Desde el martes próximo será posible visitar las esculturas que realizó el artista chileno Nicolas Miranda en Argentina, luego de haber sido sensación en Madrid, donde en una intervención urbana colocó una figura del rey Juan Carlos I con un rifle amenazante apuntando a El Oso y el Madroño, un monumento popular de la ciudad. En esta ocasión volverá a “plantar” sin previo aviso una obra por un corto lapso de tiempo y registrando lo que allí sucede con les transeúntes, curioses y demás habitantes del espacio público.
El nombre de este nuevo proyecto del artista es Gente en su sitio, o tentativas de una noble igualdad. El mismo contará con tres piezas: “Juanito Laguna”, un personaje de Antonio Berni inspirado en les cientes de niñes que el artista encontró en los barrios de emergencia que existían en la Ciudad de Buenos Aires desde los años 30; una joven marginal y un policía federal sacándose una selfie.
Estas figuras serán expuestas en lugares estratégicos para provocar la reacción de la gente alrededor de diversos hitos de la ciudad, caracterizados por su carga simbólica. Entre ellos se encuentran la Plaza de Mayo, la Plaza Once, un Espacio de la Memoria, el Palacio de Tribunales, la Facultad de Derecho y el Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires (MALBA).
Para finalizar el experimento social se realizará una exposición en la Galería Pabellón 4 en la calle Juan Ramírez de Velasco 556, Villa Crespo (CABA), desde el 20 de octubre, con un cierre programado para el 30 de noviembre. Allí se presentará el registro fotográfico y audiovisual de las intervenciones, junto a las piezas escultóricas previamente mencionadas.
Qué motivan las obras de Nicolás Miranda
Miranda es un artista chileno formado en Bellas Artes con mención en Escultura en la Universidad ARCIS y con un Magíster en Artes mención Artes Visuales de la Universidad de Chile. Su trayectoria ha estado marcada por importantes reconocimientos y exposiciones que evidencian su compromiso con el arte contemporáneo.
“Son intervenciones momentáneas. La diferencia con la muestra de España es que allí tomé una figura icónica del poder y conocida en todo el mundo, acá tomo figuras anónimas. Lo que comparten es que se acoplan a algo que ya existe y son intervenciones muy breves. Como empezamos recién, y en total son 16 intervenciones -llevamos tres-, no sé si hay aceptación o no, y tampoco es parte del programa. O sea, en el fondo no soy sociólogo, no estoy experimentando con la gente, sino que solo intervengo a partir de los mismos códigos que da el espacio”, contó Miranda en diálogo con Nota al Pie.
El caso particular de esta obra empezó en el 2019, antes del estallido en Chile y de la pandemia, motivos por los cuales se tuvo que atrasar su muestra, ya que el artista quiso pasar esos momentos en su país. Sin embargo, comenzó las piezas y luego las iba trayendo a Argentina en su valija.
“Esto es una operación artística de arte contemporáneo, tiene un carácter social, pero evito la lástima o el panfleto. A ver, yo entiendo las artes visuales como un fenómeno comunicativo en sí mismo, no como un conductor de mensaje. No es para querer decir algo, sino lo digo de manera directa”, explicó el máster en arte.