Nerea Agüero nació en Navalmoral de la Mata, Extremadura, España el 14 de octubre de 1997. Pese a vivir toda su vida en tierras españolas, decidió nacionalizarse argentina para vestir la camiseta de la Selección. Durante las últimas horas fue convocada por tercera vez a la Albiceleste, y formará parte del plantel que se medirá ante Japón en la Fecha FIFA de septiembre.
La futbolista, que se desempeña como lateral por derecha, dialogó en exclusiva con Nota al Pie y se refirió a su carrera futbolística. “Mi padre nació en Argentina y se fue joven a España para jugar al fútbol. Ahí conoció a mi madre española”, detalló la jugadora de 25 años que cuenta con una amplia trayectoria en el fútbol español.
“Lo tenía claro: si tenía que defender a algún país, quería que fuese Argentina, sí o sí”, enfatizó Agüero. Con respecto al motivo, confesó: “En mi familia paterna siempre se vivió mucho el fútbol. Ese fanatismo que tiene el argentino con este deporte es algo que viví desde que era chica. Mi padre era hincha de Rosario Central”.
Un llamado trascendental
La lateral derecha inició su camino profesional en el Sporting Club de Huelva, con tan solo 15 años. Pasó por el Sevilla, Torrelodones CF, Deportivo Alavés, Zaragoza y por último Granada, donde se encuentra desde 2019. Sin pasos previos por las selecciones juveniles de Argentina, en octubre 2021 fue citada por Germán Portanova.
La oriunda de Navalmoral de la Mata formó parte del plantel argentino que disputó las Fechas FIFA de octubre y noviembre, con amistosos ante México y Ecuador respectivamente. Su debut como titular llegó el 30 de noviembre de aquel año, ante las ecuatorianas, con igualdad 2-2.
Sin conocer a ninguna de sus compañeras, aseguró que la recibieron muy bien. “El recibimiento del equipo fue como si estuviera desde siempre. Los 10 días que pasé en México me sentí como en casa. Eso fue lo que más me llenó, el trato que recibí”, destacó la jugadora.
Entre risas, Agüero recordó la primera concentración con sus compatriotas: “Ya había probado el mate por mi familia, y me gusta. Pero lo prefiero tibio, no soy capaz de beberlo tan caliente como la mayoría de los argentinos”. Luego, añadió: “Me llevé muy bien con Mariana Larroquette, Dalila Ippolito y Solana Pereyra”.
El momento más duro de la carrera de Nerea Agüero
En su mejor momento futbolístico, con aspiraciones de disputar el Mundial 2023 con la Albiceleste, la lateral derecha se encontró con un enorme obstáculo. En diciembre de 2021, días después de debutar a nivel internacional, sufrió la rotura del ligamento cruzado, y se mantuvo fuera de las canchas durante 11 meses.
Aquella lesión la alejó de los terrenos de juego y dificultó la posibilidad de integrar la lista mundialista. Sin embargo, el cuerpo técnico jamás se olvidó de ella. “Durante la recuperación me contactó Sebastián Gómez (ayudante de campo). Me di cuenta que se preocupaban por mí, fue un plus para recuperarme de la mejor forma”, explicó.
Para Nerea Agüero, todo el trabajo tiene su recompensa. Por eso, ahora prepara su valija para viajar a Japón y medirse ante la selección nipona. “Quiero darlo todo y demostrarles que puedo estar ahí, aunque no sume minutos. Voy a disfrutar de una nueva convocatoria después de todo lo que pasé”, sostuvo.
La otra cara del fútbol femenino
La futbolista, que lleva años dedicándose de forma exclusiva al fútbol, también se refirió al caso de Luis Rubiales, dirigente español que besó sin consentimiento a Jennifer Hermoso en los festejos de la selección española por la obtención del Mundial en Australia y Nueva Zelanda.
“En España hace bastante tiempo que a Rubiales no se le quiere. Después de esto, el mundo se dio cuenta por que no se lo quería”, opinó la jugadora. Además, agregó: “Es triste que, con el logro de la selección española, se le dé más atención a Rubiales, que a lo logrado por las futbolistas”.
Por último, con respecto a la disriminación que sufren las mujeres que deciden practicar este deporte de forma sistemática y continua, Agüero concluyó: “Empecé de muy chica en el pueblo donde vivía, y mi experiencia siempre fue buena. Nunca me tildaron de ‘marimacho’ o cosas de ese estilo, pero sí es verdad que sucede, porque conozco casos”.