Cada vez que aumenta el dólar en Argentina, se produce un inevitable traslado a los precios. Sin embargo, el Banco Central de la República Argentina (BCRA) sorprendió, ayer, con una suba del 22% de la divisa americana que se utiliza para comercio exterior. La nueva cotización es de 350 pesos por unidad en tanto que el dólar minorista oficial se sitúa en 365.
El organismo nacional dejó entrever que ese precio permanecería fijo hasta los comicios de octubre y complementó la medida devaluatoria elevando la tasa de interés en un 21%. Así, la Tasa Nominal Anual (TNA) de las Letras de Liquidez (LELIQ) a 28 días pasó al 118%.
En este difícil escenario, que puede durar al menos dos meses, cabe esperar el temido traslado a los precios. Desde la mañana del lunes, muches comerciantes advirtieron que sus proveedores suspendieron sus ventas mayoristas por tiempo indeterminado. En consecuencia, ya hay un faltante de listas de precios y cayeron algunas ventas en ciertos rubros.
La incertidumbre hace que muchos comercios se paralicen, les proveedores comuniquen que no poseen listas de precios y aquelles que deciden vender, remarquen los valores finales “por las dudas”.
En síntesis, el Gobierno nacional tomó una medida a la que se resistió varios años: devaluar.
El impacto a corto y mediano plazo del dólar en la capacidad de consumo
Se espera que la medida del Central tenga múltiples impactos sobre la economía. Los efectos pueden alcanzar a la inflación en alimentos, tarifas de servicios públicos, combustibles, exportaciones, importaciones y a la deuda pública. La devaluación, además, puede tener variaciones en rubros como los viajes, autos y electrodomésticos.
Los resultados de estas decisiones suelen ser automáticos y rápidos en algunos bienes que afectan, en especial, a los sectores sociales mayoritarios a causa de subas en los precios de los alimentos. En este sentido, les analistas no descartan un nuevo incremento de la tasa de pobreza de la población argentina.
Por el lado de los combustibles, existe la ventaja de que, al estar regulados por el Gobierno, lleva tiempo actualizar sus precios. Sin embargo, el atraso que viene arrastrando este rubro se profundizará con la devaluación de la moneda local. La nueva distancia cambiaria generada este lunes va a traer más presión sobre el sector cuyos precios esperaban renegociarse en esta semana.
En cuanto a las tarifas públicas, también reguladas por el Estado, les usuaries del segmento Nivel 1 se encontraban sin subsidios desde mayo y abonaban el costo pleno del consumo eléctrico. En tanto, la Secretaría de Energía no autorice un aumento, los hogares, la industria y el comercio volverán a contar con la ayuda (subsidio) del Estado nacional, por unos meses como mínimo.
El dilema de Massa: el FMI y las divisas o ganar las elecciones con políticas de ingreso
En este marco de decisiones, las autoridades se disponen a cerrar la brecha, con la devaluación del tipo de cambio oficial, que había señalado el Fondo Monetario Internacional (FMI). El organismo solicitaba devaluar el peso entre un 15% y un 25% para corregir desequilibrios y efectuar el desembolso de 7.500 millones previsto.
No obstante, luego de esta señal de parte del Gobierno para achicar esa brecha, desde el oficialismo aseguraron que el Fondo puede ampliar el monto del pago a una suma superior. Esta posibilidad es la que se analizará en la reunión de Directorio el próximo 23 de agosto que luego será sometida a votación.
“Valoramos las acciones de políticas recientes de las autoridades y el compromiso de salvaguardar la estabilidad, reconstruir las reservas y fortalecer el orden fiscal”, expresó el FMI por medio de un comunicado institucional.
El endurecimiento de la política monetaria
Otro de los objetivos buscados por la nueva medida está vinculado a la balanza comercial puesto que, según cifras del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), en el primer semestre de 2023 el déficit acumuló 4.387 millones de dólares.
La esperanza del Gobierno nacional es que un tipo de cambio más competitivo pueda incentivar a quienes retengan divisas y se dispongan a liquidarlas. Desde el Ejecutivo se estima que grandes empresas, en especial del sector agrario, retienen 3.100 millones de dólares. En cambio, se espera que las importaciones desaceleren su ritmo y tiendan a liquidar su stock en vez de acumularlo.
Por otro lado, luego del sorpresivo resultado de las PASO, el BCRA presenta una nueva estrategia cambiaria al aplicar la devaluación de la moneda y elevar las tasas que ahora arrojan un rendimiento de alrededor del 9,7% por mes. De esta manera, la entidad monetaria tratará de seguir conteniendo la inflación y las tensiones sobre los dólares paralelos.
El directorio del Central evaluó la necesidad de readecuar las tasas de interés, en sintonía con el salto devaluatorio, “a los efectos de anclar expectativas cambiarias y minimizar el grado de traslado a precios, propender hacia retornos reales positivos sobre las inversiones en moneda local y favorecer la acumulación de reservas”, expresaron en un comunicado.