El próximo viernes se cumplirán tres meses de la sospechosa muerte del soldado Pablo Córdoba, de 21 años. La misma ocurrió en el cuartel del Grupo de Artillería 16, en la ciudad neuquina de Zapala.
El cuerpo fue hallado el 1 de junio con dos disparos en la cabeza, producto de un Fusil Automático Liviano (FAL). La familia de la vìctima sospecha del propio ejército y teme que la causa sea cerrada como suicidio.
En este marco, artistas y músicos se reunieron el pasado sábado para homenajear a Pablo en frente a la Guarnición Militar donde lo encontraron sin vida.
La actividad consistió en el pintado de un mural con su imagen, el cual estuvo a cargo de Heber Hernández. Mientras se llevaba adelante la pintada, la música de artistas locales acompañó la jornada de visibilización hasta entrada la tarde.
Ahora, con motivo de los tres meses de su muerte, sus allegades convocan a una nueva movilización. “Queridos vecinos de Zapala, les pedimos a todos que nos acompañen en esta nueva marcha”, expresaron. “Le pedimos que se acerquen con una bandera o una camiseta de argentina, las que agitaremos en pedido de verdad y justicia”, agregaron.
Además, sostuvieron que desde el fallecimiento se encuentran “sumidos en un dolor y una incertidumbre terrible” y luchan para que el juez Hugo Greca les de respuestas. “Pablo necesita descansar en paz y eso solo se logrará cuando haya justicia y encuentren a su/sus asesino/s”, sentenciaron.
La denominada “marcha de las banderas” tendrá lugar en calle Roca y Ejército Argentino, desde las 11.
Las sospechas que desprenden las pericias
El abogado de la querella, Maximiliano Orpianessi, solicitó que el juez de la causa sea apartado por “no tener objetividad”.
En este sentido, el representante de la familia afirmó que el juez le sirvió al Ejército, por fuera del expediente, “información respecto a la existencia de líneas investigativas, y el avance de la investigación penal”.
A su vez, agregó a su denuncia que Greca “se encontraría en constante comunicación con personal jerárquico del Ejército Argentino con funciones en Zapala”.
Cabe mencionar que la causa, de momento, está calificada como “muerte dudosa”.
En tanto, el dato más fuerte es el que resultó de las pericias realizadas al FAL perteneciente a la víctima. Pese a que testigues que llegaron a la escena admitieron manipularlo, los estudios no encontraron huellas; lo cual podría significar que alguien las borró para ocultar una potencial evidencia.
Por otra parte, se constató que el cargador estaba fuera del fusil cuando el mismo no se sale solo por la acción de un cimbronazo ni nada similar.
Respecto a ello, la madre del joven fallecido, Natalia Uribe, aseguró en diálogo con LM Neuquén: “Estamos convencidos de que ha sido todo manipulado, que el arma fue limpiada y plantaron cosas en la escena”. “Por eso creemos que es absurdo que el juez siga planteando la situación como suicidio y no investigue un homicidio, como corresponde”, sostuvo.
Otro dato que hace descreer a la familia de un suicidio, es que la muerte del soldado se produjo por dos disparos de un arma letal como es un FAL, y el mismo no se encontraba en posición de “automático”. Por ello, su entorno vuelve a convocar a les vecines para pedir justicia por Pablo.