El próximo domingo el pueblo de Ecuador deberá elegir, entre ocho candidates, al próximo Presidente de la Nación y les 137 representantes que ocuparán las bancas de la Asamblea Nacional. Las elecciones fueron adelantadas luego de la interrupción de un juicio político contra el presidente saliente Guillermo Lasso– que asumió la presidencia en 2021-.
Luego de la disolución del parlamento local y el asesinato de referentes políticos, les 13,4 millones de ecuatorianes acudirán a las urnas el domingo en un escenario de gran inseguridad, violencia política y crisis económica. Según el Centro de Estudios Estratégicos Latinoamericanos (CELAG), los comicios se llevarán adelante “en un clima de fuerte apatía política y altos niveles de indecisión”.
Son ocho les candidates que se disputan la Presidencia, pero sólo permanecerán frente a la conducción del Estado hasta 2025.Esto se debe a que son elecciones extraordinarias a partir de la llamada “muerte cruzada”, invocada por Lasso, que implicó la disolución del Legislativo y el llamado a nuevos comicios para evitar ser destituido por el Parlamento por acusaciones de corrupción.
Si ninguno de les candidates supera el 40% y alcanza una diferencia de 10 puntos con el siguiente, les dos candidates más votades irán a segunda vuelta. El sistema electoral ecuatoriano diagnosticó que habrá dos vueltas para los comicios presidenciales. Hay cinco fórmulas que perfilan buenos resultados, aunque a la candidata del correísmo por Revolución Ciudadana, Luisa González, y su candidato a vicepresidente, Andrés Arauz, se ubican por encima del 30% del voto total, según las encuestas.
El principal desafío para el candidato electo
Entre las principales problemáticas que se viven en Ecuador, la inseguridad y la violencia social y política se posicionan como factores definitorios a la hora de emitir el voto por el próximo Presidente. En 2022 Ecuador registró la mayor tasa de muertes violentas en la historia, con 26 homicidios por cada 100.000 habitantes, casi el doble que en 2021. La tendencia siguió aumentando y se cree que este año podría superar los 40 homicidios por cada 100.000 habitantes.
El territorio en el que más violencia se ha sufrido en el país son las cárceles, las peleas callejeras se han trasladado a las cárceles. Desde el año 2020 ha habido más de 400 homicidios debido al enfrentamiento de bandas rivales que han terminado en masacres.
Un reflejo de la violencia social se expresó en los asesinatos de dos candidates polítiques que se presentarían estas elecciones durante las últimas semanas. Díez días previos de ir a los comicios, el candidato presidencial por el Movimiento Construye, Fernando Villavicencio, fue asesinado al recibir varios disparos a la salida de una escuela en Quito. Así también, dos días después, el dirigente político de Revolución Ciudadana, Pedro Briones, fue asesinado a disparos.
Precios y economía
Por otra parte, la situación externa del país se ha deteriorado. Mientras las tasas de los intereses internacionales suben, el financiamiento externo aumenta y resulta cada vez más escaso. Además, la caída de precios de las materias primas del 2023 se ha reflejado en un déficit fiscal y un riesgo país en 2.000 puntos, sobre todo por la caída del petróleo. En ese marco, quien asuma la responsabilidad de dirigir el país se encontrará con un entorno económico complejo.
Además, el próximo domingo, se definirá a partir de un plebiscito si se detiene la explotación del bloque 43-ITT, ubicado en el Parque Nacional Yasuní– uno de los epicentros mundiales de la biodiversidad-. Según los cálculos del gobierno ecuatoriano, esta decisión representaría una merma de 1.200 millones de dólares anuales al fisco.
Para Correa el asesinato de Villavicencio fue complot
El ex presidente de Ecuador, Rafael Correa, que acompaña la lista que lidera Luisa González, denunció que el asesinato del candidato presidencial Fernando Villavicencio del Movimiento Construye, fue un complot de la derecha para afectar a Revolución Ciudadana. A partir de dichos acuerdos se beneficia “la derecha política ecuatoriana porque necesitaban una hecatombe política así, culparnos a nosotros para impedir que ganáramos en una sola vuelta», según planteó Correa en entrevista con un medio internacional.
Villavicencio- se posicionaba en quinto o cuarto lugar según las encuestas- fue reemplazado por su compañera de fórmula, Andrea González. Durante el correísmo (2007-2017) fue uno de los principales detractores y denunció supuestos casos de corrupción. Para el ex mandatario, su asesinato “cambió toda la realidad y pateó el tablero electoral” hacia la primera vuelta de elección presidencial adelantada.
Por su parte, González acusó a Lasso de corrupción y gobernar “junto a las mafias y el crimen organizado”. En este marco, la candidata a Presidenta prometió “mano dura” contra el crimen organizado y “manos solidaria” con la población, así como habló de la necesidad de reforzar políticas de educación, salud, empleo y economía popular y solidaria.
Además, al asesinato del dirigente político candidato de Revolución Ciudadana, Pedro Briones, baleado en la ciudad de Esmeraldas, sumó un crimen más a la lista de ataques a candidates. En ese marco, González expresó a través de su cuenta de X, que “Ecuador vive su época más sangrienta”, debido al “abandono total de un gobierno inepto y a un Estado tomado por las mafias”.