El 25 de agosto de 1877 se creó la Sociedad de Barberos y Peluqueros en Argentina. Esta profesión ocupa un rol fundamental en el cambio de la imagen de las personas, a tal punto que en esta fecha también se celebra el Día Internacional del Peluquero,
El reconocimiento mundial es en conmemoración a Luis IX, rey de Francia, quien denominó a su peluquero como “hombre libre” puesto que, en el siglo XIII, en Europa, el oficio de peluquero era de estatus plebeyo y sólo se ejercía para la nobleza.
En el marco de esta fecha, Nota al Pie dialogó con la peluquera Jeniffer Iturrioz, de la localidad de Libertad, en el partido bonaerense de Merlo, quien contó detalles acerca de su profesión.
Jenniffer Iturrioz, una vida dedicada a la peluquería
Se puede cambiar de pareja, elegir comprar en cualquier comercio, pero siempre se rinde fidelidad a la peluquería del barrio, aquella que resuelve los “desastres” que cada cual hace en su cabello. Este es el caso de Jeniffer Iturrioz, quien en 2009 abrió en el corazón de Zona Oeste su propia peluquería, llamada “Look”.
¿Cómo fueron tus inicios como peluquera?
Terminé el secundario con 17 años y en el primer verano, luego de terminar el colegio y estando de novia con el papá de mis hijos, me encontré con que estaba embarazada y nos fuimos a vivir juntos. Cuando mi hijo cumplió un año y medio yo me empecé a sentir muy triste en casa ya que la mayor parte del día vivía para mi bebé, y cuando le cuento a mi mamá cómo me sentía, ella me aconsejó hacer algo para salir un poquito de casa y que no me sintiera tan ahogada, y si eso podía ser productivo mejor.
Me contó que había escuchado que en Logos, una academia conocida de muchos años en Padua, daban cursos de peluquería y que si me gustaba no sólo podía salir unas horitas de casa, sino que también podía tener un oficio a futuro.
¿Hace cuántos años estás en el rubro?
Estuve casi siete años trabajando en ese lugar y en los últimos años estaba de encargada. Como trabajaba 12 horas más dos horas de viaje terminaba fuera de casa 14 horas los cinco días de la semana.
El papá de mis hijos me insistía que tenía que independizarme ya que yo resolvía todo en mi trabajo y les explicaba también a los chicos nuevos que recién arrancaban. Un día llegué a casa y me encontré con que había alquilado un local para que ponga mi propio negocio.
¿Recordás cómo fue el día que inauguraste tu peluquería?
Abrimos en 2009 y sí, fue re lindo porque tenía el apoyo de toda la familia, tanto de la mía como la de mi pareja. Ese día la mayor felicidad que me dio fue que esperaba a gente conocida que venían a apoyarme y me encontré no sólo con ellos, sino con gente que también pasaba y me felicitaba por lo lindo que estaba y me pedían para cortarse. ¡Me dio mucha felicidad tener trabajo desde el primer día!
¿Qué es lo que más disfrutás de tu profesión?
¡Todo! Ver que la gente viene por un cambio y siempre se va feliz y lo disfruto cuando me lo agradecen y ver que, con poquito cómo cambian su estado y se van contentos diciendo: “Voy a volver o te voy a mandar algún familiar porque me quedó hermoso”. Todas esas cosas las disfruto.
Hoy es el Día del Peluquero, ¿cómo es un día de trabajo en la peluquería?
Hay días que termino muy cansada y otros que está más tranquilo, pero te aseguro que más allá del cansancio, me llena de felicidad sentir que la misma gente de hace años me sigue eligiendo, y el cansancio pasa a un segundo plano cuando ves que la gente se va feliz.
¿Cuál fue tu mayor desafío en la profesión?
Todos los días es un desafío cuando la gente te pide cosas y depende de lo que se hayan aplicado o trabajos anteriores que tengan. Con cada persona hay que trabajar distinto para poder lograr lo deseado y si no se puede, hacer lo más parecido al cambio que quieren.
Trabajás con tu hijo en tu propia peluquería, ¿cómo es esa conexión y experiencia?
Es difícil, él terminó el secundario y estuvo trabajando para otras empresas hasta que un día pudo ver que gracias a poder ser independiente pude tener mi casa propia, una oportunidad que si hoy fuese empleada no hubiera podido llegar. Esas cosas, como el manejar mis propios horarios y tomar mis propias decisiones, lo hizo ver que quería hacer lo mismo porque confía que de esa manera va a salir adelante. No es fácil ya que soy muy exigente con él, pero me reconforta saber que estoy ayudando a mi hijo con su futuro.
¿Qué consejos les darías para aquelles que quieren buscar una oportunidad como tu hijo e iniciarse en este oficio?
Les diría que tengan constancia, que no aflojen y que tengan fuerza porque si realmente se lo proponen tienen un futuro lindo en un ambiente que la gente te devuelve con amor.
El peluquero genera un vínculo especial con el cliente, muchas veces hasta hacen de psicólogos. ¿Tenés alguna anécdota linda con alguna clienta o cliente?
Sí, es verdad que la gente te cuenta su vida, sus historias y en el día a día hacemos todos un poquito de terapia a veces (risas), te toca escuchar cosas lindas y otras feas. Yo desde mi lugar me reservo a escuchar y acompañar a mis clientas. Se queda conmigo todo lo que me cuentan. Lo que sí, se hacen debates políticos entre los clientes (risas), pero como mucho no entiendo no me meto.
¿Qué significa tu peluquería “Look” para vos?
Yo lo relaciono con un cambio de algo nuevo. El poder renovarse desde lo exterior también ayuda al cambio interno y siempre es para bien. Creo que en su mayoría todos saben que mi oficio brinda un servicio donde la gente puede cambiar y renovar su pelo con distintos cortes o colores que van a favorecer su autoestima.
Estoy agradecida a mi oficio porque me dio todo lo que siempre desee tener: mi casa, una estabilidad económica para mis hijos y la felicidad que te devuelve la gente que es gratificante.