Creada el 27 de noviembre de 1973, la educación para jóvenes adultes y adultes mayores cumplió medio siglo de existencia. Gracias a esta política educativa, numerosos estudiantes que, por distintas causas, no pudieron completar sus estudios en el tiempo previsto, accedieron al título primario y secundario.
En dicha fecha, durante la tercera presidencia de Juan Domingo Perón, se fundó en el distrito bonaerense la Dirección Provincial de Educación de Adultos (Decreto 4626/73). Por esta razón, cada año, se conmemora esta propuesta que le permitió autonomía a una modalidad que hasta ese entonces dependía de las escuelas primarias.
La Educación de Jóvenes y Adultos (EDJA) llevó a cabo sus festejos, durante la última semana, por medio de distintos actos y jornadas. Las celebraciones de esta política pública y popular se desarrollaron en diversos establecimientos e instituciones de la Provincia de Buenos Aires.
Aparición y derrotero de la educación de adultes
En este contexto y a propósito del cincuentenario de la educación para adultes, el profesor e investigador de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires (UBA), Roberto Elisalde, reseñó para la agencia de noticias Télam un breve recorrido histórico de la modalidad pedagógica.
En su texto, el académico describe las idas y vueltas que atravesó la propuesta educativa durante distintos períodos políticos y sociales. Desde su creación, en el marco de una perspectiva popular de la educación de adultes, y la posterior intervención de la Dirección Provincial durante la dictadura cívico militar de 1976 – 1983 que incluyó persecuciones a docentes y estudiantes.
Más tarde, durante la década del 90, la modalidad sufrió “la reforma educativa de inspiración neoliberal que trajo como consecuencia el deterioro institucional y la pérdida de identidad […] Este proceso tuvo una fuerte resistencia por parte de los docentes y sus gremios”, recuerda Elisalde en su trabajo.
Luego de la crisis del 2001, “la retracción del Estado y deterioro de la EDJA generó la reacción de numerosos movimientos sociales”. En este sentido, el docente apunta que “organizaciones sociales y equipos de educadores de universidades públicas, asumieron la creación de “Bachilleratos populares para jóvenes y adultos”.
El objetivo de esta iniciativa era “que la población expulsada de las escuelas retomara sus estudios desde la perspectiva de la educación popular, señalando como objetivo la formación de sujetos críticos y comprometidos con la realidad de sus comunidades».
“En esta dirección hacia el 2008/10 se implementó un Plan Nacional de Finalización de Estudios Primarios y Secundarios (FINES), que también contó con la articulación de numerosas organizaciones territoriales, especialmente del conurbano bonaerense”, detalla el educador.
Los distintos festejos y el programa en las cárceles
Entre las celebraciones de este año, cabe destacar, el acto central de conmemoración en la Ciudad de La Plata. Por su parte, en el distrito Zárate-Lima-Escalada, los festejos comenzaron en Lima la semana pasada y finalizaron este miércoles en Zárate.
En la actualidad, la educación de jóvenes y adultes incluye unas tres mil personas que concurren a escuelas primarias y de enseñanza media para adultos en el Partido de Zárate. La modalidad, además, cuenta con servicios fuera de las sedes barriales; con Educación a Distancia y con Plan Fines.
Un caso significativo, es el de la Escuela de Educación para Adultos N° 705 que funciona dentro de la Unidad Penitenciaria número 13 de la Ciudad de Junín, que tiene representación en las otras dependencias carcelarias.
En este ámbito, se celebró la propuesta educativa en tanto que posibilita “una herramienta para facilitar un proceso de aprendizaje, y como eje del reconocimiento a la modalidad, de las escuelas en Contexto de Encierro”.
Perspectivas y desafíos de la modalidad educativa
Respecto del presente, el historiador aquí citado, señala que “hoy, a 50 años de la creación de la Dirección de Adultos, los CENS conveniados, los Bachilleratos Populares y el FINES, organizados en momentos y con alcances diferentes, constituyen parte de un amplio y heterogéneo abanico de propuestas de formación”.
“Entre desafíos, conquistas y tareas pendientes se destacan, mayoritariamente, las metas de la educación pública y popular, basadas en históricas tradiciones cooperativas y solidarias de la EDJA de cuño freiriano” (en referencia a Paulo Freire, pedagogo brasilero).
En este sentido, Roberto Elisalde sostiene que estas metas y objetivos “aspiran lograr una formación integral para el trabajo y la educación superior. Sin duda que es mucho lo que aún queda por hacer, y así lo debaten, construyen y lo hacen saber sus protagonistas de manera cotidiana y permanente”.