El litio continúa siendo uno de los minerales que genera mayor conflicto de intereses en la Argentina. Por un lado, numerosos pueblos originarios se oponen a su explotación por las graves consecuencias al medio ambiente. De la misma forma, se pueden encontrar organizaciones civiles que defienden los recursos naturales.
Esto lo exponen a través de denuncias con el fin de que se cumplan las leyes de regulación gubernamental en pos de un desarrollo industrial sustentable. Por otro lado, están las diversas empresas extranjeras que buscan obtener importantes ganancias a costas del suelo y la población colindante a los sitios de explotación.
En un nuevo caso que reaviva el debate sobre su usufructo, integrantes de la comunidad Tusaquilla, en la Provincia de Jujuy, denunciaron esta semana a través de un video otro intento de extracción de litio.
Según una de las integrantes del colectivo, una empresa minera se reunió con referentes de la comunidad Agua Rica para informar sobre el impacto ambiental de la extracción del mineral.
El hecho sería incorrecto de acuerdo al protocolo que firmaron todas las comunidades que habitan en las Salinas Grandes y la Laguna Guayatayoc. El acuerdo llamado Huellas de Sal expresa cómo deben actuar las comunidades frente a los casos de empresas mineras que quieran extraer litio.
Una de las cláusulas manifiesta que todes les integrantes de los pueblos originarios deben ser informades y dar su consentimiento. En este caso, miembres de Tusaquillas consideran que no se cumplió con el acuerdo y que hubo complicidad por parte de la comunidad de Agua Rica.
En comunicación con Radio Nacional, la integrante de Tusaquilla comentó que repudian la reunión que se llevó a cabo debido a que fue convocada por la comunidad Agua Rica sobrepasando sus derechos. “Solo se citó a determinadas personas, sin embargo, debieron hacerlo a toda la comunidad. Violan nuestros derechos, por eso repudiamos el accionar de estas personas”.
Además, responsabilizó a la presidenta de la comunidad Aguar rica de las consecuencias que se puedan dar. “No estamos a favor de la exploración sin consentimiento, nosotros vivimos acá, ellos no”, finalizó la integrante.
Una nueva denuncia ambiental
El litio en nuestro país y su tratamiento resulta controversial en la actualidad, pese al auge en su interés para la comercialización. Esto se acentúa debido a la nula preocupación de las empresas mineras en las consecuencias que tiene la extracción del mineral en relación a las familias indígenas y el medio ambiente.
En ese sentido, la Cámara Latinoamericana del Litio realizó una denuncia por violaciones sistemáticas a las leyes ambientales en el Noroeste Argentino, que contempla a Salta, Jujuy y Catamarca.
El documento de la denuncia establece que hay una irresponsabilidad por parte de instituciones gubernamentales como por empresas del sector industrial. La Cámara plantea que el descontrol de la situación implica una amenaza para los recursos naturales.
En esta cuestión los pueblos originarios se ven afectados de forma directa ya que atenta en la cantidad de agua disponible para el riego y consumo. En ese sentido, la comunidad Diaguita asentada en Catamarca denunció que la multinacional Livet agotó el agua de un río y que intenta hacer lo mismo con otro.
A su vez, las comunidades en Jujuy continúan resistiendo ante el avasallamiento de las mineras. En esa línea radican las persecuciones y la represión brutal ejercida en junio de 2023.
¿Cómo se obtiene el litio?
La Cámara Latinoamericana de Litio informó en su denuncia que el proceso de obtención y procesamiento del mineral se inicia con la extracción de salmuera de salares subterráneos, que luego es sometida a evaporación en amplias piscinas poco profundas.
De la mano de varias etapas se separan diversos minerales de la salmuera, obteniéndose finalmente el carbonato o hidróxido de litio. Según comenta la cámara, dicho proceso puede extenderse desde 6 meses hasta 2 años.
Asimismo, la explicación dada por la entidad expone que para adquirir pureza del litio es necesario usar grandes cantidades de agua dulce. Cabe recalcar que para producir una tonelada de litio es necesario 2 millones de litros de agua.
Las consecuencias del proceso implican la pérdida del equilibrio hidrogeológico, provocando la salinización del agua. A su vez, el uso hídrico sin control acrecienta el problema de las regiones que se caracterizan por la aridez.