El Tratado de Límites de 1881 es uno de los hitos más significativos en la relación bilateral entre Argentina y Chile. Se trata de un acuerdo alcanzado hace más de un siglo, que fija la base de una frontera estable y pacífica entre las naciones.
El tratado, firmado un 23 de julio de 1881, tenía como objetivo establecer una frontera precisa y exacta entre los países. Con base en el principio uti possidetis juris (principio legal que permite a la contraparte reclamar sobre un territorio), ambos Estados interpretaron de manera similar los registros coloniales, aunque estos no se conocían en su totalidad.
A pesar de dividir tierras en gran parte inexploradas, el tratado sentó las bases para casi toda la frontera actual de 5600 km entre Chile y Argentina. El mismo fue firmado por Bernardo de Irigoyen por parte nuestro país y, por Francisco de Borja Echeverría en representación del país vecino.
Si bien se firmó durante un período de tensión entre las naciones, debido a que ambos afirmaban haber heredado partes superpuestas de La Patagonia, este tratado fue mediado por los ministros de los Estados Unidos.
¿Qué dice el tratado en términos de delimitación marítima?
La Ley N° 1116, celebrada el 11 de octubre de 1881, establece que “la línea de frontera correrá en esa extensión por las cumbres más elevadas de dichas Cordilleras que dividan las aguas y pasará por entre las vertientes que se desprenden a un lado y otro”.
En demarcación territorial, se estableció que los territorios que quedaran al norte de la delimitación, pertenecerían a la República Argentina. Con respecto a Chile, su territorio se extendería al Sur; esta delimitación no afectaría el espacio de Tierra del Fuego e islas contiguas.
Esta relación bilateral también resolvió que dicha provincia sea divida. En ese sentido, se estableció que la parte Occidental fuese chilena y la parte Oriental de Argentina.
Con respecto a las islas contiguas a ambos territorios, se dispuso que “las islas que haya sobre el Atlántico al Oriente de la Tierra del Fuego y costas orientales de la Patagonia serán de Argentina”. De la misma forma, para el caso chileno se determinó que serían de este país “todas las islas del sur del canal Beagle hasta el Cabo de Hornos y las que haya al occidente de la Tierra del Fuego”.
Sin embargo, en la actualidad la disputa por el canal de Beagle continua. Más allá de las delimitaciones marítimas, la tensión entre ambos países resonó en el 2021. Esto se debe a que, la actualización de la Carta Náutica N°8 de Chile incluye una superficie marítima al sur del Mar de Drake y el Cabo de Hornos que Argentina considera como suya.
La disputa por el territorio y el mar
La tensión entre ambos países involucra una serie de errores que, debido a la época en la que se firmó, hoy comprometen las relaciones bilaterales.
Uno de ellos es que no se adjuntó un mapa que definiera el canal de Beagle. Esto trajo consigo diversas interpretaciones sobre este sitio y, como se mencionó antes, el mismo hoy se encuentra en debate.
A su vez, tampoco se delimitó el territorio marítimo. Sin embargo, cuando el derecho internacional otorgó una zona económica exclusiva de 200 millas mar adentro a los países costeros, provocó el interés de ambos países por obtener dicha zona.
En el marco del tratado de Argentina-Chile, en los años ‘90, bajo el gobierno de Carlos Menem y del presidente chileno Eduardo Frei, se firmó un acuerdo para demarcar la zona del área de los Hielos Continentales.
Sin embargo, en 2021 la relación bilateral comenzó a tensionarse una vez más. Es que los espacios de soberanía marítima de la Zona Austral, a partir de las 200 millas náuticas, celebrados bajo el Tratado de Paz y Amistad, trajeron un nuevo malestar para la Argentina
A través de un comunicado de prensa, la cancillería argentina se refirió a la actualización chilena de la Carta Naútica N°8. “La medida intentada por Chile pretende apropiarse de una parte de la plataforma continental argentina y de una extensa área de los fondos marinos y oceánicos”, sostuvo el texto.
Cabe mencionar que este espacio marítimo forma parte del Patrimonio Común de la Humanidad de conformidad con la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar (CONVEMAR).
El canal de Beagle en la mira
La disputa territorial entre nuestro país y Chile tiene un largo historial. En materia económica y política, este canal es una vía de navegación muy importante. Esto se debe a que conecta ambos océanos, lo que lo convierte en una ruta estratégica para el transporte marítimo.
También, es una importante fuente de turismo debido al ecosistema que vive allí. Este espacio presenta una importante fauna marina como ballenas, lobos marinos y pingüinos. Además, tiene recursos naturales, como reservas de agua dulce.
Tanto Argentina como Chile tienen acceso al Canal de Beagle, ya que corre entre la costa sur de la isla Grande de Tierra del Fuego y las costas norte de las islas Navarino, Picton y Nueva.
Pese a la tensa relación bilateral, mantener la soberanía de los puntos estratégicos que fueron celebrados en los tratados, permite proteger los recursos existentes. Asimismo, dicho canal es tambien parte de campañas científicas binacionales, permitiendo así investigar los efectos del cambio climático.