En el mundo del fútbol muchos protagonistas se ganan el derecho de asumir el nuevo rol de técnico gracias a sus propias tácticas e ideologías deportivas. No obstante, algunos pocos logran el privilegio de cambiar de profesión y llegar a cualquier institución sin cuestionamientos previos. En ese sentido, en 2008, Diego Armando Maradona tomó las riendas de la selección argentina, a pesar de no haber sido la opción predilecta de les hinchas.
Un 19 de noviembre pero de hace 15 años atrás, menos de un mes después de su confirmación oficial, “Pelusa” debutó como estratega albiceleste en un amistoso ante Escocia. Con el Hampden Park como el escenario del encuentro, Argentina se impuso por la mínima frente a un rival más que significativo en la carrera del “10”. Resulta que ante el conjunto británico y en el mismo estadio, Maradona anotó su primer gol con la camiseta celeste y blanca.
En aquella oportunidad, la Albiceleste venció con gol de Maximiliano Rodríguez, una de las debilidades del técnico a lo largo de su trayectoria. Con el aval de Julio Grondona, presidente de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), Maradona le ganó la pulseada a otros apellidos. De hecho, algunos corrían con más consideración para los directivos y los propios aficionados. En tanto, su primer partido por los puntos fue en 2009 por las Eliminatorias Sudamericanas rumbo al Mundial 2010, con victoria como local por 4-0 ante Venezuela.
Una alternativa inesperada frente a todos los pronósticos
El “Diez” arribó a la Selección para suceder a Alfio Basile, quien no tuvo un gran segundo ciclo al frente del seleccionado mayor. El “Coco” no pudo repetir los éxitos y buenos resultados de su primera etapa durante el inicio de la década de los 90. Además, su relación con los jugadores se deterioró cada vez más y lo notó en la mayoría de las concentraciones. Una seguidilla de malas actuaciones, incluida la primera caída ante Chile en Eliminatorias, decantó su salida.
De todos modos, un par de años más tarde de su renuncia el propio Basile ventiló el motivo de la misma. “No me fui del seleccionado porque tuviera problemas de vestuario. No era con los jugadores la cosa. Me cansé de tanto franeleo”, explicó. A lo que agregó: “Por dignidad debía irme, pero lo lamenté muchísimo, porque mi sueño era dirigir en otro Mundial”. Con el cargo de técnico vacante, empezó la famosa danza de nombres en la AFA.
Como era su costumbre, Grondona se desligó del resto de los directivos y se encerró en las conversaciones con sus hijos, Humberto y Julito. Es así que levantó el teléfono para llamar a Maradona y ofrecerle el puesto, a pesar de que Carlos Bianchi era el más solicitado en los cánticos populares. El “Virrey” era la opción más elegida por el pueblo futbolero, pero en el pasado ya había rechazado el cargo en más de una oportunidad, y eso le jugó una mala pasada.
Con miedo a otra rotunda negativa, los Grondona le cerraron la puerta al ex DT de Boca Juniors, quien lamentó tiempo después haberse quedado con las ganas de recibir el llamado. Asimismo, los hijos del ex mandatario forzaron un nuevo vínculo entre su padre y Carlos Bilardo, con quien estaba distanciado. A partir de esa nueva relación y con el “Narigón” como Director General de las Selecciones, se empezó a orquestar la llegada del nacido en Lanús.
“Ganarle a Bianchi es como vencer a Mike Tyson o Carlos Monzón”, indicó Maradona tras su elección. A pesar de que la oficialización se conoció dos días después, Pelusa confirmó la noticia el mismo día que se reunió con Bilardo y Grondona, misma fecha de su 48° cumpleaños. Más allá de tener todo encarrilado, cuando el “Diez” anunció su contratación, restaban algunos detalles enfocados a la conformación del cuerpo técnico, aunque había varios nombres sobre la mesa.
El primer gran paso
Con la figura principal ya contemplada, todos se enfocaron en el armado de su equipo de trabajo. Grondona pretendía que Sergio Batista se uniera como una dupla técnica de Maradona, método que conformó en sus únicas dos experiencias previas, Mandiyú y Racing. Sin embargo, ese par nunca se logró transformar en realidad. De hecho, en aquella junta entre las tres partes en Puerto Madero se mencionaron otros nombres para acompañar al Diez: José Luis Brown, Pedro Troglio, Fernando Gamboa y Alejandro Mancuso.
Más allá de varias idas y vueltas de opiniones, la primera vez que Maradona se calzó el buzo con el escudo argentino, estuvo acompañado por el “Tata” y el “Checho”. Incluso, en ese mismo momento el propio técnico dijo que “se cierra acá” en referencia a la conformidad de su cuerpo técnico. De todos modos, con el paso del tiempo todo se modificó y hubo cambios de apellidos. Batista se quedó en los Juveniles y luego se sumaron Héctor Enrique y Mancuso.
Una vez que inició el duelo en suelo escocés, también comenzó el sueño mundialista con Maradona y Lionel Messi como protagonistas. Sin embargo, el camino a la Copa del Mundo fue muy sufrido con un gol agónico de Martín Palermo en la anteúltima jornada clasificatoria ante Perú y bajo una lluvia torrencial. En la cita mundialista, Alemania vapuleó 4-0 a Argentina en cuartos y finalizó el ciclo de Maradona. En total, con el seleccionado el DT cosechó 25 partidos, con 18 triunfos, siete caídas, ningún empate y el 72% de efectividad.
El día después de la oficialización
Con la confirmación de Maradona como nuevo entrenador del seleccionado nacional, se esperaba que recibiera flores. Pero, en cambio, sufrió varias críticas por su elección.
Molesto por varios comentarios polémicos por su falta de experiencia en el cargo, volvió a calzarse el buzo de DT tras 14 años, el “Diez” respondió fiel a su estilo. “Se habla de mi inexperiencia pero tengo veintipico de años en la selección argentina”, inició su descargo.
“Por eso me causa gracia cuando hablan de inexperiencia”, agregó sobre el malestar de su designación. Además, en aquel entonces también reafirmó una de sus míticas frases al señalar que “por la Selección deja todo”.
Incluso, sentenció que “en el fútbol está todo inventado” y que no se preocupen porque “tenía a Bilardo al lado”. Por otro lado, Maradona indicó: “No creo que nos sorprendan con nada”, en alusión a que sentía que sus conocimientos futbolísticos estarían a la altura de las circunstancias.
“Se dio en el momento adecuado”, enfatizó Maradona en una rueda de prensa en la puerta de su casa de Ezeiza. A lo que añadió: “Estoy muy tranquilo y sé que tenemos un material increíble como para hacer que la Argentina sonría viendo jugar a la Selección”. En tanto, argumentó que su arribo al seleccionado y el embarazo de su hija Giannina, novia en aquel momento de Sergio Agüero, “son los dos regalos más lindos” que le dio la vida.
Lo último lo sostuvo como dos grandes momentos después del nacimiento de sus hijas, quienes siempre las consideró como sus dos grandes motivaciones. Por último, y en consecuencia con su nuevo aniversario de vida, explicó que “es el regalo que tanto quise, tanto soñé y tanta ilusión me trae, porque esto pone feliz a mis viejos”. De este modo, “Pelusa” arrancó el objetivo que se propuso de ayudar Messi a levantar una Copa del Mundo con una experiencia previa de 23 partidos dirigidos, con 3 victorias, 12 igualdades y ocho derrotas.