El Alzheimer, una enfermedad neurodegenerativa que hasta el momento no tiene cura, se enfrenta a una nueva era en su tratamiento. Se trata del tercer fármaco, cuyos resultados obtenidos en la fase de experimentación demostraron su capacidad para ralentizar la enfermedad, según anunciaron expertes en la revista científica Jama.
La droga en cuestión es Donanemab, un anticuerpo monoclonal que se encuentra en ensayo de Fase 3. En comparación con placebos, logró una ralentización en el deterioro cognitivo en un 35%. Este estudio fue dirigido a pacientes con niveles de proteína tau cerebral de bajos a intermedios.
Hasta el momento existen dos fármacos disponibles, Aducanumab y Lecanemab. Se sabe que la eliminación del beta amiloide reduce el deterioro tanto cognitivo como funcional en pacientes con Alzheimer en los primeros estadíos. Existe una gran dedicación a nivel mundial para encontrar la forma para retrasar su aparición y prevenir su desarrollo. Por su parte, Argentina es otro de los tantos países que desarrollan tratamientos para combatirlo.
Donanemab, un nuevo tratamiento para el Alzheimer
Según las investigaciones realizadas hasta el momento, hay 2 proteínas que influyen en el desarrollo de la enfermedad. Por un lado el beta amiloide, que es un fragmento de una proteína más grande. Estos fragmentos pueden agruparse e interrumpir la comunicación entre las neuronas, formando placas amiloides.
Por otro lado están las proteínas tau, que transportan nutrientes entre las neuronas. En el caso del Alzheimer, estas proteínas cambian de forma, por lo que se altera el sistema de transporte, y se genera un daño en las neuronas.
En este sentido, al ser un anticuerpo monoclonal, Donanemab ataca las placas cerebrales de amiloides, que alteran la función celular provocando a su vez la propagación de la proteína tau. De esta forma, el medicamento logró eliminar las placas amiloides y reducir las concentraciones de tau en la sangre, pero no así en una zona clave del cerebro.
Como consecuencia, les pacientes tuvieron un 40% menos de riesgo de avance de la enfermedad. Es decir, de pasar de deterioro cognitivo leve a demencia leve, o de demencia leve a moderada. Por lo tanto, la progresión se ralentizó entre 4,4 y 7,5 meses en un período de 1 año y medio.
Lograr ralentizar el avance de la enfermedad
Desde el Centro de Investigación de la Enfermedad de Alzheimer, de la Universidad de California en San Francisco, afirman que esta droga tiene mejores resultados en las primeras fases de la enfermedad. Por eso, sostienen que deberán sumarse otras terapias en los casos más avanzados. Esto se debe a que les pacientes que presentan una etapa más avanzada mostraron escasos beneficios en comparación con les que recibieron placebo.
Su director, Gil Rabinovici, indicó que esta investigación “es solo el capítulo inicial de una nueva era de terapias moleculares para la enfermedad de Alzheimer y otros trastornos neurodegenerativos relacionados”. Si bien los resultados son alentadores, es necesario continuar con un análisis en profundidad para evaluar cómo afectan en el tiempo al avance de la enfermedad.
El acceso a nuevos tratamientos
Se prevé que Donanemab tenga un alto costo y una gran demanda de pacientes, por lo que Rabinovici sostuvo que el tratamiento debería limitarse al tiempo necesario para eliminar las placas amiloides en el cerebro.
Por su parte, Liz Coulthard, profesora asociada de Neurología de la Demencia en la Universidad de Bristol, declaró que los resultados obtenidos son alentadores. “Significan que en uno o dos años se podrán ofrecer a los pacientes una serie de tratamientos que ralenticen la progresión de la enfermedad de Alzheimer”, agregó.
Coulthard también indicó que, si bien el fármaco tiene un beneficio significativo, al menos para algunes pacientes, no se sabe aún si este continuaría después de los 18 meses de tratamiento.