En la mañana de este martes 1 de agosto, el Tercer Malón de la Paz concluyó su viaje hacia la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA). Las comunidades originarias jujeñas, junto a docentes de la provincia, terminaron así el viaje que comenzó el pasado 25 de julio.
Acompañades de personas que apoyan su causa y diversas organizaciones sociales, les jujeñes coparon el centro porteño. Luego de ver la columna de cuadras de longitud caminar con prendas típicas y miles de banderas wiphala, nadie podía quedar ajene a su causa.
El Tercer Malón de la Paz partió desde Jujuy y pasó por Salta, Catamarca, Tucumán, Córdoba y Rosario. Tras arribar en CABA a lo largo de la noche, recorrieron la Plaza Miserere, el Congreso Nacional y el Obelisco. Su caminata culminó en la Plaza Lavalle, frente a los Tribunales porteños.
Entre los reclamos, hacen hincapié en la anulación de la reforma constitucional que se aprobó el 20 de junio de este año. En esta misma línea, alzan la voz por el fin de las persecuciones a les referentes de la lucha, y por una ley de propiedad comunitaria.
“¡Jallala!”
Esta palabra de origen quechua-aymara se leía en los carteles y se escuchaba en la voz de les manifestantes. Significa esperanza, festejo y bienaventuranza, pero también determinación. Esta última abunda en el pueblo jujeño, y lo demostraron en el viaje que emprendieron el 25 de julio.
A las 9 de este martes, les integrantes del Tercer Malón de la Paz realizaron una ceremonia en la Plaza Miserere. Es que justamente hoy es el Día de la Pachamama, a la que defienden mientras luchan por sus tierras.
Luego, se desplazaron hasta la Avenida 9 de Julio, donde cruzaron el Obelisco y se encontraron con numerosas organizaciones sociales y personas autoconvocadas. Allí, Nota al Pie dialogó con algunes de les manifestantes, que pertenecían a diferentes comunidades de la provincia norteña.
María partió del pueblo de Atacama, “cerca de la frontera con Chile”, aclaró. Y agregó: “Caminamos por el Tercer Malón de la Paz por Purmamarca, Salta, Catamarca, Tafí del Valle, Córdoba, Santa Fe”.
“La gente nos recibió muy bien, con mucho cariño”, dijo y, a su vez, agradeció a Dios «que él nos está guiando”.
“No somos ningunos delincuentes, como dice Gerardo Morales. Estamos defendiendo nuestros derechos, los que nos dieron nuestros ancestros”, denunció.
Mientras tanto, Sergio Ramos, otro de les integrantes del Tercer Malón de la Paz, resaltó que elles pagaron su boleto de colectivo para llegar a Buenos Aires. Esta realidad da por tierra los prejuicios que muchas veces se tienen contra les manifestantes.
Sergio vive en Aymara, Jujuy. Mientras flameaba su gran bandera wiphala, afirmó: “Queremos que se baje la reforma y que se acabe la persecución hacia quienes luchan por ese objetivo. La reforma nos quita el derecho a la vida”.
Al llegar al Obelisco, los medios de comunicación presentes, organizaciones sociales y autoconvocades escoltaron a las comunidades jujeñas. Se abrieron paso y dejaron pasar al Tercer Malón, que cantaba bien fuerte, firme en sus reclamos.
Todes juntes confluyeron en la Plaza Lavalle, frente a los Tribunales porteños. Con base de instrumentos típicos del norte argentino, se escucharon coros como: “Morales, basura, vos sos la dictadura”.
La lucha docente
En la gran columna, un cartel se destacaba. Simulaba la figura de un niño con pintor de jardín de infantes, y decía: “Siento mucho no estar en el aula, tuve que salir a pelear por tus derechos y los míos”.
Quien lo llevaba era Analía, maestra de Educación Especial del pueblo de Abrapampa. En diálogo con Nota al Pie, relató la terrible situación que viven les docentes en su provincia.
“Nosotros en realidad comenzamos esta lucha el 5 de junio, por mejora salarial”, recordó. Según Analía, “esta situación explotó, yo creo que por hambre”.
Así, explicó que convocaron un paro por tiempo indeterminado y salieron a marchar por las calles. “Se sumaron las comunidades, y empezamos a levantar la consigna: ‘abajo a la reforma’”.
“Luego, se la aprobó, con represión, fuego y sangre de los jujeños. Y comenzó la persecución hacia los docentes y referentes de las comunidades. Ahora es muy delicada la situación”, lamentó.
Analía advirtió sobre la delicada realidad actual en su provincia. Ella viene de una ciudad pequeña, que “de un día para el otro se llenó de policías”. En este contexto, agregó que les efectives «se ubicaban al frente de las casas de los docentes, hasta de los niños que participaron del malón inicial, tratando de intimidar”.
También, denunció la “traición” desde la cúpula de los gremios. “Nosotros éramos el único gremio docente en sostener el paro desde las bases”, explicó. «Pero el domingo hubo una traición”.
“Si bien la mayoría de las asambleas zonales había definido continuar con la medida, algunos congresales y la Comisión Directiva traicionó la unidad de las bases y levantó el paro», explicó.
A raíz de estos hechos, decidieron sumarse al viaje hasta Buenos Aires. Ahora, exigen el fin de la reforma constitucional y la aprobación de una ley de comunidad comunitaria. También que su sindicato vuelva al paro, y que esto se acompañe con una medida a nivel nacional.
“Lo que estamos viviendo en Jujuy es una cacería”, concluyó Analía. Y advirtió que esto puede suceder en otras partes del país. “Nosotros fuimos por las distintas provincias y nos dijeron que ya hay proyectos de reformas constitucionales. Ponemos en alerta al pueblo, porque estas medidas son para vulnerar”.