La selección femenina de handball, conocida como “La Garra”, redondeó una sólida actuación en los Juegos Panamericanos Santiago 2023. Con un plantel integrado por un mix de jóvenes y experimentadas, Argentina llegó a la final por cuarta vez consecutiva y quinta en la historia. Brasil, potencia indiscutida del continente, volvió a subirse a lo más alto del podio.
Si bien la medalla dorada continúa como un sueño pendiente, la escuadra albiceleste mantiene chances de estar en los Juegos Olímpicos mediante un clasificatorio. Además, a fines de noviembre disputará el Mundial en Escandinavia. Es por eso, que las dirigidas por Eduardo Gallardo sostendrán un importante roce internacional. A continuación, Nota al Pie repasa el camino del equipo en tierras chilenas, las principales figuras, y detalles de los próximos desafíos.
Contundente liderazgo en la zona y acceso a semifinales
Se trató del segundo Juego Panamericano del actual cuerpo técnico albiceleste. Para esta ocasión, el entrenador mantuvo ocho nombres en relación a la experiencia de Lima 2019. Significó la consolidación de una base, la cual se reforzó con nuevos nombres que también aportaron su granito de arena.
La nómina sufrió una importante ausencia: la capitana Antonela Mena no pudo integrar el equipo debido a una lesión. Tras ello, la cinta fue para Elke Karsten. La lateral izquierda volvió a ser la pieza clave del representativo nacional.
El debut, en el grupo A, resultó uno de los mejores partidos del seleccionado en el certamen. Se trató de una goleada 46-17 ante Puerto Rico. Las siete titulares que saltaron a la cancha fueron: la arquera Marisol Carratú, Ayelén García por el extremo derecho, Malena Cavo de lateral del mismo sector y Micaela Casasola como conductora en el centro. Por el lado izquierdo estuvo la mencionada Karsten en el lateral, y Lucía Dalle Crode en el extremo. La pivote fue Giuliana Gavilán.
Esta formación inicial fue la estructura fundamental del combinado albiceleste y se mantuvo en cada uno de los compromisos. Más allá de que, en función de cada encuentro, tuvo mayor o menor cantidad de variantes durante el desarrollo. En esa primera fecha fue muy destacado el aporte por los extremos, tanto de Dalle Crode como de García.
Sin descanso, La Garra fue convincente en sus dos siguientes cotejos de primera fase. Venció 28-15 a Chile y 31-10 a Canadá. Ante las anfitrionas resaltó el aporte desde el banquillo de Ayelén Rosalez, quien tuvo un 62% de atajadas. En ambos partidos se lucieron los goles de Karsten, motor fundamental de las albicelestes.
De este modo Argentina ganó su grupo y clasificó a semifinales con buenas sensaciones tanto desde el aspecto defensivo como en el ataque. Como cuestión a mejorar, dentro de la ofensiva no resultó tan efectivo el juego al pivote, en comparación a competencias previas del seleccionado.
De menor a mayor en la semifinal
El pasado sábado fue el momento de enfrentar a Paraguay, segundo de la otra zona, por el pasaje a la gran final. En la primera mitad, el equipo se mostró nervioso y errático. El rival, por su parte, aprovechó con frescura las pérdidas argentinas y lastimó de contraataque. No obstante, en los minutos de cierre de esa etapa, La Garra acomodó paso a paso las cosas. El adversario sufrió además la temprana y justa expulsión de Fátima Acuña por una dura infracción.
Por otro lado, el entrenador Gallardo acertó con los cambios y la rotación de nombres. Fue fundamental el aporte de Pizzo, quien desde sus goles recuperó la ventaja para Argentina. Así el representativo se fue 10-7 al frente al descanso.
En el segundo tiempo el partido fue otro. El combinado nacional fue más claro y efectivo en sus jugadas de ofensiva. Allí resultó clave también el accionar de la central Bono, quien desde el banco sumó cinco tantos y reafirmó su promisorio futuro. Se trató de un triunfo por 28-18.
Brasil fue superior adentro de la cancha, pero sus hinchas dejaron mucho que desear afuera
En la final, la portera nacional Carratú tuvo un gran inicio y eso ayudó para que Argentina esté de igual a igual en el marcador durante los primeros diez minutos. Sin embargo, con el correr de las jugadas, las brasileñas aumentaron su volumen de juego y sacaron ventajas. Además, el arbitraje se mostró riguroso con el conjunto albiceleste. Fue así que Karsten recibió dos inclusiones en el primer tiempo, lo que la condicionó para el resto del match.
El ataque argentino no fluyó, y el pase al pivote volvió a mostrar dudas. Esas cuestiones facilitaron las contras del rival, que se fue al entretiempo con un cómodo y, casi decisivo, 16-7 arriba. Para colmo, en las primeras acciones del complemento, Elke fue sancionada por tercera vez y, de este modo, expulsada por los árbitros.
Luego de ello, se vivió un bochornoso momento protagonizado por hinchas brasileños, quienes insultaron y se burlaron de la talentosa quilmeña mientras dejaba el campo de juego. Fue algo repudiable, no sólo por el hecho en sí, sino también porque nadie de la organización, ni ningún árbitro, cuidó a la jugadora. Sobre esto, más tarde, la joven que se desempeña en la liga española expresó en sus redes sociales: “Nunca me había tocado vivir algo así, no se lo deseo a nadie”.
Tras ese lamentable suceso, en lo que respecta al juego Argentina mejoró lo hecho en la etapa anterior pero no le alcanzó para achicar la diferencia. Brasil se impuso 30-18 y se consagró campeón panamericano por séptima vez consecutiva. Logró así su pasaje a París 2024. No obstante, el conjunto albiceleste aún mantiene una posibilidad olímpica en un clasificatorio ante representantes de distintos continentes. El mismo será en abril del próximo año en sede y rivales a confirmar.
El Mundial, otro gran desafío para La Garra
En menos de un mes, la selección nacional viajará a Escandinavia para disputar la Copa del Mundo. El certamen reunirá los mejores 32 equipos del planeta y el ganador del trofeo también tendrá su cupo a los Juegos. Además de la importancia natural del campeonato, el mismo será vital como preparación para el mencionado preolímpico.
Argentina integrará el grupo H junto a Países Bajos, República Checa y República del Congo. El mismo se jugará en Dinamarca y allí los tres mejores accederán a la siguiente ronda. Se trata de una zona exigente, en especial por la presencia de las neerlandesas, campeonas en 2019.