Este 28 de octubre culminó en Roma la asamblea del Sínodo de la Sinodalidad. Obispos, laicos y religiosas de todo el mundo emitieron un informe con las conclusiones a las que llegaron en este mes de trabajo. Esos temas se trabajarán de cara a octubre de 2024, cuando se realice la asamblea final del proceso.
Uno de los temas que estaba en el centro de la discusión era el pedido de ordenación sacerdotal de mujeres de todas partes del mundo. Ese reclamo, como era de esperar, contó con resistencia de diferentes sectores eclesiales.
Ante esa realidad, la organización Women’s Ordination Conference (Conferencia de Ordenación de Mujeres, o WOC por sus siglas en inglés) mantuvo una fuerte presencia en las afueras del Vaticano. Mientras al interior de la institución se desarrollaba el Sínodo, ellas realizaban actividades y dialogaban con las mujeres que, por primera vez, tuvieron posibilidad de voto en la asamblea sinodal.
Para conocer más al respecto, Nota al Pie dialogó con la directora ejecutiva de WOC, Kate McElwee. Ella afirmó que su organización se comprometió activa y fielmente, alentando una participación amplia y llena de esperanza de las mujeres en el proceso, “a pesar de la mínima credibilidad del Vaticano para escuchar verdaderamente las voces, vocaciones y preocupaciones de las mujeres”.
La Conferencia de Ordenación de Mujeres en Roma
Women’s Ordination Conference se fundó en 1975. Es la organización estadounidense más grande y antigua que trabaja en ese país por la ordenación de mujeres como sacerdotisas, diaconisas y obispas dentro de la Iglesia católica.
Sobre su presencia en Roma este mes de octubre, Kate McElwee explicó a Nota al Pie que “tenía como objetivo servir como testimonio y oración para que el diálogo sinodal sea valientemente receptivo a los movimientos del Espíritu”. Así, agregó, que también buscaba llamar “a personas de todos los géneros a servir en los ministerios de la Iglesia”.
El 3 de octubre, en la víspera del Sínodo, se reunieron en la Basílica Santa Práxedes de la capital italiana. Allí, oraron por la inclusión radical de las mujeres en la Iglesia. “A través de testimonios personales, oración y predicación, las asistentes hablaron de la angustia y la injusticia de ser excluidas del ministerio debido a su género”.
A su vez, cuando el Papa Francisco inauguró la asamblea en el Vaticano, el 4 de octubre, casi cuarenta mujeres de cuatro continentes abrieron una gran pancarta violeta con el mensaje “Ordenar mujeres” en las sombras del edificio.
“Pidieron a la asamblea sinodal que dé cabida a las voces y vocaciones de las mujeres llamadas al ministerio ordenado”, afirmó la entrevistada.
“Nuestras acciones continuaron el 6 de octubre, con una marcha de mujeres desde San Giovanni dei Fiorentini, donde se encuentra una reliquia del pie de Santa María Magdalena, hacia el Vaticano”, recordó la directora de WOC.
Inspiradas por los movimientos sufragistas, llevaron mensajes como: “Papa Francisco, ¿cuánto tiempo deben esperar las mujeres para lograr la igualdad?” y “La resistencia al patriarcado es obediencia a Dios”.
McElwee explicó que, en la previa a esta asamblea de octubre, los informes sinodales de todos los rincones de la Iglesia elevaron el llamado a la ordenación de mujeres. La consideraron “tanto una necesidad pastoral como una cuestión de justicia”, afirmó.
“WOC tiene la esperanza de que la inclusión de las mujeres en el ministerio ordenado esté claramente en la agenda”, expresó la joven directora. “Ora para que el Espíritu Santo no se vea limitado por la misoginia, el clericalismo o el miedo”.
El documento final
Este 28 de octubre, el Vaticano publicó la síntesis de esta primera sesión del Sínodo de la Sinodalidad. El documento de 42 páginas refleja las conclusiones de los trabajos que se realizaron desde el 4 de octubre.
Nota al Pie dialogó con Kate McElwee antes de la emisión de este resumen. En ese momento, ella anheló: “El diálogo sinodal y el documento final serán dolorosamente incompletos si no abordan adecuadamente los llamados generalizados para abrir todos los ministerios ordenados a las mujeres”.
Desde la organización que dirige, piden que al interior del Vaticano se hayan escuchado en octubre las voces de “las mujeres que discernieron llamados sinceros al sacerdocio”. ¿Lo habrán hecho quienes participaron del Sínodo?
La síntesis cuenta con un apartado específico que se titula: “Las mujeres en la vida y la misión de la Iglesia”. Algunas oraciones del extenso texto afirman que muchas mujeres hablaron de una Iglesia que duele.
“El clericalismo, el machismo y el uso inadecuado de la autoridad siguen marcando el rostro de la Iglesia y dañando la comunión”, asegura. “El proceso sinodal muestra que es necesaria una renovación de las relaciones y cambios estructurales”.
En otro punto se plantea cómo puede la Iglesia incluir a más mujeres en las funciones y ministerios existentes. También, confirma que en el Sínodo hubo diferentes posturas sobre este reclamo. “Algunos consideran que este paso sería inaceptable, ya que estaría en discontinuidad con la tradición”, relata el texto.
“Para otros, conceder a las mujeres el acceso al diaconado restauraría una práctica de la Iglesia primitiva. Otros ven en este paso una respuesta adecuada y necesaria a los signos de los tiempos”. Según el documento, están además quienes “expresan el temor de que esta petición sea expresión de una peligrosa confusión antropológica”.
En definitiva, entre otras cosas, establece que el derecho canónico debe adaptarse para reconocer mayores niveles de responsabilidad de las mujeres en la Iglesia; que se continuará la investigación sobre su acceso al diaconado; que se resolverán sus casos de discriminación laboral y de desigualdad de remuneración, en particular con respecto a las mujeres consagradas, “consideradas con demasiada frecuencia mano de obra barata”.
La postura de Women’s Ordination
Luego de la publicación del documento, Women’s Ordination Conference emitió su posicionamiento al respecto. Por una parte, expresaron su conformidad con la inclusión de los temas que abordan la necesidad de mayor presencia de las mujeres en la toma de decisiones en la Iglesia católica.
Sin embargo, plantearon su preocupación ante la incapacidad del Sínodo de tomar en serio la gran cantidad de reclamos por abrir la participación a mujeres en todos los Ministerios. “El documento trata de forma superficial la injusticia de la inequidad en el tratamiento de quienes representan la mitad de miembros de la Iglesia”, expresaron.
Si bien afirmaron que el Sínodo reconoció las heridas que la institución efectuó en las mujeres, no las resuelve, sino que llama a más estudios e investigaciones. Y asegura que, para mantener su credibilidad, debe “tomarse en serio la plena igualdad de mujeres y personas LGBT+ en la Iglesia”.
Previo a este comunicado, Kate McElwee ya había expresado una posición similar en Nota al Pie. “Si la Iglesia quiere estar a la altura de su llamado sinodal de reconocer la ‘dignidad común que se deriva del bautismo’, debe acoger con agrado su testimonio”, sostuvo.
La directora de Women’s Ordination Conference aseguró que “continuarán trabajando para lograr que se rindan cuentas ante las bases”. También, para “ser una voz intransigente en pos de la inclusión equitativa de las mujeres en todos los niveles de nuestra Iglesia”.