Desde el Centro de Ex Combatientes Islas Malvinas (Cecim) La Plata le solicitaron a la Cámara Nacional Electoral (CNE) que le requiera a la candidata a vicepresidenta por La Libertad Avanza, Victoria Villarruel información acerca de sus visitas al exdictador Jorge Rafael Videla. Consideran que «podría ser determinante para una gran porción de la población a la hora de emitir su voto».
A través de un documento al presidente de la CNE, Alberto Ricardo Dalla Vía, la organización de derechos humanos pidió que «se le requiera» a la compañera de fórmula de Javier Milei datos sobre su relación con el genocida.
En la carta, pidieron que la candidata brinde «información relativa a los trascendidos que dan cuenta de la organización de visitas al dictador condenado por la comisión de crímenes de lesa humanidad en el marco del Plan Sistemático de Exterminio, Jorge Rafael Videla».
Además, se explicó que esa solicitud se basa «en un principio central de la organización democrática y republicana: el acceso a la información por parte de la ciudadanía».
«El derecho constitucional a elegir y ser elegido es, en sí mismo, la materialización de la democracia en sentido formal. No obstante, la posibilidad de indagar, de gestar intercambios, de conocer información sustantiva, hacen a la consolidación de los vectores atinentes a la democracia en sentido material», se planteó y se apuntó que «los episodios que han sido relatados y que han adquirido publicidad a instancias de artículos periodísticos, no son autosuficientes».
En tanto, en la nota se recordó que «son múltiples las publicaciones que dan cuenta de las visitas que Villarruel realizó al dictador Jorge Rafael Videla, e incluso de ellas se desprende el hecho de que no lo hacía en soledad, sino que lo realizaba con otros y otras a quienes ‘Ilevaba’ a tomar contacto con el condenado por haber sido artífice del terrorismo de Estado en Argentina durante la última dictadura cívico/militar».
Las ideas siniestras de Villarruel
La semana pasada, Villarruel encabezó un acto en la Legislatura porteña en el que buscó justificar el accionar de la última dictadura militar y en sus últimas declaraciones públicas calificó a la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, de «personaje siniestro».
La candidata a vicepresidenta de LLA tiene una larga trayectoria en organizaciones pro-militares y en declaraciones al diario La Nación admitió que los encuentros con Videla existieron, aunque aclaró que fueron entrevistas para un libro que estaba escribiendo.
Días atrás, la abogada querellante Guadalupe Godoy encontró el nombre de Villarruel en la lista de quienes frecuentaban a Norberto Cozzani, mano derecha de Miguel Osvaldo Etchecolatz, en el penal de Marcos Paz; y además aparece como contacto de Etchecolatz en el cuaderno que él llevaba mientras preparaba su defensa para el primer juicio que se llevó adelante en La Plata.
«A 40 años de recuperada la democracia, debemos poner de resalto la inestimable importancia de conocer qué piensan aquellas personas que aspiran conducir las riendas de nuestro país. Máxime, si existen indicios vehementes y autosuficientes de que, en este caso, una candidata parecería comulgar con idearios que contrastan en pleno con los principios y valores democráticos que supimos construir», advirtió el Cecim en su presentación ante la Cámara Electoral.
«Por ello, lo que aquí se requiere no es una sanción, ni un apercibimiento, ni representa una vocación de excluir a nadie del proceso democrático. Creemos, como nadie, pues en nuestro carácter de excombatientes lo hemos sufrido con el cuerpo y nuestras vidas, en la importancia de las urnas, la democracia y las instituciones», sostuvieron.
De ese modo, los excombatientes consideraron que «para que las elecciones sean libres, para que la libertad de elección sea tal, debemos poder contar con mecanismos idóneos y conducentes que habiliten a saber qué se vota, a quién o quiénes se vota y para qué» y apuntaron que si bien se conoce la propuesta de La Libertad Avanza, «o que permanece como un punto ciego es el sentido, el carácter y las condiciones en que la Sra. Villarruel visitaba, con aparente asiduidad y como organizadora de un grupo, a Jorge Rafael Videla».