Sine es diseñadora gráfica, recibida de FADU-UBA. Hasta fines de 2021 tenía dos libros publicados, ambos con Barro Editora: “Amarga”, en 2018 y “Apocalipsis mientras tanto”, en ese particular 2021.
¿Por qué decimos particular? Porque a fines de ese año, Sine recibió un diagnóstico que cambiaría su vida. Era celíaca.
Así, la ilustradora e historietista, que hizo sus primeras tiras en el taller de narrativa gráfica de Mariano Díaz Prieto en 2014, que entre 2016 y 2018 realizó historietas junto al colectivo Periférica Narrativa al Margen, que luego participó en “Nosotras Contamos. Un recorrido por la obra de autoras de Historieta y Humor Gráfico de ayer y hoy” de Feminismo Gráfico y en la revista de Vamos las Pibas N°4, se vio obligada a dar un giro en su día a día, que quedó reflejado en su flamante libro “Celiaquía y confusión”, editado por Loco Rabia.
— “Celiaquía y confusión surge el día que yo salgo del consultorio después de enterarme de que me había dado positivo, recontrapositivo, el análisis de sangre para celiaquía y caminando hacia mi casa me dije: necesito poder reírme de esto, necesito contarlo en una historieta” —nos cuenta Sine.
— ¿Qué representó en vos el ejercicio de trasladar a historieta el diagnóstico recibido?
— Para mí poder volcar en una historieta en todo el proceso que estaba haciendo era una forma de, por un lado, ordenar todos esos cambios y toda esa información nueva que tenía que incorporar en mi vida, de ahora en más. Y también una forma amigable de acercar esta información a personas que no lo padecen y que ignoran completamente como se vive con celiaquía, porque creo que hay mucho contenido en internet y en las redes, pero una persona que no lo padece o que no tiene a alguien cercano con celiaquía, no se va a sentar a leer eso, capaz no le interesa. Y la historieta es una forma un poco más atractiva para que alguien se interese en leer de forma breve y, quizás, con un poco de humor, como es la vida diaria para una persona celíaca.
— ¿Cómo elegiste la paleta de colores?
— La decisión de trabajar con color tuvo que ver en primer lugar con que yo iba a publicar estas historietas en instagram, en mi cuenta, y necesitaba que a simple vista pudieran distinguirse de las tiras que hablaban de otras temáticas, que trabajaba en blanco y negro. Elegí en un primer lugar una paleta ocre porque es un poco el color del trigo y de la cerveza. En ese momento estaba empezando a hacer el duelo porque no iba a volver a tomar cerveza nunca más en mi vida y fue un poco una forma de decir bueno, seguís siendo parte de mí.
Después descubrí que hay cervezas sin gluten y que son ricas también y que se puede vivir sin birra, pero bueno, en ese primer momento cuando tomé esa decisión la tenía muy presente. Después la paleta empezó a variar, empecé a incorporar otras tonalidades, un poco de magenta para algunas situaciones particulares, en primer lugar incorporé magenta para momentos en donde podía haber gluten, entonces identificaba a esos personajes, esos elementos con colores más o un rosado o un rojo y después para tiras que apuntaban más a lo fantasioso o a situaciones oníricas, incorporé también el verde, entonces se empezó a desvirtuar la paleta, empezó con un ocre y al final terminó un poco descontrolada.
— Y también se pueden encontrar tiras con ausencia de color…
— En el libro también incluí tiras en blanco y negro, que tienen un dibujo mucho más simple y más rápido. Esas tiras pertenecen a un cuaderno, un diario, si se quiere, que yo llevaba conmigo cuando me iba de vacaciones o si iba a comer afuera a algún lugar y me ponía a dibujar ahí. Por eso son dibujos medio deformes y están hechos así de forma muy sintética y en blanco y negro, porque son parte del diario.
— ¿Te consultan mucho en redes sociales sobre la celiaquía?
— Algunas personas sí, me hacen consultas específicas. Yo siempre les aclaro que no soy profesional de la salud, que puedo hablar desde mi experiencia, pero que vayan a una consulta médica porque yo no les puedo responder. Pero no son la mayoría. La mayoría en general lo que hacen es contarme su experiencia. Y la verdad es que hay cada relato que me deja helada porque a veces no se puede creer la negligencia y la falta de respeto de los médicos. Yo tuve muchísima suerte de recibir mi diagnóstico de la forma en que lo recibí y en el tiempo en que lo recibí, sin llegar a complicaciones. Pero hay muchísima gente que me comparte su historia y es aterrador.
— Ante cada tira, además del humor, ¿te planteás la necesidad de informar?
— Mi intención con “Celiaquía y confusión” en realidad nunca fue ser informativo, sino dar a conocer cómo son los problemas cotidianos de una persona celíaca para el resto del mundo, pero no sustituir lo que es la información médica porque me parece un poco peligroso eso. Hay mucha información en internet y no sabes a quién creerle y a quién no, y yo no quiero que confíen en mí porque, yo no soy nadie. En el proceso de hacer “Celiaquía y confusión” yo misma estaba aprendiendo sobre la enfermedad. Pero, sí, sí creo que puede pasar que haya gente que lo lea y se dé cuenta de que incluso cuando no tenés síntomas podés tener la enfermedad, de que la sintomatología es muy, pero muy variada. Hay muchas enfermedades asociadas con celiaquía que no tienen que ver con con lo digestivo estrictamente. Enfermedades de la piel, osteoporosis, complicaciones ginecológicas, hay un montón de cosas que tienen que ver con la celiaquía, entonces si el libro sirve para que alguien preste atención y vaya al médico y consulte, buenísimo.
— ¿Qué te gustaría lograr con el libro?
— Con el libro me gustaría llegar primero a personas que no padecen la celiaquía, despertarles un poco la empatía y que pueden entender lo difícil que es a veces estar de este lado y tener que decir “no” cuando te preparan un plato con mucho amor, pero no sabés si está hecho de forma correcta y con las precauciones requeridas, para que entiendan también que los cuidados que tenemos no son exageraciones. Realmente necesitamos tener precauciones por nuestra salud.
— Contanos sobre el otro proyecto que tenés sobre celiaquía, que es un podcast.
— “¿Qué dijo del gluten?” es un proyecto que surgió junto a Mica de “Sin Gluten Porfa”. Ella también es una activista celíaca de las redes y pensamos que podía ser interesante hacer un podcast que encarara a la celiaquía desde un lugar más descontracturado, algo más parecido a una charla informal y no tanto desde la medicina, porque ya existen otros podcasts de celiaquía que lo encaran desde ese lado y queremos que la gente escuche y se ría un rato, que descomprima un poco la atención, porque la realidad es que la alimentación libre de gluten para las personas con celiaquía es muy estricta, tenés que estar prestando atención a todos los detalles, todo el tiempo, para no contaminarte y eso genera bastante estrés, genera ansiedad y genera mucha tensión y el humor es una válvula de escape para estas cosas. Queríamos poder reírnos de esto, ayudarnos anímicamente a nosotras y a quien sea que esté escuchando del otro lado, que también pueden participar, porque siempre los invitamos a que nos cuenten sus anécdotas y y que se animen a participar en el podcast.
— ¿Qué esperás, como algo lindo, que suceda con el libro?
— Mi sueño es que de acá a 10 años este libro sea un documento histórico y la gente lo agarre, lea y diga: mirá cómo vivía la gente en 2023, cuando todavía tenían que cuidarse de la contaminación cruzada, qué bueno que ya erradicamos el gluten del planeta y ya no tenemos estos problemas. Ese es mi sueño.
Por Loco Rabia Editora.