Un grupo de investigadores del CONICET (Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas) ha trabajado en la mejora de la comunicación para personas con dificultades en el habla mediante herramientas de Inteligencia Artificial. Su enfoque se centró en el desarrollo y la optimización de Sistemas Aumentativos y Alternativos de Comunicación (SAAC).
Los SAAC de alta tecnología son sistemas basados en pictogramas y teclados virtuales, diseñados para ayudar a las personas con discapacidad a transmitir mensajes. Estos sistemas son desarrollados por la empresa Neufitech, con sede en Bahía Blanca.
En una entrevista con Nota al Pie, el Dr. Matías Núñez, líder del equipo de investigación, detalló el proyecto. El grupo incluye al licenciado Francis Felici, del Instituto de Investigaciones en Biodiversidad y Medio Ambiente (INIBIOMA, CONICET – UNCo), y al Dr. Alejandro Wainselboim, del Instituto de Ciencias Humanas, Sociales y Ambientales (INCIHUSA, CONICET).
Este proyecto fue seleccionado en la segunda edición de la convocatoria «Soluciones Innovadoras para Desafíos de Software», organizada por el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación junto a la Fundación Sadosky.
Matías explicó que la convocatoria buscaba brindar soluciones a demandas específicas de la sociedad a través de empresas, con un financiamiento total de 200 millones de pesos distribuidos entre todos los proyectos seleccionados.
Pero además, esta convocatoria suponía una novedad para les investigadores al tratarse de un presupuesto que daría un incentivo económico a les participantes también. Porque, en general, los fondos son dedicados completamente al desarrollo del proyecto.
Más detalles sobre las SAACs
En cuanto al trabajo realizado, Matías compartió que consistió en dos partes. En primer lugar, optimizaron el proceso de los SAAC para que fuera más rápido para les usuaries.
Este sistema de interfaz, diseñado para personas con discapacidad, permite la comunicación a través de la mirada, utilizando un detector de movimiento ocular conectado a computadoras o tabletas para seleccionar pictogramas y expresarse.
La empresa, ya tenía este producto disponible sin embargo se trataba de un proceso lento, ya que muchas veces se requería de muchos pictogramas a la vez para armar una frase o manifestar algún deseo o inquietud. Es acá donde entraron en acción les investigadores.
“La primera parte lo que hicimos fue optimizar este proceso, o sea, planteamos hacer un predictor de pictogramas; esto como un predictor de palabras bastante simple (como el de Whatsapp, por ejemplo) que se basa en la estadística de las palabras en un corpus de texto determinado”, detalló.
Sin embargo, el proceso fue complejo dado que era un predictor de pictogramas que debía estar pensado para diferentes niveles cognitivos, “gran parte del trabajo fue fue hacer eso”, sostuvo.
En paralelo, parte del proyecto exploró el uso de herramientas avanzadas de Inteligencia Artificial, como modelos de lenguaje generativos combinados con imágenes, para aumentar las posibilidades creativas de les usuaries.
“Lo interesante para nosotros es que muchas veces trabajamos en temáticas muy abstractas y la aplicación concreta no la vemos en el corto plazo”, expresó. Además, de la posibilidad de generar ingresos dentro del Conicet.
El lado B de ser investigador
El Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) fue creado por la Ley N° 1291 el 5 de febrero de 1958 y su primer presidente fue Bernardo A. Houssay, Premio Nobel de Medicina en 1947. Se trata del principal organismo que se dedica a fomentar y financiar la ciencia en Argentina.
Hasta el 10 de diciembre de 2023 funcionaba como un ente autárquico del Estado Nacional bajo la órbita del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación. Y en el año 2022, contó con 11.854 investigadores; 2.992 técnicos, técnicas y profesionales de apoyo a la investigación y 1.500 administrativos y administrativas.
Aunque, la remuneración de les investigadores quedan muy atrás en un contexto inflacionario debido a la burocracia que implican los procesos de concurso, aprobación y ejecución de proyecto.
Cabe mencionar, que el sistema de CONICET es de dedicación exclusiva, lo que quiere decir que no es posible realizar otras actividades que generen ingresos (legales) a excepción de la docencia.
Pese a ello, les investigadores del CONICET son reconocides en todo el mundo por sus contribuciones al avance científico en áreas como: Ciencias Agrarias, de Ingeniería y de Materiales; Ciencias Biológicas y de la Salud; Ciencias Exactas y Naturales; y Ciencias Sociales y Humanidades.