El pasado 19 de noviembre, el candidato de La Libertad Avanza (LLA), Javier Milei, fue electo presidente con el 55% de votos. Tras su victoria, el libertario comenzó a reconfigurar el escenario político de la transición para dar paso a un gobierno que promete cambios profundos en la Argentina.
La incertidumbre post elecciones se tradujo en especulación por parte de los formadores de precios, quienes, tras los resultados, dieron por finalizado el acuerdo Precios Justos. En consecuencia, sólo el martes los precios de alimentos y productos básicos registraron aumentos de más del 40%.
Cabe destacar que el sector de los combustibles y los medicamentos de fabricación nacional habían acordado con el gobierno saliente el aumento moderado de sus precios. Ahora, y más aún a partir del 10 de diciembre, no habrá control de precios a pesar de que la inflación está en un nivel altísimo.
Un difícil primer semestre
En cuanto a la reacción del mercado cambiario, no detectó mayores fluctuaciones y espera el día de la asunción presidencial de Milei. Es probable que, en sus primeras semanas de gobierno, el libertario implemente una devaluación del tipo de cambio oficial, lo cual tendrá un fuerte impacto en los precios del mercado interno.
En este sentido, algunas consultoras anticiparon que, con las políticas monetarias anunciadas, la inflación podría superar el 20% mensual por lo menos durante los primeros meses de 2024.
Fue el propio Milei quien anunció esta semana que su plan económico consiste en un “ajuste de shock” y que habrá que soportar “6 meses duros”. Aunque, por el camino contrario, afirmó: “Esto no lo va a pagar la gente de bien, sino la política, los empresarios prebendarios, los medios corruptos y los profesionales que dependen de los políticos”.
Milei y su primera gran rosca política
Gran parte del plan económico del gobierno libertario, que comprende la resolución de la deuda de las Leliq, la eliminación del cepo cambiario y la dolarización, fue cuestionado hacia el final de la semana cuando Milei tuvo que iniciar negociaciones sobre la composición del Gabinete de Ministros con el dirigente del PRO, Mauricio Macri.
Así, el expresidente se acercó al nuevo mandatario para reclamar sus deudas, conforme a lo acordado en el denominado Pacto de Acassuso después de las elecciones generales. En ese momento, Macri ofreció a Milei su respaldo público y el aparato de fiscalización de su partido a cambio de nombramientos para sus seguidores en el gobierno de LLA.
Luego de idas y vueltas en la negociación, se definió que Emilio Ocampo, el hombre clave para implementar la dolarización, no estará al frente del Banco Central de la República Argentina (BCRA), como se especulaba en un principio.
En su lugar, el nombre que más suena para el puesto es Demian Reidel, quien fuera miembro del Directorio de dicha entidad durante el macrismo. Además, es allegado a Federico Sturzenegger, presidente de la autoridad monetaria entre 2015-2018 y para quien Macri también reclama un cargo importante.
Sin embargo, la noticia más trascendental sobre la futura conformación del gabinete es la probable designación de Luis “Toto” Caputo como ministro de Economía. Este último ocupó el cargo de ministro de Finanzas durante la gestión macrista, siendo impulsor del “bono a 100 años”, del préstamo solicitado al Fondo Monetario Internacional (FMI) y uno de los responsables del default en pesos del 2019.
Además, otro de los protagonistas del denominado 28D: una conferencia de prensa del 28 de diciembre de 2017, donde se interpretó una violación a la autonomía del BCRA debido a la presión del Poder Ejecutivo para corregir la meta de inflación. Esta fecha fue determinante porque generó una gran desconfianza en los mercados y terminó siendo una señal de la crisis económica que se desató hacia 2018.
Al respecto, Milei (todavía candidato) declaró que “parte de los recursos del FMI se los patinaron en el Banco Central, para salvar a los que quisieron ocultar el desastre del 28 de diciembre de 2017”. No obstante, ahora sostiene que “Caputo está en condiciones de resolver los problemas monetarios y cambiarios que tenemos”.
¿A quiénes beneficiaría el gobierno de Milei?
El sector público será quien sufra el ajuste en carne propia. Milei reiteró que, además de recortar la estructura de la administración del Estado y eliminar la obra pública, privatizará las empresas estatales, incluida Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF).
Mientras tanto, les consumidores ruegan por la estabilidad económica, el sector industrial espera que la eventual apertura comercial no perjudique la producción nacional, y les actores del campo reclaman que no fueron nombrades ni convocades por el presidente electo.
Por otro lado, el sector petrolero, gran financista de la campaña de LLA, sí recibió varios guiños del líder libertario. Posiblemente, Milei designe a un miembro de Tecpetrol (petrolera que pertenece al Grupo Techint), Horacio Marin, al frente de YPF.
Marin es un hombre de confianza del CEO de Techint, Paolo Rocca. Se especula que el multimillonario tiene un fuerte interés en avanzar sobre el 51% de las acciones de la petrolera de bandera que son estatales.