coincidencias de las fechas no son meras casualidades), cuando el sonido de las cacerolas llegó a las puertas del Congreso y a muchas esquinas de la Argentina, la sociedad habló.
Negar el pulso de la participación directa, que complementa el mecanismo del voto, es desconocer que en nuestro país se sale a la calle por infinidad de motivos. La memoria late en la palabra ajuste, que casi no precisa subtitulado.
Puede servir para la campaña electoral, que un candidato plantee que el ajuste lo pagará “la política y la casta”. Pero al precio de los alimentos, al costo de los servicios y a las tarifas de los transportes no hace falta que nadie le agregue el octógono informativo, como a los envases. El saber popular puede más que cualquier libro de economía de la Escuela austríaca.
La semana que se viene
En una película de bajo presupuesto alcanzaría con una sola cámara para mostrar el epicentro informativo de los días que tenemos por delante. La Plaza de los Dos Congresos recibirá el miércoles 24 lo que se estima será una enorme convocatoria para expresar el rechazo a las políticas planteadas en el DNU y en el denominado megaproyecto de Ley Bases.
A 44 días de asumido, Javier Milei logró que las centrales de trabajadores, los movimientos sociales, los partidos políticos de la oposición, sectores independientes, movimientos culturales y estudiantiles y representaciones empresariales, entre otros sectores, confluyan en la misma Plaza, en una jornada de paro y movilización que es proporcionalmente acorde a la intentona de dar vuelta el país en tan poco tiempo.
Las múltiples materias en las que se meten las iniciativas abarcan tantos títulos y temas que la pretensión de resolverlo en sesiones extraordinarias (prorrogadas a última hora del viernes por los primeros días de febrero), implican una doble conclusión.
O se trata de un intento de someter a un todo o nada legislativo a un Parlamento muy fragmentado, con la amenaza de avanzar de todos modos por decreto en caso de ser rechazada la pretensión aunque sea de manera parcial.
O es una ingenuidad de un Gobierno que carece, mayormente, de experiencia política, que aborrece lo público, denosta el Estado desde la gestión del mismo y desprecia la democracia, aún cuando surgió del mecanismo más aceitado y menos discutido, que es el voto popular.
Hay una tercera opción e implica la combinación de ambos factores. Frente a eso cabe una pregunta: ¿quién gobierna en la Argentina?
Las firmas de las corporaciones nacionales y extranjeras que participaron de la redacción en tiempo récord del DNU y del proyecto de ley, dejan al descubierto dónde está el verdadero poder.
Ese que no va a las urnas, al que no se le conocen las caras y prácticamente los nombres, pero que tienen en estos tiempos a alguien que por ahora les resulta funcional para hacer el trabajo de concentrar cada vez más la riqueza y el ingreso en cada vez menos manos.