El titular del Departamento de Estado estadounidense, Antony Blinken, planteó que Estados Unidos no cuenta con las condiciones objetivas para seguir financiando la guerra en Ucrania.
A su vez, altos mandos rusos y ucranianos comienzan a negociar un acuerdo de paz como expresión del triunfo de la Federación Rusa. Nota al Pie analiza las derivaciones geopolíticas de un enfrentamiento que se prolongó por 22 meses.
El fin de la guerra
En una conferencia de prensa en la Casa Blanca, Blinken anunció que están evaluando un “Plan Cero” orientado a la reconstrucción de Ucrania que no requerirá “fondos alocados” al nivel presente.
“Estados Unidos está cerca de quedarse sin dinero para financiar su apoyo a Ucrania, además de que se va quedando sin tiempos políticos para aprobar más respaldo”, declaró el funcionario norteamericano.
De este modo, la gestión demócrata deja a la vista que no proyecta la continuidad de la guerra, pero también que la falta de acuerdos políticos internos limitó esa posibilidad.
Aún así, Blinken lamentó esa situación aclarando que la escalada bélica en Europa del Este representó dinamismo para la economía doméstica. La sangre de los ucranianos se tradujo en creación de empleos para la debilitada economía estadounidense.
Putin y los condicionamientos
En los diferentes frentes de batalla tanto los mandos rusos como los ucranianos coinciden en que la Federación Rusa tiene la situación militar completamente controlada.
Por ende, no tiene ningún tipo de sentido prolongar el enfrentamiento bélico. El reconocimiento de la victoria de las fuerzas comandadas por Vladímir Putin le otorga la legitimidad para imponer condiciones por medio de un acuerdo de paz consagrado por ambas partes.
De hecho, así lo ratifican colaboradores cercanos de Volodímir Zelensky, quienes aseguran que “lo más razonable” será establecer un acuerdo aceptando las condiciones que proponga a costa de iniciar la reconstrucción de una Ucrania “devastada”.
Entre otros puntos, Putin tiene la intención de que se reconozcan los territorios ocupados como rusos pero también que el acuerdo se haga sobre la base de que Ucrania no ingrese a la Organización del Atlántico Norte (OTAN).
Las regiones prorrusas anexadas en la antesala y durante el desarrollo de la Operación Militar Especial serán rusas, incluída Crimea. Restará definir si Ucrania tendrá acceso al Mar Negro, un enclave estratégico en Europa del Este por su volumen de comercialización de cereales.
OTAN y Estados Unidos en debilidad
El camino de Rusia se orienta a imponer la paz en Ucrania pero también las condiciones de ese acuerdo. Esto deja a la OTAN en una posición de debilidad estratégica y pérdida de relevancia en los asuntos internacionales.
Para Estados Unidos, representa un golpe a la medida de la retirada de Afganistán. Al igual que en aquella ocasión, queda demostrada su incapacidad para triunfar en lo militar pero fundamentalmente para resolver los conflictos de acuerdo a sus intereses geopolíticos.
Algunos analistas aventuran que Estados Unidos y la estructura dirigencial de la OTAN subestimaron las capacidades de Rusia para asimilar el castigo que supuso la serie de sanciones unilaterales contra su economía.
No solo no la asfixió sino que generó las condiciones para que Moscú tejiese nuevos acuerdos tácticos y estratégicos con potencias regionales e internacionales de la talla de Turquía, Irán, Arabia Saudita y China. De hecho, Europa Occidental compra gas y petróleo a Rusia más caro a través de terceros países.
El desafío occidental será cómo presentar la derrota militar y sus derivaciones geopolíticas, considerando la debacle que representa en términos estratégicos para el Unipolarismo Financiero.
Putin y altos funcionarios del entorno de Zelensky coinciden en cerrar un acuerdo cuanto antes para evitar mayores costos humanitarios. El capital financiero con su perfil belicista dejan en evidencia que están en declive por su incapacidad de sostener conflictos por fuera de su territorio e imponer condiciones.
Por el contrario, a fuerza de acuerdos y alianzas, el Multipolarismo Pluriversal cierra frentes de batalla con resultados favorables.