Durante las últimas semanas, el caso de Luis Rubiales ha ido escalando y tomando una mayor repercusión en los medios. Su nombre es sinónimo de escándalo luego de que el Presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) besara sin consentimiento a la mediocampista Jennifer Hermoso en plena premiación por el triunfo en el Mundial de Fútbol Femenino.
El hecho quedó registrado ante las cámaras de televisión y las imágenes recorrieron el mundo en cuestión de segundos. Minutos más tarde, desde el vestuario español, la propia futbolista reconoció que no supo cómo reaccionar ante el inesperado beso del dirigente.
Por su parte, sus compañeras no tardaron en manifestarse al respecto, al punto de que 80 jugadoras españolas renunciaron al seleccionado con la intención de que Rubiales deje su cargo. Cabe destacar que no existen casos de esta magnitud en la disciplina femenina, y supone un quiebre histórico.
Las declaraciones de Rubiales
Pese a las críticas internacionales de su accionar, el todavía presidente de la RFEF, se refirió al hecho y en diálogo con la prensa aseguró: “¿Es tan grave para que yo me vaya, habiendo hecho la mejor gestión del fútbol español? Pues les voy a decir algo: no voy a dimitir. Soy víctima de una cacería. Voy a ir hasta el final”.
Sin embargo, desde la Federación Internacional de Fútbol Asociación (FIFA) decidieron ignorar sus justificaciones y tomaron la decisión de suspenderlo de forma provisoria durante los próximos 90 días.
“Con el objeto de preservar, entre otros factores, los derechos fundamentales de la jugadora de la selección nacional de fútbol Jennifer Hermoso y el buen orden del procedimiento disciplinario que se encuentre en tramitación ante este órgano disciplinario, se ordena a Luis Rubiales que se abstenga, mediante el mismo o terceros, de contactar o intentar contactar con la jugadora profesional de la selección nacional española o a su entorno cercano”, destacó la FIFA en su comunicado.
Las palabras de Jennifer Hermoso y su repercusión
Días después de lo ocurrido, fue la propia futbolista quien tomó la palabra y se manifestó al respecto: “Quiero aclarar que en ningún momento consentí el beso que me propinó y en ningún caso busqué alzar al presidente. No tolero que se ponga en duda mi palabra y mucho menos que se inventen palabras que no he dicho”, enfatizó la jugadora en conversación con el diario Marca.
Entre las futbolistas argentinas, quien respaldó a Hermoso fue Estefanía Banini, mediocampista del Atlético de Madrid que se retiró de la Selección Argentina semanas atrás.
A través de su cuenta de X, antes Twitter, Banini expresó: “Un momento que debería ser lindo se convirtió en esto. Seguimos viendo machismo y abuso de poder en el fútbol femenino. Es muy triste, pero contas con el apoyo de mucha gente!”, manifestó la figura argentina.
En la misma sintonía, la Asociación de Futbolistas Profesionales (FUTPRO) también se manifestó. “Desde nuestro sindicato queremos remarcar que ninguna mujer debería verse en la necesidad de contestar ante las contundentes imágenes que todo el mundo ha visto y, por supuesto, no se deberían ver involucradas en actitudes no consentidas”.
Luego, desde el sindicato aseguraron: “Las jugadoras de la selección española de fútbol, actuales campeonas del mundo, esperan respuestas contundentes de los poderes públicos para que no queden impunes acciones como las contenidas”.
Ahora, la Fiscalía de la Audiencia Nacional de España investiga a Rubiales por agresión sexual y le consultará a Hermoso si desea realizar la denuncia. A su vez, la RFEF será presidida de forma interina por Pedro Rocha.
Durante los últimos años, las jugadoras de la disciplina han exigido mejores condiciones laborales y encabezado una serie de luchas para exigir por sus derechos. También han sufrido abusos de poder hacia las futbolistas, pero hoy dichos actos de vulneración parecen tener un quiebre.