Este martes, al cumplirse el primer aniversario de la voladura de los gasoductos Nord Stream, el periodista norteamericano Seymour Hersh, quién reveló la operación encubierta de Estados Unidos para destruir los oleoductos, aportó nuevos detalles sobre lo que calificó como “el crimen perfecto”.
Por su parte, el representante permanente de Rusia ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Vasili Nebenzia, denunció una campaña mediática coordinada desde Occidente para ocultar la implicación de EEUU en el atentado e indico que “cada vez surgen más pruebas de que el sabotaje de los Nord Stream es obra de Washington”.
El crimen perfecto
En su reciente artículo, Hersh volvió a revelar trascendentes e inéditos detalles de lo que denominó como “un crimen perfecto”. Ya en febrero de este año, el ganador del Pulitzer había publicado una primera investigación periodística en donde explicó cómo fue la operación encubierta, bajo el mando de Estados Unidos, para destruir los gasoductos Nord Stream.
Luego de 7 meses, mediante un nuevo artículo, Hersh informó como hizo Washington para que, después de la destrucción de los oleoductos, la Casa Blanca no quedara pegada a lo que desde un principio apareció como un evidente sabotaje.
En ese sentido, en primer lugar, el periodista norteamericano señaló que la “negación total” fue un componente esencial para el éxito de la misión encubierta de la Agencia Central de Inteligencia (CIA).
En consecuencia, Hersh sostuvo que las personas estadounidenses que transitaron Noruega de manera encubierta en el periodo de tiempo que tomo tanto la planificación como la destrucción de los Nord Stream en el Mar Baltico hace un año “no dejaron rastros ni ninguna pista de la existencia del equipo aparte de la finalización de la mision con exito”.
En la misma clave, el Pulitzer detalló que, en el desarrollo de la operación, “no se puso ninguna información significativa sobre la misión en una computadora sino en una máquina de escribir”.
Del mismo modo, Hersh afirmó que “la Casa Blanca quedó aislada de lo que ocurría cerca de Oslo” e indicó que los informes sobre la misión se enviaron únicamente al director de la CIA, Bill Burns, quien fue vinculo de Joe Biden con quienes planificaron el ataque a los gasoductos.
Según el periodista, una vez completada la misión, todos los documentos mecanografiados como así también sus respectivas copias en carbón “fueron destruidos sin dejar rastro físico alguno, sin evidencia que un fiscal especial o historiador presidencial pudiera desenterrar más tarde”.
Por otro lado, además de describir cómo fue el proceso de la operación marítima, Hersh destacó que “la administración Biden hizo estallar los oleoductos, pero la acción tuvo poco que ver con ganar o detener la guerra en Ucrania”. Por el contrario, según el escritor norteamericano, el ataque contra los Nord Stream fue el resultado del temor de EEUU a perder su primacía de larga data en Europa.
Rusia también apuntó a Washington
El martes, durante una reunión del Consejo de Seguridad de la ONU, el representante permanente de Rusia ante el organismo, Vasili Nebenzia, apuntó contra Washington al cumplirse un año de la destrucción de los gasoductos Nord Stream e indicó que existe una campaña mediática planificada desde Occidente para encubrir la implicación de Estados Unidos en el atentado.
“En la comunidad de expertos, cada vez surgen más pruebas de que el sabotaje de los Nord Stream es obra de Washington, que apostó por este indignante acto criminal, guiado por un deseo estrechamente egoísta de consolidar su dominio en Europa, que necesita desesperadamente los recursos energéticos rusos”, afirmó el diplomático del gobierno de Vladimir Putin.
Nebenzia, además de recordar que el hecho fue un atentado terrorista que trajo graves consecuencias económicas para varios países, advirtió que “en el espacio mediático occidental se está desarrollando una coordinada campaña promocional de hipótesis absolutamente absurdas sobre lo ocurrido”.
De la misma manera, el funcionario ruso sostuvo que en Occidente “en vez de investigar la circunstancia de lo ocurrido se emprenden intentos de encubrirlas”. En continuado, Nebenzia afirmó que en las versiones del atentado que circulan por gran parte de los medios europeos “es imposible pasar por alto que en cada una se niega la implicación de Washington en este crimen”.
Según el representante ruso ante la ONU, “todas estas empezaron a crecer como setas tras una lluvia poco después de la publicación, a principios de este año, de la amplia investigación del periodista estadounidense Seymour Hersh”.