Durante julio se lleva a cabo la campaña “Semana de la no dulzura”, cuyo lema es “Aclarar la dulce confusión” con respecto al consumo de azúcar. En este marco, la Organización Mundial de la Salud (OMS) dio a conocer un reciente estudio que posiciona a Argentina como líder en el consumo de este endulzante, cuadruplicando los gramos diarios recomendados por habitante. Para saber más acerca de esta problemática, Nota al Pie conversó con la nutricionista Carolina Caligiuri.
“La finalidad de la campaña ‘La semana de la no dulzura’ es brindar información, generar conciencia sobre la importancia de moderar el consumo de azúcar y edulcorantes químicos, y promover una mejor educación alimentaria”, explicó Caligiuri.
Según la especialista, la OMS recomienda un consumo diario de azúcar de entre 25 y 50 gramos. “Para saber si nos pasamos de esta cantidad siempre es recomendable consultar con un nutricionista matriculado”, agregó.
Sin embargo, según las fuentes expertas en alimentación saludable, cada habitante de la Argentina consume en promedio 114 gramos diarios de azúcar, superando lo que recomienda la OMS. A la par, encabezamos el consumo de ultraprocesados de la región.
Consecuencias de una ingesta excesiva de azúcares
La doctora Caligiuri destacó las principales consecuencias para la salud del consumo excesivo de azúcares. Una de ellas es la obesidad, con las afecciones crónicas no transmisibles que acarrea, como la diabetes. Además, el cáncer y las enfermedades cardio y cerebrovasculares, que son la primera causa de muerte en el país.
Ante cualquier cambio en los hábitos alimenticios es importante agendar una consulta médica para recibir una atención más detallada, que atienda las necesidades especiales de cada persona.
En este sentido, la nutricionista Caligiuri resaltó que “el rol de los nutricionistas es proporcionar las herramientas para saber qué hacer y cómo actuar para mejorar la nutrición de la población infantil y adulta”.
“Para moderar el consumo de azúcar en la sociedad debemos reducir el consumo de bebidas azucaradas, gaseosas, jugos listos para preparar, golosinas, azúcar agregada a infusiones y, finalmente, leer los sellos de los empaquetados”, recomendó la diplomada.
Todo tipo de cambios implican cuidados, por eso son fundamentales las acciones que se llevan a cabo para concientizar sobre la importancia de una alimentación saludable en Argentina.
Para Caligiuri, es necesario reeducar el paladar a través de la educación alimentaria tanto en el ámbito familiar como en los colegios, juntos con una legislación que promueva entornos saludables.
En esta misma línea, la nutricionista consideró que “hay que concientizar que el consumo excesivo de azúcar provoca obesidad y que es la primera causa de muerte en la Argentina. Hay que alertar y moderar”.
¿Cómo ayudan a mejorar la salud los pequeños cambios de hábitos alimenticios?
“Deshaciéndose del azúcar de mesa, sustituyendo las gaseosas y jugos industriales por agua o frutas naturales. Consumir frutas frescas, deshidratadas y/o congeladas. En lugar de añadir azúcar a las recetas, utilice extractos como almendra, vainilla, naranja o limón. Sustituir el azúcar por compota de manzana sin edulcorar en las recetas y, por último, limitar la ingesta de edulcorantes no nutritivos”, sugirió Carolina Caligiuri.
Entre las alternativas saludables se encuentran los productos caseros con la materia prima elegida para cocinar. “A través de la Ley de Promoción de la Alimentación Saludable Nº 27.642, más conocida como ‘Ley de Etiquetado Frontal’, podemos reducir la ingesta de ingredientes críticos en América Latina con advertencias visibles y fáciles”, remarcó.
La entrevistada aseguró que la “dieta saludable es la clave para la salud. Con alimentos con suficientes nutrientes como frutas, verduras y granos integrales. También evitar los alimentos procesados, el azúcar y las grasas saturadas”.
Además, señaló que “los ejercicios físicos pueden ayudar a mejorar la circulación sanguínea y la función hepática” y recomendó: “Trate de hacer al menos 30 minutos de ejercicio al día, como caminar, correr o participar en yoga”.