Este lunes 9 de octubre, el Tribunal Oral Federal (TOF) N°2 de San Martín, Buenos Aires, condenó con prisión perpetua al excomisario Luis Abelardo Patti por el asesinato al exdiputado Diego Muniz Barreto y el intento de homicidio su secretario, Juan José Fernández, en 1977.
El veredicto fue determinado por la unanimidad de los jueces Walter Venditti, Matías Alejandro Mancini y Esteban Rodríguez Eggers. La resolución establece la reclusión perpetua con inhabilitación absoluta para ejercer cargos públicos por los delitos de lesa humanidad perpetrados durante la última dictadura cívico militar.
A su vez, se postergó el tratamiento de la revocación de prisión domiciliaria pedida por la querella, integrada por el abogado Pablo Llonto junto a la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación. Asimismo, les jueces dispusieron el envío del legajo del excomisario e informaron que el fundamento de la sentencia se realizará el 25 de octubre.
Durante la audiencia, Patti tuvo un momento para expresar su perspectiva. Se desvinculó del homicidio e intento de homicidio y declaró que no tuvo nada que ver con el hecho que se investigó. Además, sostuvo que lamenta “muchísimo todo lo que ha pasado”.
Asimismo, tuvo la osadía de dirigirse a la hija de Barreto: “Ojalá que algún día pueda conversar y recibirla en mi casa junto con mi familia y contestar cualquier pregunta que ella necesite”.
La muerte de Diego Barreto
Barreto inició su vida política desde el antiperonismo. Se le adjudica ser partícipe de la organización de uno de los atentados hacia Juan Domingo Perón. Sin embargo, tras diversos años de estar en las filas opositoras tuvo acercamiento a la Juventud Argentina para la Emancipación Nacional (JAEN). Según datos bibliográficos, Barreto se alineó en algunos aspectos con el peronismo pero a la vez conservaba contactos políticos, sindicales y militares diversos.
En 1977, fue secuestrado junto a Fernández. Ambos fueron privados de su libertad en una comisaría de Escobar, para luego ser trasladados al centro clandestino de detención que funcionó en Campo de Mayo.
Después de semanas, los detenidos fueron llevados a Entre Ríos y arrojados dentro de un auto al río Paraná, con la intención de que las muertes parecieran parte de un accidente. No obstante, Fernandez sobrevivió, tras lograr escapar del vehículo.
La participación de Luis Patti
Luis Patti se desempeñó como jefe de la Comisaría de Escobar de la Policía Bonaerense durante la última dictadura cívico militar. Desde ese lugar comandaba grupos operativos de la Unidad Regional de Tigre.
Según datos de diversos casos divulgados por Juicios de Lesa Humanidad, Patti participó en privaciones ilegítimas de la libertad, tormentos y homicidios cometidos en la Zona de Defensa IV bajo jurisdicción del Comando de Institutos Militares Campo de Mayo en los años 1976 y 1977.
Es así como en el 2011 fue condenado, pero no juzgado de homicidio, por el secuestro y los tormentos que sufrieron Muníz Barreto y Fernández en Escobar.
Asimismo, tuvo implicancia en el secuestro de Gastón Gonçalvez, militante de la Juventud Peronista, secuestrado el 24 de marzo de 1976 y llevado a la comisaría de Escobar. En dicho lugar fue torturado, y tras 9 días fue encontrado el cuerpo en el Camino Río Luján.
Patti no se enfrentó a la Justicia hasta 2008, cuando pidió su desafuero y quedó detenido. Años previos, ya en democracia, se desempeñó como intendente de Escobar entre 1995 y 2003, mientras que en 2005 fue electo diputado nacional. A pesar de la elección, su asunción no se realizó debido a que fue impugnada por las denuncias sobre su accionar durante la dictadura.