El conflicto entre Israel y Hamas escaló a nivel mundial desde el día cero. Y uno de los grandes protagonistas de conflictos internacionales siempre es Estados Unidos. Esta vez, la nota la dio una persona durante un discurso del presidente Joe Biden, quien vio interrumpido su acto porque alguien le pidió el alto al fuego en Gaza.
El mismo día circuló un video en el que se le hace a Biden un planteamiento similar: “¿Cuáles son las perspectivas de un alto el fuego en Gaza?”, le preguntaron, a lo que el líder estadounidense respondió: “Ninguna, ninguna posibilidad”.
El jueves, el gobierno de Estados Unidos informó que el Ejército israelí implementará pausas en su ofensiva por cuatro horas diarias en el norte de la Franja de Gaza. Sin embargo, el propio presidente Biden afirmó que habría pedido “una pausa más larga”.
La intención de las pausas es permitir que los civiles puedan escapar de la zona y buscar refugio en lugares más seguros. En ese marco, Estados Unidos calificó la medida de “paso significativo” tras semanas de ataques aéreos y terrestres contra Gaza.
En una conferencia con periodistas, el portavoz del Departamento de Defensa de Estados Unidos, John Kirby, informó: “Israel nos ha dicho que no habrá operaciones militares en estas áreas mientras dure la pausa y que ese proceso comienza hoy”.
En tanto, mientras el conflicto entre Israel y Hamas continúa, cerca de 2000 activistas propalestinos se manifestaron en las escalinatas de la sede principal de la Biblioteca Pública de Nueva York para pedir el fin de la guerra en la Franja de Gaza y denunciar la ocupación de Israel.
Una situación que se descontrola
Por estas horas, el conflicto en Medio Oriente continúa en aumento. Este fin de semana cientos de residentes irrumpieron en almacenes y centros de distribución de ayuda de Naciones Unidas, ubicados en el sur y en el centro de la Franja y se llevaron harina y otros suministros básicos, como artículos de higiene.
El pasado 7 de noviembre, se cumplió un mes desde el ataque de Hamas, que dejo un saldo de más de 1.400 muertos, en su mayoría civiles palestinos, y centenares de rehenes en manos del grupo islamista islámico.
Desde entonces, las Fuerzas de Defensa de Israel bombardean Gaza, lo que provocó la muerte de al menos 11.078 palestinos en los distintos ataques israelíes. Más de un tercio de los fallecidos, 4.506, son menores de edad. Por su parte, el número de desplazados se estima en 1,5 millones.
Este último dato fue proporcionado por Lynn Hastings, coordinadora para el proceso de paz en Medio Oriente de las Organizaciones de Naciones Unidas (ONU). Dicha cifra representa uno de los mayores desplazamientos palestinos de la historia.
Ante este contexto hostil, la ONU afirmó que los desplazados “se enfrentan a una situación humanitaria terrible y luchan por conseguir las cantidades mínimas de agua y alimentos para sobrevivir”.
Además, de acuerdo a testimonios de una corresponsal en Gaza, “miles de personas han llegado al sur de Gaza, realizando un viaje muy complicado, en un clima inusualmente caluroso. Pero donde estoy, ya no hay espacio para la gente”.
Las palabras de la corresponsal dan testimonio de la terrible situación humanitaria que se vive en la Franja. Allí, miles de personas se vieron desplazadas por los bombardeos israelíes y obligadas a buscar refugio en el sur de Gaza, donde las condiciones son muy difíciles.
“Hay muy poca ayuda, agua y comida, es un verdadero problema. La situación aquí está al borde de la catástrofe”, contó la periodista, al tiempo que agregó: “La ciudad está abrumada por el número de refugiados”.