El pasado viernes 20 de octubre, desde la Unión Ferroviaria (UF) se manifestaron ante los dichos de Javier Milei donde el candidato presidencial se mostraba a favor de privatizar el sistema de trenes. En este sentido, la respuesta del sindicato fue la siguiente: “Los grandes países desarrollados del mundo tienen un sistema de transporte público-privado y son los Estados los que definen las políticas de articulación con los diferentes modos de transporte. El transporte es un servicio vital de la economía”.
Nota al Pie entrevistó al secretario general del gremio, Sergio Sasia, para conocer más sobre la situación.
¿En qué afectaría que los trenes sean privatizados en relación a sus trabajadores?
Difícil pensar un sistema ferroviario privado en la Argentina, ya que no han dado resultados positivos las concesiones de los años 90 y esto está a la vista. ¿Por qué debería dar resultados positivos ahora?
Los grandes países desarrollados del mundo tienen un sistema público-privado de administración, gestión y operación de los trenes.
En ese año cerraron decenas de ramales, kilómetros de vía inactivos y se perdieron más de 90.000 puestos de trabajo. Hoy, en el mundo se impone un esquema público-privado y la Argentina, que está desarrollándose mucho en materia ferroviaria, necesita políticas de Estado concretas, con inversiones a mediano y largo plazo que permitan recuperar los ferrocarriles en toda su dimensión: tanto de cargas como de pasajeros.
Esto último, potenciando los ferrocarriles de cargas, que deberían compensar la balanza con su rentabilidad respecto de lo que implica tener en pleno funcionamiento los trenes de pasajeros, poniendo en relieve la rentabilidad social a la que justamente se apunta con los trenes de pasajeros orientados a los que más los necesitan: el trabajador, jubilado, estudiante, al que no tiene empleo.
Nosotros interpretamos que debe haber el debate de una ley que apunte a la recuperación de todo el sistema ferroviario, es decir, una Reparación Histórica.
Tampoco hay que olvidar que en la Argentina existe la Ley 27.132, que justamente fue promulgada en 2015 que, entre otras cosas, declaró de interés nacional el Sistema Ferroviario y apunta también a su recuperación a través de inversiones y a la participación del sector privado con administración pública-privada para su desarrollo.
¿Qué opinión tienen con el triunfo de Massa en relación al estado de los trenes?
El domingo, Argentina dio un paso trascendental. Primero, en consolidar la democracia; segundo, en la ratificación de nuestro espacio como real y única alternativa, a mi entender, de engrandecer al país. Hoy está realmente claro lo que se juega en nuestra querida patria, dos modelos concretos en disputa: uno es un salto al vacío, con incertidumbre, que propone achicar el Estado, quitar derechos a los trabajadores, privatizar un modelo que está orientado a los pocos.
El otro, el que acompañamos, el que encabeza Sergio Massa, se hace cargo de los errores y de los problemas: el de una Argentina de unión nacional que fortalezca la educación y la salud pública, la industria nacional, el sistema ferroviario, el desarrollo, la producción, el empleo, la seguridad y el orden.
En definitiva, una Argentina que merezca ser vivida, que progresivamente transite hacia la anhelada justicia social. Ese es el camino y vamos a trabajar, gestionar y militar cada uno de los días, para que el próximo 19 de noviembre lo logremos.
En cuanto al precio del pasaje de tren, ¿cuál es su opinión respecto al subsidio?
Claramente, si no existieran los subsidios en el transporte, específicamente en el ferroviario, el pasaje debería valer en promedio $1.100. Esto, sin tener en cuenta que algunos que proponen su privatización: esos potenciales empresarios también tendrían que obtener sus ganancias. Estos $1.100 son solamente el resultado de una ecuación equilibrada de los costos operativos, sin tener en cuenta la ganancia; imagínense cuál sería el valor.
Nosotros estamos totalmente de acuerdo con que tiene que haber un subsidio al pasaje del transporte, por una cuestión social que implica tener un ferrocarril a disposición y a un costo orientado a quienes más lo necesitan. Esto habría que tenerlo siempre en cuenta de esta manera.
Quizás habría que tener dos tarifas: una para este sector de la sociedad y otra con un costo más adecuado sin tener en cuenta subsidios para el sector que tiene otro poder adquisitivo. Ahora bien, lo que sí hay que tener en cuenta y trabajar mucho es en recuperar cada día más los trenes de cargas, porque desde esa ganancia y rentabilidad que generaría su desarrollo se debería suplir lo que implica el costo del pasaje en los trenes de pasajeros.
Por otra parte, ¿tuvo oportunidad de dialogar con les candidates en relación a las propuestas sobre el futuro de uno de los sistemas más utilizados del país?
Con el único candidato que tenemos relación y con quien me comunico asiduamente es con Sergio Massa. Respecto de los otros candidatos, no hemos tenido reuniones ni hemos escuchado propuestas concretas al margen de ese título de privatización que dieron por TV.
No escuchamos un proyecto sobre qué quieren y qué piensan sobre el sistema ferroviario y su importancia para el desarrollo, la producción, la generación de empleo y otras tantas cosas que implica tener un ferrocarril desarrollado.
Massa tiene bien clara la importancia que tiene el ferrocarril y la articulación con los otros modos de transporte. Por eso en cada una de sus intervenciones, inclusive en su mensaje tras las elecciones, hace referencia a la relevancia del ferrocarril. Hay un proyecto concreto, un plan a mediano y largo plazo, por eso es que nos sentimos parte y acompañamos fuertemente al candidato de Unión por la Patria.