El 17 y 18 de octubre se desarrolló en Beijing el Tercer Foro de la Franja y la Ruta para la Cooperación Internacional. A diez años del lanzamiento de la Iniciativa de la Ruta y la Franja (IFR), China congregó a más de 110 delegaciones para presentar la ruta terrestre y la ruta marítima. En ese marco, el Gobierno nacional concretó nuevos acuerdos de financiamiento para fortalecer las reservas. Además, Xi Jinping se reunió con su homólogo de Rusia, Vladimir Putin.
Nota al Pie analiza la iniciativa china en el marco de la estrategia geopolítica multipolar mientras escala el conflicto en Oriente Medio.
Una ruta multipolar del Sur Global
En ocasión del aniversario de la primera década de la Iniciativa de la Franja y la Ruta, Xi Jinping presentó en sociedad tanto la Ruta de la Seda terrestre como la Ruta de la Seda marítima.
La IFR es una estrategia de desarrollo de infraestructura global y cooperación internacional impulsada por la República Popular China que propone un nuevo concepto para las relaciones internacionales basado en el principio de cooperación para el beneficio mutuo.
Inspirada en la histórica Ruta de la Seda, la Iniciativa consiste en una red de infraestructura compuesta por seis corredores con diferentes grados de desarrollo. Puertos, redes ferroviarias, autopistas, centrales hidroeléctricas y otras tantas obras se han levantado desde Beijing hasta Europa Oriental y Oriente Medio pasando por Asia Central y la Península de Indochina.
El Ferrocarril Transiberiano, que se extiende desde la Rusia occidental hasta el Asia Pacífico, es una construcción paradigmática que pone de manifiesto la visión estratégica de conectividad. Y la Ruta Marítima sobre el Mar de Arabia, una gran ambición.
Una década de vacío unipolar
Desde el lanzamiento de la Iniciativa en 2013, más de 150 países y 30 organizaciones internacionales han firmado sus respectivos Memorándums de Entendimiento para incorporarse a la propuesta.
Más allá del considerable factor cuantitativo, es sugestiva la heterogeneidad de sus miembros: 47 países africanos, 10 países de Oceanía, 29 europeos, 22 latinoamericanos y caribeños y 42 asiáticos. En efecto, la IFR contiene a diversas naciones a escala internacional donde otras potencias no priorizan promover la inversión extranjera directa.
La exitosa reunión en Beijing se tradujo en numerosos acuerdos plenos orientados a un sólido esquema marítimo y terrestre que multiplica la inversión en infraestructura, generando empleo de calidad y nuevos bienes y servicios para diferentes países. El cónclave expresó un fuerte respaldo para la empresa impulsada por el Partido Comunista de China (PCCh).
La locomotora industrial del Dragón se desarrolla gracias a acuerdos estratégicos con países como Rusia e Irán que proveen los recursos energéticos e hidrocarburíferos para motorizar las fábricas ubicadas en la región del Asia Pacífico. De este modo, se consolida no solo el desplazamiento del centro de gravedad económico y comercial a esta zona sino, fundamentalmente, la conducción política de China en este marco de declive unipolar.
La estrategia de Putin y Xi
El presidente de la Federación de Rusia se reunió en las primeras horas de la tarde con Xi. Serguéi Lavrov, ministro ruso de Relaciones Exteriores, consideró el evento “como una parte importante de la promoción de la cooperación sobre la base de la igualdad y el beneficio mutuo en todo el continente euroasiático”.
A propósito, hizo énfasis en los grados de cooperación entre la Unión Económica Euroasiática, la Organización de Cooperación de Shanghái, la Asociación de Naciones de Asia Sudoriental (ASEAN) y otras estructuras políticas centrales.
La tercera edición del Foro Internacional se encuadra en un largo proceso de despliegue multipolar en el plano económico, comercial y financiero. Sin embargo, la coyuntura actual concentra las miradas sobre Oriente Medio por el conflicto israelí-palestino.
En este sentido, Putin también mantuvo encuentros con el primer ministro de Hungría, Viktor Orbán, el líder de Vietnam, Vo Van Thuong, y el mandatario de Laos, Thoungloun Sisoulith. La reunión con Orbán indica que hay vasos comunicantes entre Moscú y Budapest no solo por la situación en Ucrania sino también en la Franja de Gaza.
Se amplía el swap en yuanes para el gobierno argentino
En tanto, el presidente de la Nación, Alberto Fernández, se reunió con su homólogo Xi, y anunció una ampliación del swap con China por 6.500 millones de dólares. Este mecanismo de intercambio de monedas entre el Banco Central de la República Argentina (BCRA) y el Banco Popular de China (BPC) permite el robustecimiento de las reservas en yuanes.
Al importar muchos bienes intermedios provenientes de China, hacerlo con yuanes en lugar de dólares le permite al Gobierno nacional descongestionar la demanda de divisa norteamericana. De este modo gana margen para intervenir en el mercado cambiario en dólares paralelos y mantiene reservas para desembolsar al Fondo Monetario Internacional (FMI). “Una vez más atendió nuestros reclamos y amplió el uso del swap”, destacó el mandatario argentino.
En diálogo con Radio Universidad de La Plata, el sociólogo e investigador del Centro de Estudios Chinos de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), Sebastián Schulz, explicó que: “China apuesta a la estabilización financiera argentina”.
Por un lado, con la ampliación del swap; y por otro, con la posibilidad de utilizar el yuan para la economía de exportación doméstica. “Para China nuestro país es fundamental por la adquisición de elementos naturales como lo es la producción de alimentos”, afirmó Schulz. A su vez, agregó que el gigante asiático “va a estar mirando lo que pasa en las próximas elecciones por las relaciones que tiene con el Gobierno nacional fomentado por el fuerte respaldo de Lula Da Silva”.