Desde tiempos inmemoriales se concibe al fútbol como una extensión de la humanidad dentro de la mayoría de las sociedades, y en Argentina no es la excepción. El país entero especula sobre lo que pasará el próximo 19 de noviembre en el balotaje y lo que puede generar la victoria de Javier Milei. En ese sentido, hinchas de los clubes del ascenso y de diversos puntos geográficos se unificaron para evitar un drástico cambio en el deporte.
La iniciativa se debe a que el líder de La Libertad Avanza (LLA) pretende que las distintas instituciones deportivas se transformen en sociedades anónimas vinculadas al mercado. Es así que el fuerte arraigo de pertenencia, la pasión y los diversos valores que se aprenden dentro del ambiente del deporte por excelencia, puede cambiar en los próximos días.
Este enfoque político revuelve los recuerdos de la época en la que Mauricio Macri buscó lograr el mismo objetivo. El ex mandatario estaba de acuerdo con la modificación de la estructura civil de los clubes para acoplarse al nuevo sistema empresarial dentro del fútbol. En la actualidad, los ejemplos más claros de instituciones deportivas transformadas en sociedades anónimas son el Manchester City, Chelsea y Paris Saint Germain.
Les verdaderes hinchas buscan salvar sus clubes
De cara al balotaje, simpatizantes de diferentes clubes del ascenso y barriales se unieron en defensa de los mismos. Por esta razón, realizarán diversas acciones como la publicación de comunicados, convocatorias, pasacalles o cartas. De este modo, les aficionades buscan salvar el deporte nacional y concientizar sobre el riego que implica votar a Milei.
En este marco, Nota al Pie dialogó con Pascual Calicchio, fanático del club Ituzaingó. Para comenzar, se refirió a las visiones de Milei y Macri respecto a la transformación de los clubes en sociedades anónimas. “Son contextos distintos. Hoy Macri tiene más poder en la FIFA y puede incidir más en el proceso, beneficiando solo a los clubes más grandes”, sostuvo.
A su vez, enfatizó en el mal que les haría este cambio de identidad a las diversas instituciones barriales. “Pone en jaque la cultura de nuestros clubes que son asociaciones civiles, sostenidas por los socios que eligen democráticamente sus autoridades”, resaltó.
En esa línea, aseguró que son espacios “donde nuestros pibes y pibas se socializan, comparten, en muchos casos se alimentan y están por un rato fuera de la calle”. A lo que añadió: “Si no se pueden pagar, siempre se encuentra una forma de que sigan en el club”.
Asimismo, explicó que lo que busca Milei borra todo aquello que enseñan los clubes: compañerismo, sociabilidad y colaboración. “Una parte del debate es cultural y de valores, no solo económica. Son dos formas de entender lo comunitario”, indicó. Por último, el fanático de zona oeste sostuvo que “hay dos niveles” en referencia a si se concreta el cambio. “Por un lado, los clubes grandes que están en primera y pueden conseguir grandes inversores; y por otro, el resto que no tendrían esa posibilidad. Veremos que lógica triunfa”, señaló.
Distinta época, misma postura
Como si de un deja vu se tratara, Milei pretende implementar la política que quiso encaminar Macri cuando fue el máximo mandatario de Boca Juniors (1995-2007). El libertario no es ajeno al mundo del fútbol, ya que fue arquero de Chacarita; sin embargo, en la actualidad maneja otros intereses para el ámbito deportivo acordes a la ideología del ex presidente argentino.
Cabe mencionar que el vínculo Macri-Milei en Boca tiene un nombre en común: Alberto Salvestrini. Este tercer apellido de la ecuación fue importante en los primeros años de presidencia del referente de Juntos por el Cambio en la institución. Incluso, ocupó varios cargos como la subcomisión del hincha, y hasta se relacionó de manera ilegal con el barra Rafael Di Zeo.
Más allá de su acercamiento con un peso pesado del lado ilícito del club, Milei lo considera parte de su partido político. El candidato presidencial apunta que Salvestrini sea el nuevo legislador de la Ciudad, para que el fútbol se adapte a la ideología del mercado. Con una postura en contra de las asociaciones sin fines de lucro, el economista ya dio indicios de lo que pretende para el fútbol nacional.
En septiembre, cuando pensó que ganaba en primera vuelta, el político retuiteó una nota de Guillermo Tofoni, un empresario que busca aumentar sus ganancias en el fútbol. “Será una oportunidad única para crear una ley para el management de los clubes con inversiones nacionales e internacionales”, expresó el controversial capitalista. A su vez, agregó que era “una asignatura pendiente en el fútbol argentino”.
Bajo la misma línea, quien se encargó de organizar diversos amistosos de la Selección Argentina por algunos años mencionó los casos de Blanquicelestes SA y Mandiyú. Aunque ambas instituciones quebraron debido a la peor crisis de su historia, Tofoni comentó que fueron “a medias tintas” y que debía haber garantías económicas y jurídicas. Si Milei continúa por esta senda mercantil, el fútbol argentino sería una franquicia como la marca Red Bull, la liga mexicana o la estadounidense.
No es el único
Hace unas semanas, el postulante a la presidencia argentina recibió un apoyo impensado. La diputada por la Provincia de Buenos Aires, Juliana Santillana, alentó un proyecto de ley para efectivizar la llegada de las Sociedades Anónimas Deportivas (SAD). “La industria del fútbol no es ajena al esquema de atraso general de la Argentina, en materia de inversión privada, nacional e internacional”, sostuvo.
En tanto, mencionó la posibilidad de privatizar los clubes: “La dolarización reconfigurará los esquemas de inversión y crecimiento. Hay que abrir y dejar entrar”. Como si fuera poco, Santillana aseguró que Tofoni es uno de sus asesores para la Cámara Baja. El propio empresario confirmó que no se conforma con eso y se presenta a diferentes reuniones como “el hombre de Milei en el fútbol”.
La alternativa
Por otro lado, el contrincante político de Milei, Sergio Massa, también involucró al deporte en su candidatura. El candidato de Unión por la Patria (UP) enumeró sus planes para el fútbol argentino. En primer lugar, subrayó que insistirá en “la vuelta de los visitantes”, lo que representaría una imagen que las nuevas generaciones futboleras aún desconocen.
A su vez, el político resaltó una medida que puede tomarse en el corto tiempo, sin la necesidad de esperar al próximo 10 de diciembre. Resulta que buscará concretar el famoso decreto 1212/03, el cual le garantiza a los clubes un régimen especial de exenciones impositivas.
El mismo tenía validez hace una década, pero durante la gestión macrista se exhumó como intento de quitarles recursos a los clubes para mejorar las cuentas fiscales. Esta normativa representa un respiro para las asociaciones sin fines de lucro. De igual modo, la medida abarcaría desde los sueldos de los jugadores, cuerpos médicos y auxiliares de los planteles; ya sean equipos de la élite del fútbol argentino como cualquier otra categoría de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA).