Este sábado 11 de noviembre, les trabajadores despedidos de Garbarino cumplen 2 años de lucha, luego del despido injustificado por el cual aún no percibieron ni indemnizaciones ni sueldos atrasados. En ese marco, buscarán visibilizar su situación a través de una manifestación virtual y audiovisual que mostrará las dificultades que atraviesa cada une. Además, se sumarán a una marcha de trabajadores pautada para el 9 de noviembre.
En dialogó con Nota al Pie, Gabriel Yapura, dirigente de les empleades en lucha, comentó que se sumó una nueva circunstancia en la problemática. Los hermanos Omar y Gabriel Garbarino solicitaron que la empresa concursada, que se encuentra dirigida por Carlos Rosales, desaloje el local ubicado en Av. Cabildo y Juramento.
Los hermanos Garbarino realizan la denuncia en carácter de responsables de la sociedad Linnipeg S. A, propietaria de la sucursal antes mencionada. Así también, esta empresa es la encargada del depósito ubicado en el barrio de la Tablada, donde se guarda la mercadería que pertenece a Garbarino y a Compumundo.
En relación a ello, les trabajadores descubrieron recientemente que en algunas sucursales de Compumundo se instaló cartelería que anuncia a Garbarino como una marca más en la venta de productos electrodomésticos. En ese sentido, se estableció la sospecha acerca de la facturación que en realidad está percibiendo la empresa.
Pagos insulsos
La problemática de les empleades inició en la época pandémica, en la cual se acumularon 9 meses de deuda por sueldos. Por ese entonces, el personal se presentaba a trabajar a pesar de no tener obra social ni ART (Aseguradora de Riesgos del Trabajo) que los respalde.
Para el 11 de noviembre de 2021 fueron despedidas 3800 personas que hasta al día de hoy continúan en una situación de vulnerabilidad extrema, sin ninguna respuesta por parte de la empresa.
En la actualidad, según diversos informes compartidos por Yapura, Garbarino depositó la suma de $586.469,07 para el pago a les empleades por el período que comprende a septiembre de 2023. De dicho monto, el personal recibió la ínfima suma de $20 a $100.
En su momento Yapura informó a Nota al Pie que las 4 sucursales que la empresa tenía activas recaudaban $78 millones de facturación y pagaban a les empleades $200 o $1000 en el mejor de los casos.
Por otro lado, la sindicatura estableció que las autoridades de la empresa concursada no cumplen con los presupuestos y objetivos indicados, ya que no incrementan la actividad para revertir la situación económica y comercial.
Desde los gremios informaron que se continuará con el prorrateo a pesar de ser una “labor absolutamente antieconómica” para les suscriptes, el Juzgado y el Banco de la Ciudad de Buenos Aires; además del nulo beneficio que significa para les acreedores laborales.
Empresas off shore
Les empleades aseguran que la situación fue provocada por los hermanos Garbarino, en complicidad con su CEO de aquel entonces, Carlos García. Estas tres personas habrían montado empresas off shore en paraísos fiscales para sacar los recursos, bienes activos que generaron los trabajadores años tras años.
“Fueron muchos años de saqueo constantes con el aval de los gobiernos de turno, especialmente desde del 2015 donde las restricciones para la fuga de capitales fueron cada vez menos o nulas”, explicó uno de los comunicados de les trabajadores.
A mediados del 2020, Garbarino ya se encontraba al borde de la quiebra. Para resolver la situación la empresa se propuso vender el retail a Carlos Rosales, con el apoyo de Armando Cavallieri secretario general de la Federación de Empleados de Comercio (FAECYS) y el gobierno como garantía.
La transacción no significó ninguna solución. La empresa no se recuperó y menos aún se saldó lo que corresponde a les empleades. En ese sentido, les trabajadores sostienen que Rosales se encargó de terminar el trabajo sucio que empezaron los hermanos Garbarino.