Desde este jueves 19 hasta el 25 de octubre inclusive, el histórico Cine Gaumont (Avenida Rivadavia 1635, CABA) expondrá el film “Desde la última vez que nos vimos”, dirigido por Matías De Leis Correa. La película está protagonizada por Patricio Arellano y Esteban Recagno, en los roles de Víctor y David.
El film está protagonizado por dos hombres, que traen a colación una intrincada historia de amor, según explica la sinopsis: «Víctor se reencuentra por casualidad con David, su primer amor, luego de quince años de la última vez que se vieron. Pese a sus contrariados deseos, accede a involucrarse nuevamente con David -casado con una mujer- en un affaire secreto».
Nota al Pie dialogó con el director y guionista para conocer su opinión acerca del amor protagonista de esta historia, el proceso de creación del guión y el desarrollo del largometraje.
Además, nos comenta cómo se llevó a cabo la selección de los actores y qué sintieron ellos al interpretarlos. Por último, se anima a resolver el mayor interrogante de la trama: ¿por qué David se niega a aceptar el amor que aún siente por Víctor?.
–En relación al amor entre Víctor y David, ¿Por qué creé que en ocasiones de la vida, uno tiene que vivir altos y bajos para reencontrarse con su alma gemela?
En los altos y en los bajos conocemos nuestras oscuridades y nuestras mayores claridades. Cuando un sentimiento se presenta de modo efímero probablemente alguien sale lastimado, pero a veces hay un sinfín de factores que atraviesan e imposibilitan a dos personas amarse.
Quizá las almas gemelas no existan y tengamos que aprender a vivir el amor en el tiempo que le corresponda sin miedo a su caducidad. No obstante genera mucha ilusión tener chance a una segunda oportunidad cuando el querer es genuino y, más aún, si quedó la incertidumbre de lo que podría haber sido.
Quizá las almas gemelas no existan y tengamos que aprender a vivir el amor en el tiempo que le corresponda sin miedo a su caducidad.
–¿Cómo fue el proceso de la creación del guión y el film?
Escribir una historia de amor me resultaba un desafío y me encantan los desafíos. En mi primera película, «Convaleciente», ya había comenzado a escribir sobre los vínculos y el paso del tiempo. Por lo cual me propuse hacer dos películas más (la tercera está en postproducción) que pudieran vincular estas perspectivas.
El guión y su realización fueron en tiempo récord ya que por distintas agendas y compromisos tuvimos unas dos semanas de preproducción y la película se rodó en siete jornadas.
Una vez que tuve el guión, simplemente confié en el hermoso equipo que se formó para la película. Con el cual me atrevo a decir que al día de hoy somos una suerte de familia que nos apoyamos para cumplir nuestros sueños de hacer cine.
–¿Cómo se llevó a cabo la selección de los actores y qué sintieron ellos al interpretarlos?
Como mencionaba en la pregunta anterior hubo poco tiempo de preproducción por lo cual estuvimos sujetos a disponibilidades de los artistas para poder llevarla a cabo pero, afortunadamente, pude concretar el deseo de trabajar con Patricio Arellano y Esteban Recagno.
A Esteban lo conozco hace muchos años de haberlo visto en otros trabajos y de haber trabajado, a la vez, con él en otros proyectos donde había quedado pendiente trabajar en el vínculo actor/director. Por lo cual tuvimos la suerte que viniera a Argentina desde Perú para el rodaje.
A Patricio Arellano lo seguía hacía varios años pues admiro mucho su carrera musical y (sumando a la listita de deseos y sueños a cumplir) vi que había regresado a Argentina luego de un par de años de estar de gira por Europa.
Contacté a una amiga en común que le hizo llegar el guión y Pato me mandó un audio hermoso ni bien leyó el guión donde me decía que le encantaría ser parte. Así fue que se confirmó y en muy pocos ensayos Victor y David fueron dando a luz en la hermosa química que pueden ver en pantalla.
Siempre les agradezco a ambos la confianza plena que me brindaron a mi y al hermoso equipo que se formó para la película.
–¿Por qué David se niega a aceptar el amor que aún siente por Víctor?
A veces prejuzgamos al otro pensando que es una actitud puede ser una negación. A veces no todos tenemos las mismas herramientas, recursos o background para poder hacernos valer por lo que amamos.
Quizá esa posible negación en el personaje de David está ligada a inseguridades, a la posibilidad de amar a más de una persona a la vez, a no haber podido elegir en el pasado y tener miedo en el presente a no tener las capacidades de sostener o aguantar lo que le pasa.
A veces cada uno hace lo que puede y no puede responsabilizarse por los sentimientos del otro. Siempre tiene que haber respeto y la famosa responsabilidad afectiva para con la otra persona, pero uno también tiene que quitarse la exigencia o la culpa del sentimiento ajeno.
Cuando uno es genuino y respetuoso las cosas suceden del modo más sano posible. Somos seres humanos, somos pasionales y nuestra misma cultura nos alienta siempre a vivir todo al máximo; pero no dejamos de ser mortales buscando un poco de luz que nos conecte con lo que amamos.
No dejamos de ser mortales buscando un poco de luz que nos conecte con lo que amamos.