Cada 12 de octubre se conmemora el Día del Respeto a la Diversidad Cultural. La fecha, que anteriormente se conmemoraba con el Día de la Raza, fue establecida a partir del decreto 1584, sancionado en 2010 durante el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner.
Este día era conmemorado por el “descubrimiento” de América por parte de Cristóbal Colón, pero fue cambiado luego de que varios países del continente decidieron poner mayor énfasis en el valor de las comunidades indígenas, mestizas y afroamericanas, así como también resaltar su sabiduría y diversidad.
“Se modifica la denominación del feriado del día 12 de octubre, queriendo destacar y rememorar las muertes de los pueblos originarios y dotando a dicha fecha de un significado acorde al valor que asigna nuestra Constitución Nacional y diversos tratados y declaraciones de derechos humanos a la diversidad étnica y cultural de todos los pueblos”, resalta el documento publicado por el Ministerio de Cultura de Argentina.
Nota al Pie dialogó con Iván Blacutt, profesor de historia de la Universidad Nacional de Jujuy, quien se refirió a las causas de esta perspectiva histórica y las soluciones que se pueden construir desde la educación.
Desmitificando la historia de Colón
A lo largo de la historia, Colón fue idealizado y marcado como quien descubrió América. De esta manera, se lo ha puesto como un héroe, ignorando el hecho de que, en muchos casos, para evangelizar a los pueblos nativos tuvieron que asesinarlos y destruir todo lo que alguna vez habían construido.
También se buscó borrar la cultura indígena para imponer la de los “civilizados”, desvalorizando todo lo que en América ya existía, incluso muchas creaciones fueron robadas por los conquistadores.
A partir de esa mirada, que postulaba a lo autóctono como inferior, se creó el Día de la Raza como forma de conmemorar el día en que América fue nombrada como tal. Sin embargo, desde los 70 varies científiques buscan entender el lado que se enterró de la historia original y revalorizar las versiones americanas de lo ocurrido.
De esta manera, si bien la Argentina ha avanzado en este tópico para cambiar la perspectiva histórica, cierto es que aún continúa dominando el eurocentrismo en muchos espacios.
“Hoy en Argentina existen muy débilmente organismos que se encargan de representar a estas comunidades, muchas de ellas aún no han sido reconocidas legalmente y otras están en la lucha con movimientos como El tercer Malón de la Paz en Jujuy”, expresó Blacutt.
Muchas provincias tienen segundas lenguas aborígenes como el Quechua o el Guaraní y, a diferencia de las lenguas extranjeras, aún no hay un plan de educación que las incluya del todo. En estos casos, el rol del Estado es esencial para legitimar estas cuestiones.
“La educación tiene un rol central en términos de diversidad, cuando uno es niño o adolescente es crucial entender que existe una variedad de culturas, lenguas y que trae beneficios para la nación, ya que disminuyen los niveles de violencia, racismo y segregación”, dijo el profesor de historia en la Universidad Nacional de Jujuy.
“Quedan muchos años, pero vamos a poder lograr un respeto hacia otras culturas”, concluyó.