En una entrevista en el canal de televisión LN+, Javier Milei cargó contra la financiación estatal a la ciencia y tecnología. El precandidato a presidente de la Nación más votado en las elecciones primarias prometió que, si encabeza el gobierno, privatizará el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET).
El CONICET es el organismo público de promoción de ciencia y tecnología más importante de la Argentina. Cuenta con 11.800 investigadores, 11.800 becaries de doctorados y posdoctorados y 2900 profesionales de apoyo a la investigación. Es una institución con logros y reconocimientos a nivel mundial.
En respuesta a las declaraciones de Milei, la directora del organismo, Ana Franchi, afirmó: “Tenemos gente formada en el CONICET que trabaja en muchos lugares, como Vaca Muerta y sectores del agro, son empresas que aportan al Estado y al desarrollo del país”.
Por su parte, trabajadores del CONICET que componen la organización Razón y Revolución Ciencia y Técnica emitieron un comunicado en el que se manifiestan en contra de la idea de dejar la ciencia en manos del sector privado.
No obstante, afirman que ni Patricia Bullrich, candidata a presidenta de Juntos por el Cambio (JxC), ni Sergio Massa, candidato a presidente del oficialismo; plantean un modelo de país en el que la ciencia ocupe un lugar relevante.
El plan privatizador de Milei
Al ser consultado por la continuidad o la eliminación del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación, Milei declaró: “Que quede en manos del sector privado”. “Que se ganen la plata sirviendo al prójimo, con bienes de una mejor calidad a un mejor precio, como hace la gente de bien”, agregó.
El periodista preguntó entonces qué sucedería con les científiques que trabajan en el CONICET, a lo que el líder de La Libertad Avanza cuestionó: “¿Qué productividad tienen? ¿Qué han generado?”. En esa línea sostuvo que “el desarrollo y la investigación no se notan”. Por esa razón, afirmó: “Buscaremos la forma de asignarlo a otras cosas. Ganarás el pan con el sudor de tu frente, serás exitoso solamente sirviendo al prójimo”.
De esta forma, citando un pasaje del Antiguo Testamento de la biblia cristiana, y en referencia al “poco esfuerzo y productividad” de les trabajadores del organismo científico, Milei profundiza su propuesta en cuanto al achicamiento del Estado.
Además de esto, su plataforma electoral contempla la flexibilización laboral, la privatización de empresas estatales, la eliminación de la educación pública y obligatoria y el arancelamiento de todas las prestaciones de salud.
El comunicado de les trabajadores del CONICET
El comunicado emitido por les trabajadores de CONICET y de otros organismos científicos y técnicos, que componen Razón y Revolución Ciencia y Técnica hace énfasis en la importancia de la ciencia para construir una Argentina mejor. El mismo reza:
Frente a los dichos de Javier Milei respecto al CONICET, es necesario señalar que la ciencia no avanza en manos del sector privado. Hay desarrollos importantísimos que llevan décadas de inversión estatal para que luego lleguen a desarrollos privados. El mejor ejemplo son las vacunas contra el COVID: la inversión para desarrollarlas no vino de Pfizer, o AstraZeneca, sino de los Estados. Para el sector privado la inversión era enorme y no se iba a recuperar.
Toda la industria médica, la espacial, la nuclear, es así: sin los desarrollos estatales no existiría. Y esto funciona así en todo el mundo, ningún país relevante prescinde de la inversión pública en ciencia y tecnología. El sistema científico en la Argentina tiene muchos problemas, los hemos denunciado, pero cerrar el CONICET o privatizarlo no es la solución.
Sin desarrollo científico y tecnológico, la Argentina sólo podrá profundizar su especialización como productor primario, y ese es un país que solo puede sostener a la mitad de su población actual o menos. Y ni siquiera eso, porque desarrollos importantísimos para el sector agropecuario, como el trigo resistente a la sequía, se hicieron en CONICET.
Necesitamos repensar el CONICET en función de un nuevo proyecto de país, que se inserte en el mundo exportando bienes de alta tecnología. Ese país no está en la cabeza de ninguno de los candidatos. Aunque Massa y Bullrich no hayan dicho que van a cerrar el CONICET, su modelo de país no es muy diferente al de Milei, y en él no hay un lugar relevante para el sistema científico.
Las propuestas en torno a CONICET oscilan entre una política cosmética que lo va vaciando de a poco y otra que propone directamente cerrarlo. Nuestro desafío es pensar y poner en marcha una nueva Argentina, en donde la ciencia ocupe un lugar realmente relevante.