Este jueves 5 de octubre se conmemora el Día Mundial contra la Meningitis, fecha de vital relevancia para generar una mayor conciencia en la población mundial y prevenir esta enfermedad mortal, que afecta principalmente a menores de edad.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) tiene como objetivo para el 2030 erradicar la meningitis. Por ello, desde el organismo internacional recomiendan la vacunación para prever posibles casos, así como también posibilitar diagnósticos tempranos y tratamientos más efectivos.
Nota al Pie dialogó con el Dr. Eduardo López, quien además es especialista en infectología pediátrica y profesor de pediatría y vacunología en la Facultad de Medicina de la Universidad del Salvador (USAL).
“La meningitis es la infección de nuestro sistema nervioso central por una bacteria, virus, hongos o parásitos. Afecta a todas las edades, aunque principalmente a los niños menores de 5 años”, detalló el especialista.
Además, precisó que “después de la incorporación de las vacunas contra Haemophilus influenzae de tipo b (Hib), Streptococcus pneumoniae (Spn) y Neisseria meningitidis (Nm) en el Calendario Nacional de Vacunación la incidencia de meningitis bacteriana en la edad pediátrica disminuyó en los mayores de dos meses de vida”.
¿Cuáles son los riesgos de la meningitis?
El contagio de la meningitis suele darse de una persona a otra cuando existe un contacto cercano con la saliva o las secreciones respiratorias de quien se encuentra infectade. En tanto, en el caso de las personas recién nacidas, puede presentarse a partir de una transmisión perinatal por parte de las mamás o del medio hospitalario.
En ese marco, por una mayor exposición y por su sistema inmune inmaduro, les niñes de hasta los 5 años conforman el principal grupo de riesgo de contraer la enfermedad.
Otro dato importante es que, entre el 10 y 15 por ciento de las personas que padecen esta enfermedad fallecen, aunque su mayor complicación son las secuelas que quedan en el 25 o 30 por ciento de los casos.
“La meningitis es una infección grave que evoluciona muy rápidamente, incluso con un tratamiento adecuado. Uno de cada cinco pacientes puede fallecer entre las primeras 24 a 48 horas de la aparición de los síntomas. Por eso, la vacunación temprana es fundamental para prevenir la enfermedad”, destacó López.
La meningitis en Argentina
En la actualidad, se ha dado un fenómeno de reactivación de los casos de meningitis y otras formas invasivas de enfermedades inmunoprevenibles. Tal es así que, el N° 657 del Boletín epidemiológico nacional alertó que sólo durante el 2022 se confirmaron 237 casos de meningitis bacteriana, de los cuales 24 fallecieron.
“Este aumento respecto a años anteriores está relacionado con bajas coberturas de inmunización -algunos padres que no vacunaron a sus hijos-, con serotipos -variantes del virus- de neumococos no incluidos en la vacuna y con la infección por meningococo B en niños menores de 5 años, cuya vacuna aún no está en Calendario Nacional de Vacunación de la Argentina”, destacó López.
En el caso de Argentina, existe la Ley 27.491 de Control de Enfermedades Prevenibles por Vacunación, la cual marca en el calendario tres vacunas contra meningitis: Streptococcus pneumoniae; Haemophilus influenzae tipo b y Neisseria meningitidis. La única no disponible en los vacunatorios públicos pero sí en los privados es Meningococo Multicomponente b.
Una rápida atención es crucial
Los síntomas posibles luego de que las bacterias ingresen al torrente sanguíneo y comiencen a multiplicarse pueden ser: fiebre, irritabilidad, sentir el cuello rígido, diarrea, somnolencia, un rechazo hacia la luz, dolor de cabeza, náuseas o vómitos.
Por ello, en el caso de les niñes que aún no se comunican verbalmente, es primordial prestar atención y acudir al médico ante la mínima duda. De les pacientes que sobreviven a los cuadros graves de meningitis, dos de cada diez pueden tener secuelas permanentes.
Estos pueden ser: la pérdida de la capacidad auditiva; complicaciones en la piel, a nivel neurológico, psicosociales y psiquiátricas; fallos renales que pueden requerir diálisis y la pérdida de una o más extremidades.