Desde 19 de ayer, las puertas del Movistar Arena se abrieron para dar la bienvenida al público de Eruca Sativa. La banda, que se presentó por primera vez como una formación consolidada hace 16 años en Córdoba, ofreció el espectáculo más monumental de su trayectoria hasta la fecha.
El trío cordobés conformado por Lula Bertoldi, Brenda Martín y Gabriel Pedernera viene dejando su marca en la industria musical desde 2007. Para conmemorar sus 15 años y dar paso al décimo sexto, la noche fue una celebración grandiosa, marcada por un festejo a lo grande.
La entrada al campo, ubicada en Av. Corrientes 6049, se colmó con la presencia de personas que llevaban con orgullo sus camisetas de Eruca. Algunas de shows anteriores y otras más desgastadas por el continuo respaldo al trío de rock en cada lugar que visitan.
De manera simultánea, por la entrada a la platea en Humboldt 450, llegaban más personas que se acomodaban en sus asientos. La brisa fresca de la noche los recibió con un trago en mano mientras aguardaban la apertura, a pesar de que la concurrencia era numerosa.
Que nadie venda nuestro país
Pasadas las 20, grupos de amigues, parejas y familias ya estaban acomodados y listos para disfrutar en vivo del grupo. Se avecinaba el comienzo de una noche que dejó en claro que el hard rock nacional sigue más vigente que nunca.
Pocos minutos después de las 21, les músiques salieron al escenario y comenzó a sonar “Confundiste”. En tanto, el público alzaba sus banderas y lanzaba globos en señal de celebración, al finalizar la canción, apareció el primer texto en las pantallas ubicadas a ambos lados del escenario.
En ese marco, la primera declaración fue contundente: “Que nadie venda nuestro país”, y para reforzar el mensaje, minutos después se enfatizó: “Que nadie venda ni privatice nuestro país”.
Durante los siguientes temas, como “Blanco”, “El genio de la nada” y “Sola en los bares”, la euforia fue total. El repaso de sus éxitos continuó, y después de “Abrepuertas”, una sorpresa arrancó sonrisas entre les presentes: interpretaron “Marea”, una canción que forma parte del disco que lanzarán el próximo año, en 2024.
El bajo de Brenda recorrió la pasarela que dividía el campo en dos y llevaba a un segundo escenario. Lula también se acercó a sus fans, ya que si hay algo que los caracteriza es su interacción con todos sus seguidores.
Entre gritos, saltos y la batería de Gaby, canción a canción se mantenía el ritmo. Además, los solos de bajo con la magia de Martín y la guitarra y voz de Bertoldi encendían a todo el estadio repleto. Fue así como resonaron temas como “Sorojchi”, “El balcón”, “Marca tus marcas” y “Ojalá”.
El clima se fue preparando para uno de los momentos más emotivos con las canciones “Justo al partir” y “Caparazón”, escrita por Lula y dedicada a su hijo. Mientras tanto, las pantallas continuaban mostrando textos, algunos con versos de sus canciones y otros de autores como Cortázar.
El rock como grito político
Con las luces tenues, se aproximó otra sorpresa: les músiques se trasladaron al escenario B del Movistar Arena y quedaron más cerca del público. Bajo la canción “Para que sigamos siendo”, brindaron otro mensaje para los tiempos venideros: “Memoria, Verdad, Justicia”, gritó Lula, mientras que en la pantalla se leía: “Son 30 mil”.
Aún en el segundo escenario, interpretaron “Por quienes vendrán” y “Chacarera del primer día”, marcando así el fin de ese momento más íntimo entre Eruca y su público. A oscuras, regresaron al escenario principal con la introducción de un invitado especial.
La armónica de Franco Lucciani comenzó a sonar, volviendo a emocionar a todes y dando paso al tema “Amor ausente”. Luego siguieron con “Creo”, “Tarara”, “Armas gemelas” e “Inercia”, todo ello ante un estadio lleno.
En este momento, Lula aprovechó para agradecer el acompañamiento del público: “Cerrando nuestros 15 años y abriendo nuestros 16”, dijo. Además, añadió: “Las canciones nos unen y unidos somos más fuertes. Gracias por dejarse empapar de estas canciones”.
“Esperamos que sigan escuchando su corazón para hacer lo que les gusta, lo que aman y que cuiden al que tienen al lado”, concluyó con emoción mientras un abrazo envolvía a todo el Movistar.
Cerca del final, interpretaron “Magoo”, uno de los primeros éxitos de la banda, seguido por “Fuera o más allá”, “Queloquepasa” y “Baba”. Sin embargo, el cierre se prolongó debido a la insistencia del público por “una más”. Así que regresaron a sus posiciones y cerraron con una última canción al grito de “el que no salta votó a Milei”.
Alegría, emoción, euforia, pero también lucha y crítica social fueron algunos de los condimentos del festejo más esperado para el trío cordobés. Una noche para recordar que el rock, hoy más que nunca, es una respuesta política.