El Informe sobre los resultados del mercado laboral del Instituto de Pensamiento y Políticas Públicas (IPyPP), correspondiente al segundo trimestre del 2023, registró una caída del nivel de empleo en Argentina.
El documento, elaborado por los economistas Claudio Lozano, Ana Rameri y Javier Rameri, reveló que la tasa de empleo pasó de 45% en el primer trimestre a 44,6% en el segundo. Esto significa la pérdida de aproximadamente 130 mil puestos de trabajo, tanto registrados como informales.
En contraste, el nivel de desocupación de la fuerza de trabajo descendió del 6,9% al 6,2% en el periodo mencionado. Sin embargo, para les economistas de IPyPP esto no es una buena noticia, ya que significa que 162 mil personas pasaron del estado de desocupación a la inactividad, debido al desaliento en la búsqueda de trabajo.
Estos fenómenos ocurren en un contexto de caída de la actividad económica y el consumo, como efecto de la sequía en diversos sectores de la economía, la inflación y la implementación de una política económica recesiva exigida por el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Menos puestos de trabajo, más presión sobre el mercado laboral
Frente a este escenario de inestabilidad, sumado al desequilibrio que causa el proceso electoral en la economía nacional, el nivel de empleo (que había crecido en el primer trimestre respecto al anterior), registró una caída del 0.4% en el periodo abril-junio.
Además, se examinó un fenómeno interesante: hubo una reducción de la cantidad de puestos de trabajo, pero, a su vez, disminuyó la desocupación. Esta situación “parece deberse más a un efecto de desaliento en la búsqueda que a respuestas favorables en la condición actual de ingresos de los hogares”, comunicaron desde el Instituto.
De esta forma, aumenta a casi un 28% la presión sobre el mercado de trabajo, esto es, el porcentaje de la fuerza de trabajo que aspira al acceso al mercado laboral: el universo de desocupades, subocupades, ocupades demandantes y ocupades no demandantes disponibles.
Según explica el informe, “la presión en la búsqueda de una inserción laboral, presiona a la baja las condiciones de negociación de la fuerza de trabajo en términos generales y, especialmente, en las franjas de calificación baja y media agravando la polarización del mundo laboral”.
Otros comportamientos revelados por el informe sobre el empleo
En el mes de junio del presente año, el nivel general de los salarios sufrió una caída interanual del 3,2%. Como evidencia de esta erosión del poder adquisitivo de los ingresos laborales, ascendió a 16,2% la cantidad de ocupades que demandan un empleo a pesar de ya tener uno.
Por otro lado, un sector que registró un aumento fue el de trabajo por cuenta propia. Esto podría responder a la “contracción centrada en pequeños patrones de micro emprendimientos de subsistencia que acuden a la eventual contratación de fuerza de trabajo y, desalentados a hacerlo en el actual contexto de crisis, retoman la caracterización de emprendimiento personal”.
Por último, desde el Instituto consideran que “el sector privado fue el responsable exclusivo de la caída de la tasa de empleo que, sin la intervención del rol empleador del actualmente demonizado Estado, la destrucción de empleo hubiera sido aún más importante (de 200 mil ocupaciones menos)”.