Javier Milei tiene grandes posibilidades de ser el próximo presidente de la Argentina, desde la fórmula libertaria La Libertad Avanza. Esto significa un gran cambio en el escenario político del país.
En este contexto, el Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO) llevó a cabo una actividad en la que investigadores y académicos reflexionaron sobre el fenómeno libertario en la sociedad y la política argentina.
Expusieron en el encuentro Federico Montero, profesor de la Universidad de Buenos Aires (UBA) y director del Observatorio del Sur Global; el periodista Juan Ruocco; Pablo Semán, del CONICET (Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas) y UNSAM (Universidad de San Martín).
También participaron Ana Miranda, del CONICET y FLACSO (Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales) y Javier Balsa, del CONICET y el Centro de Investigación en Economía y Sociedad de la Universidad Nacional de Quilmes (UNQ).
La nacionalización de un fenómeno global
El coordinador del encuentro, el sociólogo Diego Álvarez Newman, nombró algunos rasgos generales que caracterizan el surgimiento y el desarrollo de esta corriente política en el mundo y particularmente en la Argentina.
En primer lugar, se encuentra la emergencia de fenómenos globales de ultraderecha considerados disruptivos. Las nuevas tecnologías digitales, en especial las redes sociales, permitieron la globalización de estas ideas.
En nuestro país, la institucionalización de corrientes reaccionarias (y hasta con tintes autoritarios) en la política tradicional, como lo fue la conformación del PRO y la organización de los actores del campo en reacción a la Resolución 125, allanó el camino para la “derechización” del discurso político.
Esta tendencia se profundizó a partir del 2018, a medida que el empobrecimiento fue avanzando sobre les trabajadores, no sólo sobre quienes sufren la precariedad laboral sino también sobre trabajadores que cuentan con derechos laborales.
Por último, atribuye a la pandemia un efecto de descontento generalizado sobre las juventudes, que tienen todo tipo de dificultades económicas, sobre todo de inserción al mundo laboral.
En las últimas elecciones primarias este descontento se tradujo en un rechazo a la política y se manifestó en los votos en blanco, en la abstención y en parte del voto a Javier Milei.
El frente libertario, una respuesta a las crisis económicas y políticas
Federico Montero planteó en su exposición que existe un vínculo entre las experiencias de derecha autoritaria en el mundo, a través de características similares de identidad, discursos, antagonismos y el uso que le dan a la tecnología y las redes sociales.
Es común para esta corriente ideológica la construcción de un adversario político, al que hasta se le niega la condición humana para legitimar la violencia. En Europa aparece sobre la figura de les inmigrantes, mientras que en América esto sucede alrededor de los colectivos de diversidad de género y grupos políticos caracterizados como “de izquierda”.
Para Montero, existen dos tendencias que explican el asentamiento de este fenómeno ideológico. En primer lugar, la reconfiguración económica post-crisis mundial del 2008, en la que el crecimiento va acompañado de una fuerte desigualdad.
Sumado a un proceso de reprimarización de la economía, donde se destruye el trabajo industrial y los derechos que implica este tipo de trabajo, surgen nuevas percepciones de la “injusticia”. Por la falta de acción y regulación estatal, se encuentran respuestas autoritarias a estas injusticias.
En segundo lugar, se encuentra lo que llamó “insatisfacción democrática”, expresada en un discurso que relaciona la política (o específicamente los políticos) con la impotencia para responder las demandas sociales.
En este contexto, se erosiona la autoridad política y se buscan nuevos actores que tengan las condiciones para arreglar lo que señalan como una situación de caos. Esto significó en Latinoamérica la crisis de las formas consensualistas de la política.
La cultura memética
Juan Ruocco, periodista y conductor del programa Círculo Vicioso, otorgó al debate una mirada distinta y poco abordada en general, que es el surgimiento de la corriente libertaria desde los foros anónimos, cuya actividad principal es la creación de memes.
Hace unos años en este tipo de sitio web se popularizó la creación de contenido “políticamente incorrecto”, principalmente en Estados Unidos, donde se buscaba incomodar al establishment mediático. En el contexto de la campaña electoral de 2016, Donald Trump hizo uso de los recursos de estas plataformas y ganó seguidores en sus comunidades.
Posteriormente, en la Argentina surgió lo que Ruocco denomina la cultura digital memética, que en el aspecto político adquirió la forma de reivindicación de las ideas libertarias, como la crítica al Estado, y que puso a Milei en el centro.
En un principio, Milei era visto como un personaje, un meme en sí mismo. Sin embargo, la viralización de sus ideas políticas le permitieron el salto a la institucionalización. Al no tener lugar en los escenarios tradicionales de la política, sus seguidores ocuparon el Internet como un espacio de integración y validación simbólica.