A través de la Conferencia de Comercio y Desarrollo (UNCTAD), la Organización de las Naciones Unidas (ONU) advirtió sobre el aumento de la inseguridad alimentaria en el mundo y pidió mayor regulación sobre el mercado internacional de commodities.
Según advierte la UNCTAD en el Reporte de Intercambio y Desarrollo, el sistema financiero provoca subas especulativas en los precios de los alimentos y contribuye a la inestabilidad en el mercado de bienes primarios.
Esta situación se da en un marco de estancamiento de la economía global. La presión de la deuda en los países en desarrollo, la disminución de la inversión y el crédito y la escasa competencia en algunos sectores del comercio internacional; son algunos factores que explican la desaceleración de la economía mundial.
Las apreciaciones de la ONU sobre la economía global
Tal como diagnosticó la ONU, las actividades financieras están en busca de ganancias en el sector de intercambio de alimentos. Por esto es necesario mayor control y transparencia, ya que los operadores de commodities no son regulados como instituciones financieras, sino como firmas manufactureras.
Este panorama se suma a las advertencias de distintos organismos multilaterales sobre la desaceleración del crecimiento mundial en el 2023, que será de 2,4% (en comparación con el 3% de 2022). Además, por el momento hay pocas señales de una recuperación para 2024.
En este aspecto, el sistema financiero tiene un rol central. Sobre todo en los países en desarrollo, el estancamiento se explica en gran parte por la crisis de deuda. A la par, se va profundizando la brecha de riqueza, por lo cual cada vez hay mayor desigualdad.
Al respecto, la secretaria general de UNCTAD, la costarricense Rebeca Grynspan, exigió “una combinación de políticas para abordar la inflación y la crisis del costo de vida”. Para esto, se necesita abordar la deuda como prioridad urgente y reformar la arquitectura financiera internacional”.
La reforma de la arquitectura financiera
El pedido de Grynspan se suma a las palabras del secretario general de la ONU, Antonio Guterres, durante la Cumbre Africana sobre el Clima en septiembre. Allí, Guterres coincidió con los países miembros de la Unión Africana en que es necesario reformar el sistema financiero, al que calificó como “anticuado, injusto y disfuncional”.
En este sentido, les líderes africanos apuntaron a los organismos de crédito internacional, exigiendo que se reduzca la carga de la deuda que representa un obstáculo para el progreso y el desarrollo de muchos países.