«The only way out is through«, es el último corte discográfico de Jin Yerei, quien se destaca en la escena musical folktrónica. Este músico y productor nos invita a explorar paisajes sonoros que nos transportan a un universo de melodías etéreas. Para conocer más de esta nueva propuesta, Nota al Pie dialogó con el artista.
Durante los últimos 5 años, este músico y productor ha sido un referente en la promoción y difusión del innovador sonido latinoamericano. «Off the Grid«, la pista principal del álbum, encapsula la propuesta musical vanguardista de Jin Yerei al combinar ritmos africanos con matices del dub techno espacial.
Esta composición nos sumerge en un viaje emocional que refleja los variados y extensos paisajes de Argentina, desde momentos hipnóticos hasta acordes típicos del violín.
Jin Yerei ¿Cómo fueron tus inicios con la música?
Mi historia con la música es algo raro que surge de la nada prácticamente. Me regalan un piano Casio cuando era chico y de ahí empecé a canalizar cosas. Y de más grande tomó más relevancia porque siempre fui melómano además de querer ser músico. La música siempre estuvo primero para todo, es lo que me hace bien y es lo que me termina dando un poco de sentido a esta vida surreal que vivimos hoy en día.
¿Qué lugar ocupa la música en tu vida?
Lo que representa para mí hoy en día, es la libertad absoluta, el libre albedrío, lo que está en el gris de la existencia, lo que viste y lo que desviste al cuerpo. Siento mucha paz cuando escucho música que me gusta y eso habla un poco de las emociones humanas, de cómo se desenvuelven si estamos en un ambiente bonito escuchando algo que nos gusta.
Te destacás en el género de la folktrónica, ¿Cómo combinás la historia musical de América Latina con un enfoque moderno en tu música?
Me pasó que en un momento de mi carrera estaba haciendo música electrónica, pero con raíces en ciudades afroamericanas (Detroit, Chicago), cuando en realidad yo soy de Buenos Aires, del conurbano, Munro. Y acá voy a la carnicería y se escucha cumbia, chacarera, no suena nunca Robert Hood. Entonces la pregunta vino en Chile en 2012, en esa época hablar de techno latino era mala palabra, mezclar cumbia y electrónica era un sacrilegio.
Más adelante por 2015 encontré gente que sí estaba un poco más con mi idea rupturista y creamos un sello que se llamó Fértil Discos. Ahora editan cualquier cosa, pero en su momento supimos pushear el sonido vanguardista de la folktrónica, esa cruza de electrónica y música folk que tanto nos gusta.
¿Qué nos podés contar sobre tu último álbum, “The only way out is through”?
Es un disco profundo con varias capas, está pensado para la escucha profunda más que para la pista de baile, así que podrás imaginarte que tiene otras cadencias, otras búsquedas sonoras. Más que nada la madurez de los 35 que llegaron después de un par de golpazos emocionales y me acomodaron las ideas para empezar a cerrar un disco que para mí es de lo mejorcito que hice, a nivel compositivo, pero también de a donde uno puede llegar con lo que desea.
¿Cómo creas esa fusión única entre lo natural y lo sintetizado en tus canciones?
Trato de no seguir mucho un método, cada etapa voy cambiando, pero me encanta hacerlo bastante lúdico al concepto de composición, probar, equivocarme, componer desde el lado de las emociones.
¿Cómo describirías la experiencia de llevar tu música a diferentes audiencias y escenarios alrededor del mundo?
Me encanta compartir mi música con gente de otros lugares, con diferentes idiosincrasias. Es algo que siempre suma y se va poniendo mejor y me ha pasado de tocar en lugares increíbles como en Fusion, Alemania o en el Museo Reina Sofía de Madrid, como en el CCK acá y cada vez fue diferente, es algo que es casi surreal el tocar en vivo.