
Este sábado, el Comando de Teatro del Este del Ejército Popular de Liberación (EPL) de China volvió a rodear Taiwán con ejercicios militares conjuntos. Las maniobras se produjeron como una advertencia luego de que el vicepresidente taiwanés, William Lai, realizará una parada de tránsito en Estados Unidos.
Defensa de la integridad territorial china
Los ejercicios realizados por China, a través del Comando del EPL, fueron una nueva advertencia de que Pekín tiene la defensa de su integridad territorial como una de sus máximas prioridades. Es por ello que China rodeó a Taiwán por aire y mar, en una clara señal de que la potencia asiática está lista para el uso de la fuerza si la situación así lo demanda.
Según recogió la agencia de noticias china, Xinhua, el portavoz del Comando, Shi Yi, sostuvo que las maniobras tienen como objetivo el entrenamiento de embarcaciones y aviones militares para observar su capacidad de tomar el control de los espacios marítimos y aéreos.
Además, el portavoz militar informó que “se pondrá a prueba la capacidad de las fuerzas armadas para luchar en condiciones reales de combate”.
Por otro lado, Shi Yi afirmó que los ejercicios “sirven como una severa advertencia a la colusión de los separatistas de la independencia de Taiwán con elementos extranjeros”.
En este sentido, el gobierno chino intensificó las maniobras militares alrededor de la isla en los últimas semanas, luego de que a principios de julio el gobierno de Joe Biden aprobara una posible venta de municiones, así como también suministros logísticos a la isla por un valor de casi 440 millones de dólares.
La provocación de Taiwán
El domingo pasado, antes de viajar a la asunción del presidente Santiago Peña en Paraguay, el vicepresidente de Taiwán, William Lai, realizó una parada de tránsito en Estados Unidos. Desde allí, reunido con simpatizantes en New York, Lai aprovechó la oportunidad para atacar a Pekín: “Defendemos nuestros valores de la libertad, de la democracia, no nos asustamos ni nos acobardamos ante la amenaza del autoritarismo, no importa lo grande que sea”, advirtió el ex mandatario.
A su vez, Lai afirmó que “la seguridad de Taiwán es un tema global: cuando Taiwán está seguro, el mundo está seguro, cuando existe paz en el Estrecho de Taiwán, existe paz en el mundo”.
Del mismo modo, además de agradecer la hospitalidad norteamericana, el vicepresidente taiwanés señaló que las más de 30 resoluciones aprobadas por el Congreso de los EE.UU en los últimos 6 meses en favor de su país representan “una señal de la profundización de las relaciones entre Taiwán – EE.UU”.
Para China, lo sucedido no es un hecho menor. En primer lugar, porque, con el Principio de una sola China como faro rector, el gobierno del gigante asiático se opone con firmeza a cualquier interacción oficial de Taipei con Washington.
Además, por otro lado, William Lai es el preferido de las encuestas para reemplazar a la actual presidenta de Taiwán, Tsai Ing-Wen, en las elecciones del próximo enero.
De hecho, hace un mes, cuando se supo que Lai iba a realizar una parada de tránsito en EE.UU, la cancillería China presentó sus protestas formales. En aquel momento, la portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, Mao Ning, recordó que para China la cuestión Taiwán representa “la primera línea roja que no debe cruzarse”.
En ese sentido, Ning advirtió que el gigante asiático se opone “a cualquier visita de los separatistas de Taiwán a EE.UU bajo cualquier nombre o pretexto”, en respuesta a las declaraciones del Departamento de Estado norteamericano, entidad que sostuvo que “las paradas de tránsito no son visitas, no son oficiales”.